En un contexto de costos crecientes, donde los márgenes de la actividad son cada vez más ajustados e inciertos, la prioridad del productor sigue siendo primero resguardar su capital en bienes seguros, pero también aumentar la productividad de esos activos a fin de lograr mayor holgura en la rentabilidad final de su explotación.

Es así como la incorporación de genética ha empezado a aplomarse y pisar cada vez más firme al momento de decidir la reposición de toros.

El pico de comercialización de reproductores en la zona pampeana se da usualmente de junio a septiembre, extendiéndose algo más hacia el norte, por lo que los valores de referencia de los reproductores ya se encuentran prácticamente definidos para la actual zafra.

Si bien la oferta de reproductores que existe en el mercado es muy amplia y variada, y no se dispone de un mercado de referencia que permita dar seguimiento cabal de los valores negociados en las distintas zafras, hemos tomado a modo indicativo los precios informados en diferentes remates de Asociaciones y cabañas, publicados por el sitio Entre Surcos y Corrales. Los valores allí informados cubren diferentes razas, zonas y categorías de toros, desde hacienda general hasta reproductores registrados e incluso Pedigree, proveyendo datos desde el año 2010 a la fecha.

En este sentido, el promedio ponderado de los valores informados también es un reflejo del perfil de reproductores que busca el productor, donde a lo largo de los años se observa una mayor participación y valorización de hacienda provista de datos, controlada por los distintos programas de selección y mejoramiento de las Asociaciones o animales con registros de Pedigree, en detrimento de la hacienda general.

Históricamente, el valor de un reproductor se ha asociado al valor del kilo de novillo, como indicador de la relación entre los kilos de carne que se puede obtener por reproductor incorporado al rodeo.

De acuerdo a los datos relevados en lo que va del año, la relación novillo/toro se ubica en promedio en 2100 kg de novillo, considerando un valor promedio de $360.000 por reproductor. Este valor, medido en pesos corrientes, marca una mejora interanual cercana al 70%, desde un promedio informado durante todo el 2020 de $210.000 por reproductor.

Tomando como referencia un novillo de 480 kilos, podemos decir que este año se necesitó en promedio 4,5 novillos para comprar un toro, relación muy similar a la registrada durante el 2020, pero casi 30% superior a 3,5 novillos requeridos en 2019. La relación promedio de los últimos 10 años se ubica en torno a los 3,8 novillos/toro, con un rango promedio que va de un 3 a 5, entre un reproductor general a un toro registrado a Puro de Pedigree.

Los valores de la hacienda de cría, en general, tienden a copiar con mayor demora un cambio en el balance de mercado. Es así como recién en 2011, los valores de los reproductores machos comenzaban a expresar la caída de stock registrada durante la liquidación del 2009/10. Otro momento clave fue la revalorización que se registró en este mercado a partir de 2016 y en especial en 2017, en una suerte de resurgimiento de la genética productiva ante el cambio de políticas que comenzaba a gestarse con la nueva administración.

En los últimos dos años, los reproductores también fueron centro de una fuerte inversión, aunque apoyados además por otros factores. A pesar del encarecimiento con relación al valor del novillo, medido en dólares financieros, los reproductores siguen estando baratos.

En lo que va de esta zafra 2021, el valor medio de los reproductores relevados en los diferentes remates del país, arrojan un promedio de USD 3.600 oficiales, un 28% superior a los USD 2.800 promedio del 2020 y 17% superior al promedio de los últimos 5 años, USD 3.090.

Medido en dólares financieros el valor de los reproductores este año está marcando un promedio de USD 2.161, 28% superior a su equivalente en 2020 (USD 1.692) pero prácticamente el mismo valor que el registrado en 2019. Sin embargo, en relación al valor promedio de los últimos 5 años (USD 2.560), el precio de un reproductor resultaría hoy un 16% más barato, siempre considerando el promedio ponderado de todo el año.

Por otra parte, en términos de relaciones con otras categorías, la invernada sigue muy firme, lo que torna ligeramente más barata la relación de compra de un reproductor medido en términos de invernada, actualmente en torno a 7,6 ternero/toro, 3% menos que en promedio de los últimos 5 años. Hay poco ternero en oferta y esa escasez continuará vigente en los próximos ciclos, al menos hasta tanto se logre recuperar la cantidad de vientres perdido en los últimos años, mejorando a su vez las tasas de procreo y destete.

Si bien la relación contra el gordo, es diferente. Hoy el consumo se encuentra retraído debido a la debilidad que presenta el bolsillo del consumidor, sumado a las políticas de congelamiento de precios de los productos. Sin embargo, existe una gran expectativa en ver que ocurrirá después de las elecciones, cuando paulatinamente tanto precios como tarifas comiencen a sincerarse y empiecen a reflejar finalmente la escasa oferta de animales que llegan a faena.

(Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario)