El Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó 4,0% mensual en enero, la misma cifra registrada en diciembre, y presentó una inflación interanual de 38,5%. Por su parte, la inflación núcleo desaceleró hasta 3,9% en comparación con diciembre.

Puntualmente, el aumento del IPC fue impulsado por los alimentos y bebidas, que aumentaron un 4,8%, tras el deslistamiento de Precios Máximos y la actualización de Precios Cuidados.

A su vez, contribuyó la suba de los estacionales que aumentaron 3,0%  (cuando en diciembre fue del 1,3%), con subas en frutas y verduras. Contrariamente, las carnes y sus derivados redujeron a la mitad la suba registrada en diciembre.

También el aumento de los denominados “Regulados” tuvo incidencia en las estadísticas mensuales, con un 5,1% (en contraste con el 2,6% registrado en diciembre), generado tras el proceso reacomodamientos de precios de bienes y servicios en varias partes del país, impulsado principalmente por el incremento del 15,1% en Telecomunicaciones (superior a la permitida por el ENACOM), seguida por combustibles, tabaco, agua, electricidad, colectivos y peajes.

Por otro lado, se registraron subas en gastronómicos y hotelería (5,4%) y en actividades culturales y de recreación (4,8% mensual) debido a la apertura de la temporada turística y a la consecuente flexibilización del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).

Por último, los transportes subieron 4,6% tras los aumentos autorizados en combustibles y de los boletos en el interior del país. El sector de salud aumentó 3,4% tras la suba de las prepagas en diciembre, mientras que textiles y calzados subieron 1,4% y servicios básicos de vivienda como agua y electricidad aumentaron 1,1% tras el registro de los bonos a los encargados de edificio el mes pasado.