La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revisó al alza el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino tanto para 2021 como para 2022, y destacó el impulso que la economía recibió tanto del frente externo como del consumo, la inversión y la elevada tasa de vacunación.

Para la OCDE, según su nuevo informe de Perspectivas Económicas difundido este miércoles, la Argentina crecerá 8% en 2021 y 2,5% en 2022, lo cual implica una revisión al alza respecto al 7,6% y 1,9% que la entidad estimaba en septiembre último; a la vez que evaluó que se expandirá en un 2,3% en 2023.

La proyección para este año de la OCDE fue revisada progresivamente en sus informes trimestrales a medida que se acentuó la recuperación: en marzo de este año, la OCDE estimaba que el crecimiento para 2021 sería del 4,6%.

Entre otros indicadores, la OCDE también proyectó un incremento del consumo privado de 7,4% para este año y de 2,3% para el entrante.

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Las causas de la mejora

La aceleración en la tasa de vacunación y la caída en los contagios de coronavirus, así como un «vigoroso» consumo privado e inversión junto con el incremento en los precios de las commodities que motorizaron las exportaciones, explican la mejora en las perspectivas locales, según el informe.

En ese sentido, la OCDE destacó el ritmo de la vacunación en el país, incluso «superando a sus pares de la región con más del 60% de la vacunación con el esquema completo».

Al mismo tiempo, subrayó la caída del desempleo a niveles similares a los del 2019, el cual se situó en 9,6%; y el crecimiento del empleo formal.

Respecto al sector externo, las exportaciones de bienes y servicios, según la OCDE, ascenderían 8% este año, 13,7% en 2022 y 8,2% en 2023; mientras que las importaciones lo harían en un 18,3% en 2021, 5% en 2022 y 3,9% en 2023.

Los desafíos

Por otro lado, el informe de la OCDE sostuvo que la economía continua enfrentando diversas problemáticas a resolver incluyendo la alta tasa de empleo informal, la pobreza que «afecta a más del 40% de la población», así como los altos niveles de inflación.

Respecto de esto último, indicó que después de «varios meses de desaceleración», la inflación volvió a repuntar a un 52,1% anual, debido a «las altas transferencias del Banco Central al Tesoro» junto con «otros factores».

No obstante, proyecta una desaceleración para los próximos dos años, ubicándose en 44,4% anual en 2022, y 38,3% en 2023.

Desde OCDE se estima que la Argentina crecerá 8% este año.

Según la perspectiva del organismo de cooperación internacional, los «desbalances macroeconómicos continúan afectando a la demanda doméstica y la confianza», y para resolver ello es necesario el establecimiento de «políticas fiscales prudentes y previsibles», un «menor financiamiento monetario», y, «eventualmente, eliminar los controles de divisas».

«Concebir un sendero a mediano plazo hacia la sustentabilidad fiscal ayudaría a mejorar la confianza», sostuvo la OCDE en el informe y agregó: «La eficiencia del gasto público puede ser mejorada, reduciendo el empleo público y los subsidios, y preservando; aunque mejor focalizado; el gasto social».

Al mismo tiempo, pidió «reducir rigideces en el mercado laboral» e incitó a una política monetaria con «acciones más decisivas para disminuir la inflación, que afecta desproporcionalmente a los hogares de bajos ingresos».

En ese sentido, si bien para la OCDE el crecimiento en el país «seguirá siendo sólido», existen riesgos como las presiones en el mercado de divisas y la posibilidad de reducción en las exportaciones debido al fenómeno meteorológico de «La Niña», y, en ese marco, fijó como prioridad «restaurar el acceso al financiamiento a los mercados internacionales y las instituciones multilaterales» para mitigar algunas de estas problemáticas.

(Fuente: Télam)