LA BIOENERGÍA, EN EL EJE DEL CONGRESO MUNDIAL DE CAÑA DE AZÚCAR

A partir de este cultivo de gran importancia histórica en el NOA, especialistas internacionales observaron la reconversión que integra la producción alimenticia con la de etanol y otros subproductos.

Más de 1.500 científicos, técnicos y empresarios de 57 países llegaron esta semana a Tucumán para asistir al evento más importante del mundo sucro-alcoholero. El ISSCT Congress, que por primera vez se realizó en Argentina, reúne cada tres años a toda la cadena de valor de esta industria para mostrar sus últimos adelantos en materia tecnológica.

El leitmotiv para esta ocasión fue “Cultivando energía, la próxima página”, en un intento por mostrar al mundo que la producción de alimentos y bioenergías van de la mano y son la gran esperanza para enfrentar los grandes retos que presenta la humanidad: abastecer de energía limpia y alimentos, y generar nuevos empleos a una población en plena explosión demográfica bajo un marco de restricción de superficie cultivable, limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y respetar los ecosistemas.

Plinio Nastari – representante de la sociedad civil en el Consejo Nacional de Política Energética de Brasil, el principal organismo asesor del presidente de Brasil en materia energética -, fue el elegido para la disertación principal y marcar la agenda del evento. El especialista expuso los lineamientos del programa de movilidad limpia a través de la reducción progresiva de emisiones de gases de efecto invernadero que se puso en marcha en Brasil el año pasado, RenovaBio. Aseguró que hay mucha desinformación sobre las supuestas bajas emisiones que generan los autos eléctricos, que gozan de muy buena prensa, al no considerarse las emisiones asociadas a la generación de electricidad con la que se cargan las baterías. Agregó que "los biocombustibles tienen muchísimas ventajas ambientales y logísticas y que aún quedan espacios para la optimización del uso de etanol, como mejorar la compresión de los motores, combinar la tecnología híbrida con biocombustibles y las celdas SOFC.

Sobre esta última tecnología se refirió en profundidad Ricardo Abe, Director de Investigación y Desarrollo de Nissan. Mostró los detalles del prototipo e-FuelCell presentado en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, que combina las ventajas ambientales de utilizar etanol, el aprovechamiento de la infraestructura existente para abastecerse de combustibles y el alto rendimiento que presentan los motores eléctricos.

El bioetanol actúa como un estabilizador para los precios del azúcar. Solamente en Brasil, su consumo equivalió a retirar del mercado 19 millones de toneladas del endulzante, en momentos donde el precio se encuentra planchado por la gran cosecha de India y Tailandia. El gobierno indio ha puesto en marcha un programa para llevar el corte de bioetanol al 20% para el año 2030, para lo cual ha destinado casi U$S 2 mil millones a financiar la construcción de 300 nuevas destilerías. En un intento por reducir las existencias actuales de azúcar, que han llegado a niveles exorbitantes, el ministro de Alimentos de India solicitó a su par de Petróleo incentivos para que las petroleras compren más etanol producido a partir de azúcar cruda.

El sector sucro-alcoholero argentino tuvo la posibilidad de mostrarle al mundo que se encuentra en la vanguardia de esta reconversión hacía las bioenergías. Durante el precongreso, hubo una serie de tours por los ingenios Leales y La Florida, donde los asistentes pudieron conocer sus modernas destilerías. Ambas cuentan con un eficiente sistema de gestión de vinaza, un efluente con alta carga orgánica. A través de la concentración se aprovecha la energía térmica residual del proceso de destilación, luego revalorizada en biofertilizante, donde vuelve al campo para aportar nutrientes y materia orgánica al cultivo de caña. El ingenio Leales acaba de inaugurar su nueva central de cogeneración que permite entregar 2 MW de energía eléctrica renovable a la red. Por su parte, la Usina La Florida se encuentra avanzando en dos proyectos para hacer lo propio, uno en sociedad con la empresa líder en energías renovables, Geneia que utilizará una mezcla de bagazo y vinaza, siendo una de las primeras de su tipo.

El uso de rastrojos como fuente de biomasa energética tuvo también gran protagonismo. Una disertación a cargo del especialista en bionenergías Rodrigo Lanciotti mostró el potencial de los residuos de cosecha para su aprovechamiento energético y las ventajas de comprimir la biomasa en megafardos para optimizar sus costos de transporte. Una variante la presentó B.AR Bio, galardonado con el premio a la innovación de Expoagro. Se trata de un dispositivo que se agrega a la cosechadora y recoge y pica el rastrojo de la caña de azúcar en el momento de su cosecha.

No faltó oportunidad para que los tucumanos puedan mostrar los avances en materia de tecnología de cultivo de caña y desarrollos biotecnológicos. Los asistentes pudieron visitar el Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada (CIBA) de la Universidad de San Pablo, en Tucumán, e informarse de los adelantos en el desarrollo de caña transgénica tolerante a plagas y estrés hídrico. Del mismo modo, la Estación Experimental Obispo Colombres abrió sus puertas para que el público pueda tomar contacto con sus tecnólogos y conocer el gran trabajo de articulación entre lo público y privado en materia de investigación y transferencia tecnológica.

Un párrafo aparte merece la hospitalidad de los tucumanos para recibir a tanto público de diferentes ascendencias culturales. Pero sobre todo merece ser destacada la gran labor del Comité Organizador, a cargo del Ing. Jorge Scandaliaris, que no ha dejado nada librado al azar. El XXX ISSCT Congress Argentina 2019 estuvo a la altura de lo que deben ser este tipo de eventos. Tan a la altura como lo está la industria sucro-alcohorera argentina. (Fuente: Clarín)

Fuente: (valorlocal.com.ar)