De esta forma, la autoridad monetaria acumuló en lo que va del mes compras en el mercado mayorista de cambios por casi el triple de lo logrado en enero cuando, según datos del Banco Central, cerró su balance con compras de divisas en US$ 157 millones.

El Banco Central (BCRA) cerró la jornada de este jueves con compras en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) por cerca de US$ 120 millones y, desde que comenzó febrero, sumó más de US$ 400 millones a sus reservas por la misma vía, de acuerdo con fuentes de mercado.

Según Gustavo Quintana, analista de mercado y operador de PR Cambios, a partir de una «sustancial mejora en los ingresos privados permitieron que el BCRA anotara un nuevo salto positivo», pese a que la cotización de la divisa norteamericana cerró sólo nueve centavos por arriba de la de ayer, a $ 88,45.

«Hasta hoy el tipo de cambio mayorista subió cuarenta y cinco centavos, proyectando un cierre de semana con la corrección más baja desde la anteúltima semana de diciembre pasado», aseguró Quintana.

En ese sentido, el Banco Central comenzó el mes con una política de ajuste del tipo de cambio a un ritmo más lento que el de enero y, según manifestó el ministro de Economía Martín Guzmán, seguirá en esa línea, ya que el objetivo es que la devaluación del peso frente al dólar sea unos puntos inferior al objetivo de inflación de este año, del 29%.

“Tenemos un objetivo de tipo de cambio de fin de año, un tipo de cambio de referencia, con un promedio de $102,40 en el mes de diciembre. Eso lo que implica es una pauta de depreciación del tipo de cambio nominal, a lo largo de todo el año, de alrededor del 25%», aseguró Guzmán este miércoles en una charla en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Tucumán.

Y agregó: «Esta depreciación anual es consistente con el objetivo de reducción de inflación de alrededor de 5 puntos porcentuales”.

«Lo que hay que entender es que el ritmo de compra del Banco Central no depende mucho del nivel del tipo de cambio y sí, en todo caso, de la brecha cambiara. Lo que ocurre es que hoy el Central es el único comprador posible en el mercado», explicó a Télam el director de Epyca Consultores, Martín Kalos.

Por un lado, apuntó Kalos, «hay obligación de liquidar exportaciones y, por el otro, la salida de divisas está controlada. Hay que mirar el flujo comercial para advertir cuánto puede comprar y qué demanda de divisas está habilitada. Algunas de ellas se fueron calmando como, por ejemplo, la cancelación de deudas de empresas o el dólar ahorro que actualmente está más caro que el blue».

Para el director de la consultora Ecolatina, Matias Rajnerman, si bien desde noviembre el Banco Central viene comprando reservas, ya que la oferta supera la demanda de divisas por el ingreso de divisas de la cosecha de trigo, «esta dinámica estacional tiene patas cortas y se revertirá más temprano que tarde».

«El problema acá es que las reservas netas están por debajo de USD 5.000 millones (-70% desde diciembre de 2019) y no alcanzarían para frenar una eventual corrida como la del año pasado», aseguró el economista en su cuenta de Twitter.

Ante ese escenario sostuvo que, en caso de ser necesario, el Gobierno podría aplicar un refuerzo de los controles para la compra de divisas por parte de empresas, lo cual «se traducen casi inmediatamente en más brecha y mayores presiones sobre los mercados paralelos».

«Además, si la brecha afecta a la actividad productiva, es probable que algo del mayor cepo se traslade a la inflación», sostuvo Rajnerman. (Fuente: Télam)