Rosario: startup orientada a los residuos industriales sale a buscar nuevas inversiones

Mycorium Biotech, una startup dedicada a transformar residuos agroindustriales en cuero sostenible, busca inversiones para hacer los últimos testeos del producto y salir al mercado.

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Mycorium Biotech está transformando residuos agroindustriales en cuero sostenible. La startup busca promover una alternativa innovadora mediante la utilización de tecnologías exponenciales como biología sintética y fermentación de precisión para transformar una de las industrias más contaminantes del mundo.

Uno de los principales inversores de Mycorium Bioteches es SF500, el fondo de inversión que lidera Bioceres que ya lleva invertidos más de 8.6 millones de dólares en 24 compañías biotech de Argentina. Pero ahora va por más. Las posibilidades de colocar su producto en los mercados internacionales son gigantes.

La diversidad de aplicaciones de este material es uno de los principales atractivos. Permite ser implementado desde una zapatilla hasta bolsos y carteras, sólo por mencionar algunos casos. Una vez que termine de ser desarrollada, esta innovación les garantizará a las marcas de lujo y de fast fashion cumplir con sus objetivos sostenibles con un material innovador, competitivo en precio y calidad y al menos 10 veces más sostenible que los materiales convencionales.

«El uso de hongos en la industria de la moda se posiciona como una alternativa sostenible y creativa. Desde Mycorium buscamos dar una solución a un problema multifacético como es la huella de carbono y la hídrica del cuero. Nuestro propósito es contribuir a un modelo de economía circular, apalancados en el poder de la ciencia y con un modelo de negocio que es 100% escalable y sobre todo, sustentable”, afirmó Agustín Schiavio, CEO y co-fundador de Mycorium Biotech, la empresa que nació en el seno del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos Rosario (Iprobyc).

Tendencias en el mundo de la moda

La preocupación sobre los impactos que tiene la moda sobre el planeta ha llevado a la sociedad a replantearse la forma de consumir. Según la ONU, se estima que la cadena de valor textil es responsable de entre el 2% y el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, así como de una contaminación significativa, extracción de agua e impactos sobre la biodiversidad. Esto incluye el consumo de 215 billones de litros de agua al año (equivalente a 86 millones de piletas olímpicas) y el 9% de la contaminación anual de microfibras en los océanos.

Por otra parte, el 60% de los 100 mil millones de ítems fabricados anualmente son a base de plásticos, de los cuales el 87% termina en un relleno sanitario o incinerados. Estos patrones de consumo traen aparejados una crisis que resulta insostenible. (Fuente: La Capital)

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