Crece la tendencia de tomar a la producción de carne como mecanismo de resguardo de valor

Desde Rosgan detallaron las influencias que tiene la dinámica cambiaria actual y su influencia en la toma de desiciones en el sector. «El productor ha estado recurriendo a la hacienda como resguardo de valor frente a la constante devaluación de la moneda», sostuvieron desde la entidad rosarina. 

Por Verónica Puig

Según analistas económicos del Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), uno de los de mayor injerencia regional, esta situación se da en un contexto de creciente incertidumbre cambiaria y ante la falta de alternativas accesibles de protección.

«En los últimos años el productor ganadero ha estado recurriendo a la hacienda como resguardo de valor frente a la constante devaluación de la moneda y el riesgo siempre latente de correcciones abruptas en el tipo de cambio» explico Raúl Milano, presidente la entidad.

Explicaron que «el exceso de cepos y controles para la compra de dólares oficiales hace que la depreciación real de la moneda se venga conteniendo, no así el valor libre que reflejan las diferentes cotizaciones de dólares alternativos que no logran ser regulados por el Banco Central«, describió Milano. “Ante este complejo panorama, productores y empresarios deciden cada día más invertir en la producción bovina”, añadió.

Brecha

De acuerdo a los analistas del Rosgan, «si tomamos sólo como referencia la cotización del dólar oficial y la cotización del dólar libre (Blue), aún siendo este un mercado informal y de limitado volumen, vemos cómo la brecha entre ambas cotizaciones se ha ampliado de manera más pronunciada en los últimos tres años. Más precisamente a partir del segundo semestre de 2019 hasta alcanzar actualmente el punto de mayor amplitud de la serie, considerada desde enero 2011 a la fecha”.

“Esto coincide con que a partir de finales de este año cuando el precio de la hacienda, especialmente la invernada, comenzó a revalorizarse al ser demandada como un activo de refugio«, sostuvieron.

«El productor ha estado recurriendo a la hacienda como resguardo de valor frente a la constante devaluación de la moneda», sostuvieron desde Rosgan.

Valor

Al ser consultados sobre por qué consideran que tanto los productores en actividad como inversores se vuelcan a esta alternativa, Milano explicó que se debe a “que se trata de un bien de libre acceso lo suficientemente líquido como para asegurar una rápida monetización en caso de requerirlo y que, a su vez, permite proyectar una renta en un mercado sobre el cual el productor tiene lógicamente mayor conocimiento y control del negocio», detalló.

En cuanto a las categorías elegidas, especificaron que “rápidamente esta demanda como bien de cobertura se trasladó también a la cría, donde primeramente se vio una muy fuerte revalorización de los vientres, que luego terminó derramando hacia el resto de las categorías, llegando incluso al mercado de reproductores”.

En el último año, los economistas de Rosgan encontraron que al comparar las variaciones interanuales a junio de cada año, para los distintos segmentos de mercado (cría, invernada y gordo), vieron que «en los últimos tres ciclos, tanto el ternero de invernada como la vaquillona preñada -tomada en este caso como referencia de precio para la cría-, han tenido una trayectoria a la suba que terminó superando la apreciación del dólar oficial«.

Observando otras categorías, en el caso del novillito gordo, su performance no fue superadora durante el primero de los ciclos analizados puesto que su límite de suba está más directamente condicionado por la elasticidad de compra del consumidor local.

«En los últimos doce meses, medidos a junio de este año, el dólar oficial se apreció en un 31% interanual. En el mismo período, la vaquillona preñada exhibió una suba del 79% mientras que, tanto el ternero como el gordo, registraron subas del 60% y 62% interanual respectivamente, superando incluso el incremento general de precios mayoristas que estaría acumulando una variación del 58% interanual”, explicaron.

Vaivenes estacionales

Desde Rosgan enfatizan en que a la hora de determinar conclusiones, se debe tener en cuenta la estacionalidad de la actividad ganadera en general.

«Si ajustamos el análisis a estos primeros seis meses del año, está claro que el valor de la hacienda viene moderando las subas e incluso en algunas categorías comienza a perder algo de valor en términos reales», dijo Raúl Milano. Y luego detalló el caso del novillo gordo que en los últimos dos meses registra una pérdida real cercana al 8% o del ternero que, presionado a su vez por el pico de oferta que generó la zafra, cayó más de un 12% desde abril a la fecha, medido también en pesos constantes ajustados por el Índice De Precios Mayoristas (IPIM).

La ganadería es «un bien de libre acceso lo suficientemente líquido como para asegurar una rápida monetización en caso de requerirlo», destacaron especialistas.

«En los próximos meses la oferta de invernada liviana empezará a escasear, lo cual pondrá nuevamente mayor presión sobre los valores de reposición que terminarán luego expresándose en subas del gordo hacia fin de año», explicó.

En tanto los valores para la cría siguen siendo buenos, de acuerdo a lo que estiman los analistas. El precio del ternero se mantendrá  dentro de sus niveles más elevados en términos históricos y la vaca de descarte ofrece valores que permiten mantener adecuados niveles de reposición.

«La rueda productiva continúa girando favorablemente para la ganadería, especialmente si nos centramos en la solidez que proyecta la demanda internacional y los muy buenos valores que estamos teniendo en el mercado local. Esto que convierte a la actividad en un atractivo para el resguardo de valor», concluyó Milano, presidente de Rosgan.

(ValorLocal)