Francia criticó el acuerdo UE-Mercosur y propone hacer uno nuevo

El pacto, que se negocia desde 1999, prevé eliminar la mayoría de los aranceles entre las dos zonas creando un espacio comercial de más de 700 millones de consumidores.

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El presidente francés, Emmanuel Macron, tachó de «muy malo» el acuerdo de libre comercio negociado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) y propuso hacer «uno nuevo», durante el segundo día de su visita a Brasil.

El acuerdo «tal como se negocia actualmente es un acuerdo muy malo para ustedes y para nosotros», dijo en un foro económico en Sao Paulo.

El pacto, que se negocia desde 1999, prevé eliminar la mayoría de los aranceles entre las dos zonas creando un espacio comercial de más de 700 millones de consumidores.

Pero está encallado por el rechazo declarado de Francia y reticencias dentro de la Comisión Europea.

«En ese acuerdo no hay nada que tome en cuenta el asunto de la biodiversidad y del clima. ¡Nada! Por eso digo que no es nada bueno», enfatizó Macron ante un auditorio con empresarios brasileños.

El presidente francés llamó a construir otro acuerdo entre la UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia), que involucre los temas ambientales.

«Negociamos con el Mercosur desde hace 20 años. Hagamos un nuevo acuerdo (…) que sea responsable desde un punto de vista de desarrollo, de clima y de biodiversidad», insistió.

Tras un acuerdo político en 2019, la oposición de varios países, incluyendo Francia, bloqueó su adopción definitiva, un rechazo que se ha reforzado con la crisis agrícola que sacude Europa. Otros países como Alemania y España abogan por su adopción.

En cambio, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, es un declarado entusiasta del acuerdo de libre comercio. A principios de marzo, se mostró optimista en cerrarlo, durante una visita del jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, que también aboga por ello.

Macron pasó por la capital financiera de Brasil tras encabezar por la mañana junto a Lula la inauguración de un submarino francobrasileño cerca de Rio de Janeiro.

El evento sirvió para ensalzar la asociación estratégica entre los dos países.

El sumergible «Tonelero», de propulsión convencional y fabricado con cooperación francesa en el astillero naval de Itaguaí, fue bautizado con el golpe de una botella de espumante por la primera dama brasileña, Rosangela da Silva, Janja.

Los dos mandatarios subrayaron la importancia de esa asociación en un mundo marcado por guerras y las perturbaciones globales.

«Va a permitir que dos países importantes (…) se preparen para que podamos convivir con esa diversidad sin preocuparnos por ningún tipo de guerra porque somos defensores de la paz», dijo Lula.

El «Tonelero» es el tercero de cuatro Scorpene a propulsión convencional previstos bajo el Prosub, un programa por 7.200 millones de dólares para desarrollar los submarinos brasileños y su industria.

El «Angostura», el último de estos ejemplares destinados a la protección de los 8.500 km de costas del gigante latinoamericano, debe ser lanzado al mar en 2025.

El acuerdo con Francia, que data de 2008, prevé también un quinto sumergible, que sería el primero de Brasil con propulsión nuclear.

«Quiero que abramos un capítulo para nuevos submarinos (…), que miremos de frente la propulsión nuclear siendo perfectamente respetuosos de todos los compromisos de no proliferación», dijo Macron.

«Francia estará junto a ustedes», agregó el presidente francés.

Brasilia busca convencer a París de que aumente su transferencia de tecnología para integrar el reactor y de que le venda equipamiento ligado a la propulsión nuclear (turbina, generador).

«Si Brasil quiere acceder a los conocimientos de tecnología nuclear, no es para hacer la guerra. Los queremos para garantizar a todos los países que quieren la paz que Brasil estará a su lado», declaró Lula.

El martes, primer día de la visita, Macron y Lula anunciaron un programa para recaudar 1.000 millones de euros (1.080 millones de dólares) para invertir en proyectos de economía sostenible en la Amazonía brasileña y francoguayanesa.

Francia es el tercer mayor inversionista en Brasil, con cerca de 38.000 millones de dólares, según datos del gobierno brasileño.

Macron volverá a reunirse el jueves en Brasilia con Lula, en su último día de visita oficial. (Fuente: Ámbito Financiero)

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