El diputado por el Frente Creer, Néstor Loggio, en diálogo con el programa “Aire de Todos” (FM Costa Paraná), describió el proyecto de Buenas Prácticas ambientales. El documento establece nuevas formas en la utilización de fitosanitarios y domisanitarios en la producción agrícola en el territorio provincial.

Loggio, quien también preside la Comisión de Comercio, Industria y Producción de la Cámara Baja, contrastó el proyecto con la reglamentación actual. “La ley que regula el funcionamiento de los plaguicidas tiene 40 años, antes de la revolución tecnológica de los años 90”, explicó.

“Estos años han ocurrido muchos conflictos entre los sectores agrícolas, las escuelas rurales, las asociaciones ambientalistas, y se han aplicado algunos parches con dictámenes y sentencias judiciales. Pero el Gobernador planteó que necesitamos establecer una norma que regule todo el funcionamiento de la actividad”, afirmó.

Así, “durante el año pasado, con instituciones relacionadas al sector agropecuario, el INCA, la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y la de Concepción del Uruguay (UCU), se elaboró un documento que presentando el lunes pasado. Es extenso, tiene 90 artículos y 22 capítulos, y hace un abordaje integral al tratamiento del uso de plaguicidas en la producción de Entre Ríos”, sostuvo.

La ley pretender hacer “un abordaje integral a toda esta situación. Aparece el Estado como regulador activo desde el momento cero, con registros de todos los actores, desde los exportadores hasta los aplicadores”, adelantó.

“Se establece la necesidad de una empresa que haga verificación técnica de los equipos aplicadores, tanto terrestres como aéreos. Contempla también la creación de un Cuerpo de Inspectores, que tendrá la autoridad para fiscalizar y sancionar a quienes no cumplan con la ley”, señaló el diputado.

Prevé además “la creación de un Concejo Provincial Fitosanitario, donde va a estar el Estado, con sus distintos organismos de Producción, el CGE, Salud, Gobierno”, así como también “los productores y ambientalistas”, destacó.

Sobre una producción sin plaguicidas

Al respecto, Loggio subrayó que “no existe producción sin fumigación. Lo que existe es producción con fumigación extensiva y controlada con productos no tóxicos. Yo soy de una zona frutícola, donde hay producción orgánica en arándanos y en cítricos”.

Aquí “se utilizan productos que están habilitados como ‘producción orgánica’, es decir, que no son contaminantes ni dañinos para la salud. Eso sí se puede hacer. Pero avanzar en un proceso agroecológico” sin uso de plaguicidas “hoy, en la Argentina, es imposible”, sostuvo.

“En la medida que vamos desarrollando nivel de conciencia ambiental, todos vamos construyendo un modelo mucho más sustentable”, destacó Loggio. “Explicaba el Director General de Agricultura cuando presentó el proyecto borrador, las maravillas de la tecnología de hoy. Un aplicador, cuando está trabajando en territorio, tiene un software que le permite ver humedad, velocidad y dirección del viento”, agregó luego.

“Suponte, vamos a fumigar en las inmediaciones de una escuela rural. Tenemos que hacerlo en el momento cuando no hay niños en la escuela y resguardando las distancias que va a plantear la ley. Con esa tecnología hoy disponible, es posible”, explicó el diputado.

“Yo soy un hombre grande, nací en la década del 60. Como hijo de productor conozco las prácticas agrícolas de los años 60 hasta la actualidad, y lo que he visto en el desarrollo tecnológico es extraordinario”, señaló.

La ley propone “un abordaje que hay que hacer, un debate que necesariamente tenemos que darnos. Algo que el gobernador lo planteó en estos términos: ‘que debatan los legisladores y construyan los consensos necesarios’. Si no hay consenso absoluto, en algunos temas trataremos de sacarlos por mayoría, pero vamos agotar las instancias necesarias para que lo haya”, dijo el diputado.

La aplicación de plaguicidas

“La ley contempla tres zonas diferenciadas”, adelantó Loggio sobre lo propuesto en el proyecto legislativo.

“Hay una Zona de Exclusión, donde está absolutamente prohibido cualquier tipo de plaguicidas. Estamos refiriendo a áreas sensibles, como son los centros poblados y rurales, las salas de atención de salud, los centros policiales, las escuelas rurales, los cursos de agua y los apiarios”, afirmó.

“Porque esta es otra contradicción que aparece. Cuando se fumiga en la producción extensiva, y no se contempla que hay apiarios, se mata a las abejas. Y la apicultura es realmente una actividad muy importante en Entre Ríos. Estamos entre las tres provincias exportadoras más importantes de la Argentina. La miel tiene un rol muy importante en nuestra producción primaria”, sostuvo Loggio.

Luego, existe “una Zona de Amortiguamiento, donde se podrán utilizar plaguicidas de baja toxicidad. Aquellos que los especialistas llaman ‘los bidones de banda verde y de banda azul’. Y por último, una Zona Libre. Cuando pasan determinados metros, tanto en la aplicación terrestre como en la aérea, se puede realizarlo en libertad”, señaló.

“El capítulo dedicado a la Zona de purización de plaguicidas va a seguramente dificultar el logro de consensos. A mí me parece que la idea general que plantea el Gobernador, donde el Estado regula la actividad, vamos a estar todos de acuerdo. Incluidos los propios productores, quienes saben que no se puede seguir teniendo absoluta libertad en esto”, afirmó.

Por último, el diputado Loggio explicó cuáles son los pasos siguientes a dar en la aprobación y aplicación del proyecto de ley.

“Yo no quiero adelantar datos, ni cifras ni metros. Esto es un borrador y el debate parlamentario empieza el lunes. Nosotros a las 16 vamos a tener una reunión de las Comisiones de Producción, Salud y Ambientes de diputados y senadores, donde vamos a trabajar de manera bicameral un marco normativo indispensable para Entre Ríos”, concluyó Loggio. (Valor Local)