Las restricciones a las importaciones, la incertidumbre económica luego de la salida del ex ministro de Economía Martín Guzmán, la disparada de los dólares paralelos y la subas preventivas en los comercios o falta de referencias de precios en rubros de bienes durables (como electrodomésticos, automóviles o materiales de construcción) impactaron directamente en los precios y anticipan una alta inflación para el cierre de este mes de julio.

En este contexto, en la tercera semana de julio la suba de precios de los alimentos promedió 2,1%, según datos de la consultora LCG. El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 5,8% promedio en las últimas 4 semanas (la última de junio y las tres primeras de julio) y 6,7% de punta a punta en el mismo periodo, detallaron.

La mitad de las categorías tuvieron incrementos por encima del 2% semanal. Según el relevamiento de la consultora, en la tercera semana de julio, la variación semanal fue de 6,5% en verduras; 3,2% en azúcar, miel, dulces y cacao; 2,9% en panificados, cereales y pastas; 2,2% en condimentos; y 2,2% en bebidas e infusiones. Además, por tercera semana consecutiva el porcentaje de productos con aumento fue del 30 por ciento.

Así, en promedio, si se toman las últimas cuatro semanas a la tercera semana de julio, los productos de panificación, cereales y pastas tuvieron una variación promedio de 8,1%; verduras, 7,1%; lácteos y huevos, 7%; bebidas e infusiones, 7%, y condimentos, 6,7 por ciento.

La asociación Consumidores Libres, que encabeza Héctor Polino, hace un relevamiento semanal de precios de entre 21 productos de la canasta básica (alimentos envasados, frutas, verduras y carnes) supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires y detectó en las dos primeras semanas de julio un aumento promedio de 3,39% y desde el de enero de este año acumula 38,75% de suba.

Los productos de almacén que más subieron en las dos primeras semanas de julio según este relevamiento fueron:

– Aceite de girasol, de 1 ½ litro, pasó de $620 a $750 (20,97%);

– Azúcar común, de un kilo, de $185 a $195 (5,41%);

– Fideos de 500 gramos, de $175 a $185 (5,71%);

– Harina de trigo, de un kilo, de $180 a $190 (5,56%);

– Huevos por docena, de $370 a $400 (8,11%); y

– Yerba, un kilo, de $750 a $770 (2,67%).

Para la consultora Ecolatina, el índice de precios de alimentos trepó 7,9% en la primera quincena de julio respecto a igual período del mes previo, impulsados por las restricciones a las importaciones impuestas desde fines de junio, porque generaron alta incertidumbre sobre los costos de reposición.

También se destacaron algunos aumentos marcados en productos durables: por ejemplo, artefactos para el hogar 12,9%, muebles 13,8%, herramientas 16%, adquisición de vehículos 9,2%, accesorios y repuestos de automotores 20,4%, equipos de audio, televisión y video 12,6%, entre otros.

“Hay un estado de incertidumbre absoluto, total, rayano a la paranoia, porque nadie sabe qué va a pasar con los costos en la Argentina. Todo está atado al doblar blue y el comerciante no sabe a qué precios vender. El problema en la Argentina es la política; mientras no se solucione desde la política y no se den señales contundente de las cosas que hay que hacer y generar certidumbre esto va a estar todos los días un poco peor”, señaló a Infobae Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).

Los especialistas en consumo anticipan que viene una contracción del gasto de las familias muy relevante.

En algunas cadenas de supermercados, donde se observa el consumo más básico y urgente, y aparece como el último eslabón en resignarse, hubo un aumento de facturación en los últimos días, según fuentes del sector, lo que muestra una tendencia al stockeo, pero aseguran que aun es muy pronto para sacar conclusiones que confirmen ese comportamiento más allá de estos días puntuales. (Fuente: Infobae)