MERCADO EMERGENTE: MONITOREAN CÓMO ARGENTINA MANEJA LA CRISIS CAMBIARIA

El CEO de MSCI, la armadora del índice que subió la categoría del país hace 3 meses, expresó que la empresa sigue a diario la situación local.

A apenas una semana de que se cumplan tres meses del "Argentina mercado emergente", el país recibió un recordatorio de que los embates producto de la turbulencia cambiaria que viene ocurriendo desde abril no permiten ningún tipo de garantías. Henry Fernandez, máximo ejecutivo del armador de índices MSCI, advirtió: "Estamos monitoreando el país diariamente y definitivamente podemos revertir nuestra decisión antes de que se implemente".

El CEO de la empresa norteamericana se refiere al plazo de tiempo que termina en marzo de 2019, fecha en la cual Argentina oficialmente entrará en la categoría de mercado emergente. En ese momento los fondos con estrategias de inversión pasivas tenderán a armar posición aproximándose a la ponderación que se estima tendrían las acciones de empresas argentinas.

Los comentarios de Fernandez a la agencia Reuters se centraron en la posibilidad que la situación económica del país lleve a una situación donde se consideren implementar medidas de control al acceso del mercado de acciones y cambiario. El ejecutivo detalló su posición, explicando: "Definitivamente estamos monitoreando al país diariamente y muy cuidadosamente para cualquier señal de condiciones que crearan una falta de accesibilidad para los inversores a mercados de capitales".

En 2009, ese mismo tipo de medidas fueron la razón por la cual el país fue bajado de categoría al grupo de mercados fronterizos. Un retraso o la cancelación de entrada a la categoría de emergentes no es algo que el mercado local y el Gobierno se tomen a la ligera. En junio, analistas privados estimaban que sólo con el cambio de categoría, un flujo de aproximadamente USD 5.500 millones se volcarían al mercado cambiario entre las empresas que cotizan en la plaza local y aquellas que transan en Wall Street.

El llamado de atención de MSCI no es el primero que fue dirigido hacia el país en las últimas semanas. A fines de agosto Standard & Poor's (S&P), la calificadora de riesgo de referencia internacional, cambió su perspectiva de la deuda argentina, de "estable" a "negativa", aunque mantuvo su calificación general en B+.

El razonamiento detrás del cambio de S&P, explicaba el comunicado por parte de la calificadora, era que a pesar del "compromiso de la administración Macri a estabilizar la economía argentina a través de difíciles medidas de austeridad", la "reciente presión en la moneda podría poner en peligro la implementación efectiva" de las mismas. (Fuente: Infobae)

17 de Septiembre (Valor Local)