El precio internacional de la soja cotiza por debajo de los 500 dólares

Atrás quedó el inicio del mes de mayo con una soja cotizando en el mercado internacional de Chicago a 600 dólares la tonelada. En el comienzo de los negocios del día de hoy, la posición a julio de la oleaginosa registra bajas de USD 11,02 en el día y la tonelada cotiza a USD 497,88.

También se registran bajas en los cereales, donde los contratos de maíz con vencimiento en julio próximo operan con caídas de USD 3,74 y cotiza a USD 257,77 la tonelada. En el caso de los contratos de trigo del mencionado mes, los mismos registran bajas de USD 4,96 y operan a USD 238,01 la tonelada.

Según datos de consultoras privadas, en el caso de la soja hay pocos cambios en las previsiones climáticas para los próximos 15 días, con buenas lluvias para el centro y este del cinturón, particularmente para el suroeste de Iowa, norte de Illinois, norte de Indiana y suroeste de Michigan. Por otro lado, China sigue mostrando un interés moderado de compra de poroto estadounidense, alcanzando ya las 700 mil toneladas aproximadamente esta semana y esto es algo que quizás comienza un poco antes de lo que anticipaba el mercado.

Por el lado del maíz, hay una ayuda de los pronósticos más favorables mostrando precipitaciones para la zona centro y este del cinturón maicero de los Estados Unidos, provocando mejores expectativas sobre la recuperación de los cultivos y las calificaciones de calidad. Y por último el trigo, las lluvias pronosticadas para esta semana no alcanzarán a cubrir las zonas más afectadas por la sequía, como las Dakotas y Minneapolis. Los analistas sostienen que la sequía que atraviesa la zona norte de los Estados Unido, es la peor en más de 10 años.

Volviendo a lo que sucede con los precios externos de la soja, los especialistas coinciden en la existencia de tres factores fundamentales que definen la volatilidad del mercado: el primero tiene que ver con las perspectivas climáticas de Estados Unidos. La segunda radica en la incertidumbre sobre el porvenir de la política de biocombustibles que tomará la administración Joe Biden, sobre todo en lo que respecta al cumplimiento de la tasa de corte con combustibles fósiles; y la tercera se desprende de un cambio de expectativas respecto a la posibilidad de que la Reserva Federal suba la tasas de interés, lo que provocaría una fuga de los fondos especulativos hacia otras inversiones.

(Fuente: Infobae)