Ganadería: reducen emisión de gases con más tecnología

La FAO apoya 30 proyectos ganaderos en doce países de la región para incentivar acciones tendientes a reducir las emisiones de metano, a través de innovación tecnológica, incentivos y alianza con productores.

Uno de los grandes anuncios hechos durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), fue el compromiso de más de 100 países de reducir en un 30% sus emisiones de gas metano para el año 2030. Hacer realidad el acuerdo, que incluye a 19 países de América latina y el Caribe, requiere acciones concretas e integrales. Una de ellas es la reducción de las emisiones de metano de la ganadería, a través de innovación tecnológica, incentivos y alianzas con productores.

Andrés González, Oficial de Ganadería, Sanidad Animal y Biodiversidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló que “si bien el dióxido de carbono es más abundante y tiene una vida más larga, el metano _que dura sólo cerca de 8 años en la atmósfera_, es 80 veces más potente en términos de su efecto en el calentamiento del sistema climático”.

La FAO está apoyando 30 proyectos ganaderos en doce países de la región que tuvieron resultados asombrosos, generando en algunos casos, incrementos superiores al 50% en el rendimiento productivo y reduciendo en 20% las emisión de gases de efecto invernadero. “Estos resultados son fruto de mejoras en la gestión del ganado, en el cuidado de los pastos y en el tratamiento de residuos orgánicos para generar energía a través de la biomasa”, dijo.

El oficial de la FAO señaló que estas mejoras también son producto de la recuperación de nutrientes, donde los residuos orgánicos se utilizan como fertilizantes para abonar el suelo. “Esto no solo permite cambios sustantivos a nivel de emisiones, sino también una mayor rentabilidad, beneficiando directamente a familias y pequeños productores”, agregó.

Los proyectos apoyados por la FAO también mejoraron la salud del ganado minimizado los gastos en agroquímicos, lo que permite generar ahorros económicos.

En los últimos dos años la FAO trabajó con productores, asociaciones gremiales, gobiernos, comercializadores, consumidores, ambientalistas, científicos y organizaciones internacionales para demostrar que la ganadería sostenible es beneficiosa para todos. Para la FAO, el objetivo final es lograr emisiones cero a nivel neto; es decir, lograr que la producción de la ganadería no emita más gases de efectos invernadero que lo que logran capturar los árboles y pastizales utilizados para dicha producción.

América latina y el Caribe aporta hoy el 44% de las exportaciones globales de carne de res y el 42% de las exportaciones de pollo. En países como Argentina, Brasil, México, Paraguay y Uruguay, la industria ganadera hace un aporte clave a sus economías.

La organización estima que la demanda mundial de carne aumentará 14% en la próxima década. Este aumento puede ser muy positivo para los 14 millones de hogares de pequeños productores, para quienes la ganadería es su sustento. Pero para responder a esa demanda y ser amigable con el medioambiente, es precondición volverla sustentable.

Durante la 37ª Conferencia Regional de la FAO, todos los países de la región plantearon la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles. Para González, la evidencia disponible en América latina y el Caribe muestra que es perfectamente posible impulsar modelos ganaderos sostenibles que aumentan la producción y reducen al mismo tiempo sus emisiones de gases. (FUetne: Agroclave)