Luego de mas de cinco horas de debate, el Senado le dio luz verde al proyecto en general, con 61 votos a favor, 8 negativos y ninguna abstención. Con un dato adicional de alto interés político: todos los senadores de Pro, salvo la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, acompañaron el proyecto opositor. Los tres senadores por Entre Ríos, Alfredo De Ángeli, Edgardo Kueider y Estela Olalla, votaron a favor de la recomposición.
Según informó La Nación, el resto del rechazo estuvo dado por los siete senadores de La Libertad Avanza. Minutos después se aprobó todo el articulado en particular con la misma mayoría. Solo hubo tres ausentes: Maximiliano Abad (UCR), Alejandra Vigo (Cambio Federal) y Silvina García Larraburu (UxP).
La posibilidad del veto
Al no haber cambios, el texto no será revisado por Diputados, una de las alternativas que buscaba el oficialismo para demorar la reforma. Queda en manos del presidente Javier Milei promulgar la norma, o vetarla. “Todo lo que vaya en contra de las cuentas públicas se va a vetar”, confirmó esta mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni.
La actitud de los cinco senadores Pro que votaron a favor supuso un viraje respecto del comportamiento de sus pares en Diputados. En ese momento, la bancada macrista jugó en alianza con el oficialismo y rechazó la propuesta opositora porque, según argumentaron, impactará negativamente en el equilibrio fiscal que el Gobierno procura preservar.
Este giro sustancial de Pro, que permitió que el proyecto obtenga holgadamente una mayoría difícil de vetar por el Poder Ejecutivo, se da en el marco de una escalada de tensión entre el macrismo y los libertarios. Pro le reprocha al oficialismo incumplir el acuerdo por el que el senador Martín Goerling Lara ocuparía la presidencia de la Comisión Bicameral de Inteligencia, sí como la restitución de los fondos coparticipables que el gobierno nacional le adeuda a la Ciudad.
Ayer, la porción de diputados que responden directamente a Mauricio Macri rechazaron el Decreto de Necesidad y Urgencia 656/2024 por el que Milei incrementó los gastos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y dio el puntapié inicial que exhibió la nueva actitud que los exaliados del oficialismo tendrán en el Congreso.
La vicepresidenta, Victoria Villaruel, quien presidió gran parte de la sesión, se retiró al momento de la votación y dejó en su lugar al vicepresidente del cuerpo, Bartolomé Abdala. De esta manera, Villarruel evitó estar presente en el momento en que el Senado aprobaba una ley que el Gobierno ya avisó que vetará.
El proyecto
La iniciativa que impulsa la oposición fija una recomposición del 8,1% de inflación correspondiente al mes de enero, que no fue incluida en la actualización que el Presidente determinó por decreto, en abril. Sumado a esto, define al Índice de Precios al Consumidor (IPC) mensual como la variable de la movilidad para las jubilaciones, que deberán estar por encima del valor de la canasta básica de alimentos. Además, crea una cláusula gatillo anual que se aplicará automáticamente siempre que los salarios hayan subido más que la inflación y será del 50% de esta diferencia. Por último, exige que en un plazo de seis meses el Poder Ejecutivo salde las deudas con las 13 provincias cuyos sistemas previsionales no fueron transferidos al Estado Nacional y cumpla las sentencias judiciales firmes a favor de los jubilados.
Fuente: APFDigital