La economía naranja en tiempos de transformación

Una oportunidad para desarrollar tecnologías, la vida social, política, económica, y con ello el mundo laboral y los puestos de trabajo.

La especialista en Economía Naranja/Creativa, Claudia Guardia, en diálogo con La Capital destacó la importancia de atender a las necesidades del sector creativo, de aplicar políticas públicas que avancen al mismo ritmo que las transformaciones, incorporar en los programas de gobierno la educación tecnológica, y agregar el incentivo al talento que nos brinda la Economía Naranja/Creativa.

La especialista valoró la necesidad del trabajo en forma conjunta entre los sectores público y privado para contribuir a la generación de empleos en el sector creativo.

“Sin ninguna duda estamos en la cuarta Revolución Industrial que disrumpe con la utilización de los datos, el nuevo oro del siglo XXI, la hiperconectividad, la inteligencia artificial, internet de las cosas y blockchain. Aprovechar lo que este momento nos brinda en impulso a la Economía Naranja, es un reto para construir un sistema económico más justo y sostenible”.

En esta revolución 4.0 la aparición de la tecnología de registro distribuido, “blockchain o cadena de bloques”, y las criptomonedas en el ámbito de la economía mundial, abren amplios horizontes para la Economía Creativa.

_ ¿Argentina está preparada para esta revolución?

_ En nuestro país los casos concretos de apoyo a los sectores que conforman la Economía Naranja asoman tímidamente y existe cierta cautela a la hora de tomar decisiones en esa dirección. Nos enfrentamos a necesidades concretas como la generación de empleos con vistas a los desafíos tecnológicos, el desarrollo de fuentes de crecimiento, la recuperación de los niveles de equidad, el analfabetismo digital, y la disminución de las desigualdades entre las personas que pueden tener acceso al conocimiento con relación a las nuevas tecnologías y las que no, entre muchas otras. Para utilizar algunas de las herramientas que nos permitirían dar respuestas a estas necesidades es importante como primera medida, que nuestros gobiernos reconozcan el aporte que realiza el sector creativo a la productividad, a la generación de empleos y a la innovación. Por otro lado, para estar en sintonía con el mundo y no quedarnos fuera de esta cuarta Revolución Industrial, debemos pensar a la cultura como una inversión y no como un gasto, e implementar capacitación en las nuevas tendencias tecnológicas, regulaciones que permitan la reutilización de los espacios públicos, planes de apoyo para la creación de plataformas virtuales, impulso de nuevos sistemas de financiamiento, beneficios fiscales para los espacios que apuesten a la cultura, etc.

_ ¿Qué necesitamos para que esto pueda realizarse en nuestro país?

_ En resumen, una potente legislación nacional que fomente proteja e incentive la Economía Creativa, acompañada de inversión en innovación y capacitación. Es justamente frente a los momentos como los que estamos viviendo, donde los gobiernos deberían invertir más en cultura. Hoy uno de nuestros grandes retos es recuperar y afrontar el golpe que le ha ocasionado y les ocasiona la pandemia a todos los trabajadores de la cadena de valor del sector cultural. Sin espacios para la cultura no tendremos espacios para las ideas, ni para la innovación, ni para el futuro. Invertir en cultura es invertir en las personas, en el talento y en la convivencia, y eso es lo que nos identifica y nos une, da valor a cada territorio y nos proyecta al mundo. Nuestra cultura es nuestra mayor riqueza, es lo mejor de nosotros, y por ese motivo debemos invertir en ella y protegerla.

Nuestras provincias tienen la oportunidad de producir empleos a cientos de jóvenes talentosos que desarrollan sus actividades en el campo de la Economía Naranja, en tanto uno de los desafíos urgentes para lograr estos objetivos, y crecer en el desarrollo exponencial de las nuevas tecnologías, es capacitar.

_ ¿Cuál es nuestra oportunidad?

Pongamos tecnología y capacitación en manos de los artistas y veremos los resultados más increíbles e inesperados. Pero para que esto suceda es necesario que los gobiernos entiendan que la prosperidad de los países depende cada vez más de sus sistemas educativos, sus científicos, sus innovadores, y sus creativos. Que comprendan que invertir en el desarrollo de una Economía Creativa, llevará al crecimiento de los sectores culturales, podrá disminuir las desigualdades producto del analfabetismo digital y la falta de conectividad, protegerá nuestro patrimonio material e inmaterial, formará nuestra identidad digital, e impactará como resultado, favorablemente en la generación de riqueza a nuestras economías.

La cultura y la creatividad continúan siendo la fuente más poderosa para encontrar las soluciones humanas y la manera más efectiva de transformarnos en sociedades desarrolladas. #LaCulturaNosConecta.

Por último, Guardia puntualizo que, desde el Instituto de Políticas Socioculturales de ACEP, entendemos que es necesario adaptar las políticas públicas frente a la Cuarta Revolución Industrial, para aprovechar las oportunidades que la Economía Naranja/Creativa nos trae. Crecer y desarrollarnos como una Nación conectada al mundo, dependerá en gran medida de las acciones que los gobernantes, los dirigentes, los empresarios y los trabajadores, tomen hoy con vistas al futuro. (Fuente: La Capital)