Malos rindes, buenos precios. Así puede resumirse la campaña de trigo 2020/21 en el centro norte de la provincia de Santa Fe, donde la sequía produjo una pérdida de área del 19,4% (67.550 hectáreas) y la caída de los rindes promedio por hectárea fue de 48,8% respecto de la campaña pasada, “los peores rendimientos desde que se tiene registro”, indicó el Centro de Estudios y Servicios (CES) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe que elaboró un trabajo especial al cierre del ciclo agrícola triguero que estuvo atravesado por un escenario de falta de lluvias en la zona central del país durante períodos clave del cultivo y, luego, por la caída de heladas a destiempo.

Como contracara de la compleja situación productiva “en el ámbito comercial se dio un escenario de buenos precios del trigo durante todo el año, que incluso crecieron a medida que la campaña avanzaba, con lo cual las cotizaciones locales del cereal no mostraron el típico efecto de la cosecha y se mantuvieron en torno a los u$s 200 por tonelada desde septiembre”, agregó el informe.

De esta manera, el precio promedio para noviembre (cuando se cosecha la mayor parte del cultivo en el centro-norte de la provincia), se ubicó en u$s 203,6 por tonelada, el nivel más elevado para un mes de noviembre desde 2013, cuando la situación era atípica por las restricciones comerciales y productivas de esos años. Esta evolución alcista continuó incluso hacia fines de noviembre y se acentúo en la primera mitad de diciembre, con precios diarios que superaron los u$s 220 la tonelada.

“Los elevados precios internos no son casualidad, ni están desacoplados del mundo”, dice el trabajo el CES. La realidad indica que varios de los principales productores mundiales de trigo están atravesando inconvenientes como Estados Unidos, Rusia, Ucrania, y Rusia, que impuso aranceles para proteger su mercado interno. Todo ello indica una menor oferta mundial del cereal, elevando los precios. (Fuente: La Capital)