El complejo de girasol promete despegar en las próximas campañas. Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario se encuentra en condiciones de exportar un valor cercano a u$s 1.713 millones en el próximo ciclo, impulsado por la guerra entre Ucrania y Rusia que tensiona ese mercado y la recuperación de las áreas de siembra en el país. Sin embargo, la sequía sobrevuela como un condimento que puede empañar este despegue.

El año pasado el girasol representó el 3% de la producción de granos a nivel nacional, siendo el quinto cultivo más importante del país en términos de volumen, por detrás de la soja, el maíz, el trigo y la cebada. Asimismo, representa el 5,5% de la superficie sembrada con granos en el país.

Argentina es el tercer mercado exportador del mundo sólo detrás de Ucrania y Rusia. El conflicto entre ambos países pone en riesgo las producciones ucranianas, y por lo tanto la provisión mundial del grano, quitando el techo a para el crecimiento de las ventas externas del complejo nacional.

  • ESCALANDO EN EL PODIO

Las exportaciones ucranianas representan, en promedio, el 50% del total mundial. Las producciones aceiteras del país europeo tienen como principal destino los mercados en expansión de Asia y Medio Oriente. Asia por sobre todo, es un mercado en constante emergencia motorizado por la locomotora China de la cual se espera que duplique sus importaciones de aceite de girasol totalizando 1,1 millones de toneladas, frente a las 500 mil toneladas referentes a la campaña anterior. También se estima un crecimiento del consumo en 0,1 millón en Irán.

En la medida que estos mercados continúen su ascenso y que el conflicto, que demuele producciones ucranianas, se prolongue, Argentina recibirá un estímulo guiado por precios para ocupar el espacio vacío que deja Ucrania. Sin embargo, existen otros productores de aceites alternativos con miras al mismo objetivo. Por caso, el aceite de girasol es reemplazado por el de palma en los países de oriente, el cual en términos relativos es más barato.

Por otro lado, se estima que Rusia aumente su participación en las exportaciones globales de aceite de girasol durante este ciclo, y logre representar el 36% del total del comercio. Aunque la posibilidad latente de una escalada bélica puede repercutir en una ampliación de sanciones al comercio de Moscú que reduzcan su participación proyectada.

  • UNA DEMANDA SIN OFERTA

De acuerdo a los últimos datos del Departamento de Agricultura y Ganadería de los Estados Unidos (Usda), la producción mundial de girasol se proyecta en 50,7 millones de toneladas, para la actual campaña y se estima que el consumo de girasol ascenderá a 52,6 millones, sobrepasando a la producción en un 3,7%.

Argentina representa el 7,9% de la producción mundial de girasol, y es el jugador clave del hemisferio sur. Para el ciclo actual, el Usda estima un incremento productivo del 4% para nuestro país si las lluvias colaboran.

Entonces, el escenario global del girasol 2022/23 muestra señales de un consumo global que se mantiene firme y de una oferta que se retrasa, el aumento de precios del rubro es inevitable, pero que la escasez pluvial de Argentina pone en jaque la provechosa oportunidad del sector.

No obstante, la Bolsa de Comercio de Rosario afirma que el país se encuentra nuevamente en un robusto nivel de generación de producción, que persistirá cómodamente por encima del resto de los años anteriores. En ese sentido, en los últimos años se ha observado una tendencia creciente en el área sembrada de girasol en nuestro país. Desde uno de los mínimos históricos, en la campaña 2019/20, el área de cultivada retomó la senda del crecimiento de superficie y de producción.

En el año 2022, el girasol generó exportaciones por más de u$s 1.800 millones, siendo el séptimo complejo exportador argentino y el conjunto del sector aportó cerca de $10.000 millones en derechos de exportación.

En el núcleo girasolero del NEA (Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Norte de Santa Fe – delegación Avellaneda) el área creció 11%, con una superficie sembrada total de 360.000 hectáreas

La región Centro (resto de Santa Fe, provincia de Córdoba, y delegación Lincoln de Buenos Aires) es donde se dio el mayor crecimiento territorial, de 217.600 ha en la 2021/22 a 351.000 en la 2022/23, una suba de 61% interanual

En San Luis, otra importante región productora, el área creció un 14% interanual para arribar a 95.500 ha, mientras que en Entre Ríos el crecimiento fue del 15%, con un total implantado de 15.600 hectáreas.

En el centro de Buenos Aires el área total se sostuvo sin cambios, con 69.000 ha totales, en tanto que en el oeste Bonaerense la superficie creció 2%. El Sudeste Bonaerense (delegaciones Tandil y Gral. Madariaga) registra una suba de 4% para sumar un total de 377.000 hectáreas en el nuevo ciclo, mientras que el Sudoeste de Buenos Aires (delegaciones Bahía Blanca, Pigüé y Tres Arroyos) la superficie se incrementó 10% interanual, con un área total de 414.000 hectáreas.

Finalmente, el incremento en La Pampa fue de 21% respecto del ciclo previo, sumando un total de 251.900 hectáreas. (Fuente: Agroclave)