El Poder Ejecutivo estudia un solo incremento anual · Serían «tarifas de transición», que durarían todo el año Recién para 2022 está prevista la revisión tarifaria integral (RTI), que sería el cumplimiento del marco regulatorio del sector.

 

 

A partir de enero venidero se producirá una actualización en las tarifas de electricidad y gas. Desde el gobierno señalan que será «algo en línea con la inflación». En ese caso, se trataría de una recomposición de entre 25% y 28%, aunque el secretario de Energía, Darío Martínez cree que hay sectores que pueden afrontar una recomposición mayor.

 

Así, hay clientes que tendrán un incremento del 10% y otros, superiores al 50%. «Al que puede pagar, vamos a tratar de cobrarle el costo», dijo el funcionario.

 

Las empresas dicen contar con la información necesaria para aplicar aumentos segmentados.

 

El Poder Ejecutivo estudia un solo incremento anual. Serían «tarifas de transición», que durarían todo el año. Recién para 2022 está prevista la revisión tarifaria integral (RTI), que sería el cumplimiento del marco regulatorio del sector.

 

Los subsidios, que ahora corren para todos, podrían recortarse para ser asignados en forma más específica. En la mira hay un 20% del padrón de usuarios residenciales de luz y gas. Allí el aumento podría rondar el 50% al 60%.

 

El porcentaje de los que podrían pagar un aumento difiere según región geográfica, o si se trata de luz o gas.

 

En distribución eléctrica, hay dos grandes grupos de altos consumos. Uno es de viviendas amplias o muchos aparatos eléctricos. Pero el otro se encuentra en barrios de emergencia. Allí, frente a la ausencia de redes de gas natural y agua, la electricidad se usa para otros artefactos.

 

La idea del Gobierno sería avanzar con aumentos para segmentos acomodados o poder adquisitivo medio, excluyendo los barrios de emergencia.

 

Hay un 30% del padrón eléctrico que escaparía de los aumentos, o estaría por debajo de la inflación. El secretario Martínez cree que los programas de asistencia de ANSeS, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) pueden funcionar como referencia. Sus beneficiarios no pagarían aumentos, o recibirían incrementos mínimos.

 

En cambio, hay un 40% de consumos medios que convive con realidades mixtas. Allí hay tanto beneficiarios de planes sociales como trabajadores que pagan impuesto a las Ganancias. En el Gobierno lo identifican como «clase media» al que no quieren afectar. (Fuente: Clarín)