Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed) comunicaron este miércoles una rebaja de la tasa de interés en Estados Unidos en 50 puntos básicos.
La Fed mantuvo las tasas desde julio del año pasado en una horquilla entre el 5,25% y el 5,5% anual, su máximo nivel desde 2001.
Ahora el banco central norteamericano redujo dicho rango al 4,75 a 5 por ciento, en el inicio de lo que se espera que sea una relajación constante de la política monetaria con una baja mayor de lo habitual de los costos de endeudamiento tras la reciente preocupación por la salud del mercado laboral.
Los responsables de la política monetaria prevén que la tasa de referencia de la Reserva Federal caiga otro medio punto porcentual a finales de este año, otro punto porcentual completo en 2025 y un último medio punto porcentual en 2026, para terminar en un rango del 2,75%-3,00% anual. El punto final refleja una ligera subida, del 2,8% al 2,9%, de la tasa de los fondos federales de más largo plazo, considerada la postura “neutral” que ni fomenta ni desincentiva la actividad económica.
El comunicado de la Fed señala que las autoridades monetarias optaron por recortar la tasa de interés a un día de plazo a un rango del 4,75% al 5,00%.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que no ve ningún indicio de una recesión o incluso de una desaceleración económica en el futuro. “No veo nada en la economía en este momento que sugiera que la probabilidad de una recesión -perdón, de una desaceleración- sea alta”, manifestó.
- TASA DE INTERÉS
En los Estados Unidos, la tasa de interés de fondos federales (federal funds rate en inglés) es la tasa nominal de referencia de todo el sistema financiero y es determinante para la tasa interbancaria, es decir la que rige para préstamos entre bancos, que deben cubrir un cierto nivel de reserva de fondos, ya sea como saldo en la Fed, o como efectivo en la propia institución, históricamente en el 10% del stock de depósitos.
La baja de tasas en los países emergentes podría reflejarse en:
-Dólar más débil: La baja de tasas va a desincentivar el flujo de fondos globales hacia los EEUU. El dinero de los inversores va a buscar mayor rentabilidad fuera del sistema financiero norteamericano. Esto puede beneficiar a los países emergentes, cuyos bonos ofrecen altas tasas relativas a los rendimientos de bonos de EEUU, por ejemplo. Asimismo, Argentina podría captar fondos de inversión para su economía, lo mismo que sus socios comerciales -como Brasil o China-. Ello redundaría en un impulso para la actividad económica y el crecimiento.
-Precio de Materias Primas: Consecuencia de un dólar más débil también se le daría un empujón alcista -medidos en dólares- a las cotizaciones de los principales productos exportables de la Argentina, como granos y sus derivados industriales, que afianzaría el superávit comercial.
-Financiamiento más accesible: La economía doméstica está necesitada de divisas y su endeudamiento soberano es primordialmente en dólares, así que esta tendencia es una noticia positiva. En el mismo sentido, la necesidad del Gobierno de regresar a los mercados voluntarios de deuda en el exterior para refinanciar sus pasivos puede contar con una ayuda en este menor costo financiero para obtener dólares y reducir el riesgo país. (Fuente: Infobae)