CANDIDATURAS, OPCIONES Y ALTERNATIVAS

El viernes 15 de marzo quedarán oficializadas las boletas que estarán en el cuarto oscuro el próximo domingo 14 de abril, cuando más de un millón de entrerrianos estarán habilitados a elegir los candidatos que disputarán en junio cargos provinciales y locales · A la hora de la definición, dentro del abanico de opciones, existirán solo dos alternativas reales para conducir los destinos de la provincia: la continuidad de Bordet o la llegada tardía de Cambiemos.

En las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de abril, habrá en cada cuarto oscuro un sinnúmero de postulantes a los distintos cargos. Esta instancia electoral que actuará como tamiz dejando fuera a los partidos que no alcancen el piso electoral y a las listas derrotadas de las demás fuerzas. De cara a las generales del 9 de junio, todo quedará reducido a un puñado de candidaturas para los distintos cargos provinciales y locales (ejecutivos y legislativos)

Un primer dato a tener en cuenta para entender el proceso electoral en marcha, es que los votantes optarán entre candidatos o candidatas, personas, no partidos ni programas de gobierno, a pesar de la buena prensa que tiene presentar ideas, planes, proyectos como respaldo a los armados electorales.

La razón de fondo de esto es que la crisis de representatividad (es decir el cuestionamiento al sistema de mediaciones por el cual una fuerza política o partidaria podía condensar las ideas y los proyectos de un sector determinado de la comunidad) arrastró al fango a los partidos políticos que hoy están faltos de representatividad.

Esto es descriptivo, no valorativo. Basta si no ver que ningún candidato de primera línea utiliza signos o apela a consignas partidarias en su campaña. Veamos números para entender un poco el proceso.

Un relevamiento de la consultora internacional Ipsos realizado en la Argentina en agosto del año pasado, mostró que sólo un 5% de los encuestados está afiliado a un partido político; un 17% simpatiza con alguna fuerza política; un 27% no simpatiza pero podría llegar a hacerlo y un 43% respondió que “nunca va a sentir simpatía por ninguno”.

Como dato a contrastar, en 1984, durante la primavera democrática alfonsinista tras la dictadura, casi un 30% de los encuestados dijo estar afiliado y alrededor de un 50% simpatizaba con algún partido.

Eran tiempos donde las expectativas sociales para la transformación y el bienestar general estaban puestas en el sistema de partidos, luego de la noche del Proceso. Esto estalló en distintas etapas hasta llegar a un piso en 2003, con una leve recuperación de la fe en la política hasta 2013, donde nuevamente esta perspectiva entró en una caída marcada.

Otro estudio de Ipsos (de julio del año pasado) mostró que “los políticos” son considerados por la población argentina como el sector que menos contribuye al país. Sólo un 27% consideró que contribuyen “poco” o “algo” mientras que un 68% entendió que o no contribuyen o que son directamente perjudiciales.

En el otro extremo de la pirámide están los intelectuales y científicos.

Por eso los políticos buscan no parecer políticos. Por el contrario, es raro que no intenten al menos semejar más inteligencia.

El votante, en definitiva, sufragará como consumidor de bienes y servicios, no como ciudadano, buscando un futuro inmediato mejor.

· Real politik

Para definir los inquilinos de la Casa Gris hay siete fórmulas inscriptas, pero sólo dos alternativas de poder reales en disputa: el Frente Creer Entre Ríos (integrado por el peronismo unificado y una decena de partidos menores) y la Alianza Cambiemos (con el radicalismo y el PRO al frente, más un puñado de fuerzas menores).

Al día de hoy la UCR y el PRO reconocen (por separado) estar entre 8 y 7 puntos (respectivamente) por debajo del oficialismo.

En el armado de la fórmula con la que buscará ser reelegido por cuatro años más, el gobernador Gustavo Bordet seleccionó a su ministra de Desarrollo Social, Laura Stratta.

Su selección responde primero a un precepto básico en política: la lealtad, y en segundo lugar a una decisión tomada con datos sobre la mesa: Stratta es una mujer joven, capaz de interpelar a los dos sectores que serán decisivos en estos comicios: las mujeres (que han mostrado ser el sector políticamente más dinámico de la sociedad en estos años) y los jóvenes, que representan una porción importante del padrón y que se muestran más reacios a la política.

En Cambiemos, en cambio insistieron con una fórmula bicolor: un radical y un macrista: Atilio Benedetti y Gustavo Hein respectivamente, algo que solo cierra la interna y disimula la ausencia en la puja electoral del ministro del Interior Rogelio Frigerio. Además, en lugar de ser complementarios, los perfiles de ambos son similares: empresarios del sector rural volcados a la política durante más o menos tiempo.

Asimismo, debe tenerse en cuenta que la alquimia de mezclar en partes iguales a las fuerzas mayoritarias de Cambiemos ha resultado fatal allí donde se ha ensayado. Los casos más resonantes son los de Paraná, donde el intendente radical Sergio Varisco está en una guerra abierta y declarada con su vice, Josefina Etienot (PRO), y Victoria, donde la brecha entre el presidente municipal Domingo Maiocco (UCR) y su vice Alcides Rizzo (Vecinalismo – PRO) ha dinamitado Cambiemos y llevado a que cada uno compita por la intendencia con su propio partido.

Cambiemos intentará llegar al Gobierno provincial arrastrando cuatro años de desgaste nacional tanto en lo económico como en lo institucional, con el pacto entre elector y gobernante devaluado.

· Legislatura

La cláusula de gobernabilidad garantiza al Gobernador electo la mitad más uno de los diputados. Por lo tanto los 18 primeros de cada lista tienen, antes de conocerse el resultado de las urnas, expectativas reales de ser parte de la próxima cámara.

En el senado, el peronismo podría recuperar algunas bancas, como la de Paraná, donde la tensión entre el sector del intendente Varisco y el candidato Fabián Rogel viene desde tiempos inmemoriales.

En diciembre, entonces, quedará conformado un dibujo que seguramente mutará al calor del poder, según quién se imponga. La Legislatura entrerriana ha sido pródiga en pases de bando de uno y otro lado.

Uno de los casos más emblemáticos es el de Juan Domingo Zacarías, que ocupa el cuarto lugar en la lista de diputados provinciales de Cambiemos.

Electo diputado nacional por el justicialismo en 1997, se salió casi de inmediato de la bancada oficialista y armó el Movimiento Social Entrerriano (MSE), que se presentaba como el sello provincial del ARI, el primer partido de Elisa Carrió cuando rompió con el radicalismo.

Con ese sello se sumó al armado del Nuevo Espacio en Entre Ríos y desembarcó como uno de los cuatro legisladores del frente en la Cámara de Diputados de la provincia. Dos años más tarde, su acercamiento con el gobernador Jorge Busti motivó la ruptura del bloque y el alejamiento de dos de sus compañeros de bancada (Antonio Mainez y Oscar Grilli).

El surgimiento de la figura de Sergio Massa lo llevó al Frente Renovador antes de las presidenciales de 2015 y, planteado el balotaje entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, saltó a Cambiemos, donde encontró cobijo bajo la figura de Rogelio Frigerio.

Si los vientos cambian, como lo demuestran los antecedentes, es probable que más temprano que tarde Zacarías termine conformando un bloque propio en la Cámara y comience su peregrinar en búsqueda de mejores playas.

Fuente: (valorlocal.com.ar)