El Gobierno dispuso un aumento en las tarifas de electricidad para empresas y comercios, que dejarán de recibir tarifas subsidiadas. Según explicaron en la Secretaría de Energía, la medida busca corregir un “tratamiento desigual” en el costo de la energía eléctrica que había entre usuarios de más de 300 Kv diarios.

La medida subdivide la categoría de usuarios de más de 300 Kv (que se conoce como GUDI, por Grandes Usuarios de la Distribuidora) en dos grupos: general, por un lado, y organismo y entes públicos, por el otro, excluyendo a las instituciones públicas que prestan servicios de salud y educación de los tres niveles del Estado, que seguirán con la tarifa subsidiada.

Según los datos de la Secretaría, en la Argentina existen al menos 2.900 grandes consumidores de energía eléctrica —sobre un total de 650.000 pequeños y medianos comercios, talleres, industrias y prestadores de servicios— que tenían un subsidio que significaba un “diferencial de costos” y un beneficio con respecto a sus competidores en la provisión de los mismos bienes y servicios.

De acuerdo al detalle, estas industrias beneficiadas iban desde fábricas automotrices hasta grandes espacios comerciales, incluso petroleras. Poro otro lado, escuelas, hospitales y universidades públicas seguirán dentro de la tarifa subsidiada.

Con todo, desde el Gobierno aclararon que la medida no alcanza a los 15 millones de usuarios del servicio de distribución de energía eléctrica por redes, ni en las 650.000 pymes, comerciales, industriales y de servicio, y remarcaron que solo involucra a unos 2.900 grandes usuarios que consumen más de 300 Kv diarios abastecidos por las distribuidoras eléctricas. De esta forma, pasarán a pagar el mismo precio de la energía eléctrica que el resto de las empresas de similar tamaño y consumo de electricidad. (Fuente: Infobae)