Santa Fe abarca el 80% de la producción nacional con 18 plantas productoras que se dividen en dos grupos: PyMES que compran aceite de soja para producir biocombustible e industrias integradas que abarcan toda la cadena.
Por Marlene Vallejos
Santa Fe es la principal productora de biodiesel de Argentina, concentra el 80% de la producción instalada en el país y cuenta con una capacidad de molienda de casi 4 millones y medio de toneladas al año. Además del gran aporte ambiental de esta industria, desde ENERFE SAPEM, sostienen que la economía del biocombustible puede ayudar a la macroeconomía argentina ya que toda la cadena de la soja se paga en pesos.
“Cuando nosotros importamos gasoil, aunque sea a precio competitivo, se genera mucha presión sobre la divisa porque se paga en dólares”, explicó a Valor Local Juan Dangelosante, presidente de Enerfe. Así, aunque el precio del biocombustible sea más elevado, su producción saca presión sobre el dólar que es hoy el principal cuello de botella que tiene la Argentina.
Según datos de un informe difundido por la Fundación Innova-T de CONICET junto a la empresa provincial ENERFE SAPEM y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), en el periodo 2010 – 2020 las importaciones de gasoil han requerido una salida de divisas de 24.405 millones de dólares.
“Si se computa la producción de biodiesel para mercado interno en toneladas equivales de gasoil, se observa que la producción local de biodiesel ha supuesto un ahorro de divisas por 6.451 millones de dólares para el periodo 2010 – 2020”, señalaron en el documento.
Producción de biodiesel en Santa Fe
En la provincia se localiza el complejo oleaginoso más importante del mundo, que incluye la producción de granos, el transporte, el almacenamiento, la industrialización en aceites crudos y refinados, otros subproductos de la industria aceitera procesados y biodiesel. Además, la posición estratégica geográfica que brinda el puerto de Rosario genera ventajas en relación a los costos de transporte.
“El principal puerto de crushing de cereales del mundo está en Santa Fe y comprende la zona que se extiende entre Timbúes y Villa Constitución, por ahí salen todos los granos, pero también los productos elaborados”, describió Dangelosante.
La industria santafesina del biodiesel es un sector muy pujante que se divide en dos grandes áreas. Por un lado, están las PyMES que compran aceite de soja para producir biocombustible; y por otro lado encontramos a las industrias integradas que abarcan toda la cadena: tienen los campos, los granos, hacen el crushing, producen el aceite y después producen el biocombustible. Estas últimas son las que exportan.
En total, en Santa Fe, hay 18 plantas productoras de biocombustible que producen el 80% del biodiesel del país. En tanto que durante el periodo 2010 – 2022, la provincia aportó un 79,96% del total de la producción nacional.
Sequía
Las condiciones meteorológicas adversas registradas en los últimos meses en nuestro país impactaron en la producción santafesina de biodiesel. Así, durante el primer bimestre de 2023 se registró una baja de 83% a causa de la menor disponibilidad de aceite de soja por efecto de la sequía.
“La afectación de la sequía en el crushing es doble porque tiene que ver con el volumen, pero también con la calidad de la soja que estamos obteniendo. Es una calidad inferior, por ejemplo en cuanto a color y cantidad de aceite”, detalló Dangelosante.
Pese a este escenario, “las plantas de crushing tienen que seguir trabajando entonces se está importando soja de Brasil para que puedan seguir produciendo”, explicó y agregó que “siempre se importó algo de poroto de soja para crushing pero en un porcentaje mucho menor al actual”.
Mercado del corte
Todos los combustibles líquidos en Argentina tienen parte de biocombustible. Las naftas se mezclan con bioetanol de caña de azúcar o de maíz; y los diéseles se mezclan con biodiesel de soja.
“Esto está establecido por la Secretaría de Energía de la Nación que dice de cuánto debe ser el corte de acuerdo a la necesidad. La ley fija un mínimo del 5%; hoy el corte es del 7,5%”, indicó el presidente de Enerfe.
El reclamo actual del sector es por los cortes libres, hay aspectos relacionados a esta cuestión que todavía no están reglamentados en la Ley 26.093.
“Es algo que las provincias productoras de biocombustibles queremos obtener para poder aumentar la cantidad de corte independientemente de lo que le establezca la Secretaría de Energía”, manifestó Dangelosante. Con este punto reglamentado, las provincias podrían llevar el corte actual del 7,5% al 20%.
El biodiesel producido por las Pymes se vende al corte de combustible y es comprado por las refinadoras como YPF, SHELL o AXION. Estas empresas están obligadas a comprar el biocombustible para mezclarlo con sus productos y así bajar la huella de carbono. “Esto mejora la calidad del diésel en todo sentido. Si se usara biodiesel puro, los gases de efecto invernadero bajarían en un 70% comparado con las naftas. Ambientalmente el biocombustible es una gran ventaja”, resumió.
Industria estratégica y competitiva
Del total de la producción de aceite crudo de soja, más del 60% se destina a la exportación, el resto va para la producción de biodiesel y a la refinación, tanto para consumo doméstico como para otras industrias.
En relación al aspecto social, en Argentina la industria del biodiesel genera 81.200 puestos de trabajo directos. En Santa Fe son aproximadamente 50.000.
Cuando hablamos de biocombustibles, nos referimos a un sector que pareciera no tener techo. En Santa Fe están trabajando para sumar aportes al campo de las biorrefinerías.
“En el proceso de elaboración del biodiesel hay un subproducto de la soja que es la glicerina; cuando es refinada aumenta exponencialmente su valor. La etapa que sigue a estos productos es la biorrefinería, así, los productos de la petroquímica que se obtienen del petróleo, como por ejemplo el PET, se pueden obtener también de los biocombustibles agregando mucho más valor a la cadena y generando una nueva industria que es muy demandada en Europa por la huella de carbono que es exigida en los productos”, explicó Dangelosante.
Otro de los mercados a los que se busca llegar con los biocombustibles es al de la generación de energía eléctrica. “Es algo que estamos buscando”, declaró y agregó que “hay problemas técnicos porque las máquinas que generan energía eléctrica, y que funcionan con combustibles fósiles, no están preparadas para el trabajo con biodiesel, hay que hacer pruebas para conseguirlo porque es un mercado potencial muy grande”.
A futuro en Santa Fe
Dangelosante no tiene dudas al afirmar que el aporte de los biocombustibles a la Argentina es fundamental para bajar la huella de carbono, algo indispensable para posicionar a los productos nacionales en el mercado internacional, fundamentalmente en Europa.
“También estamos buscando nuevos mercados, como por ejemplo el uso de biodiesel puro en algunas flotas del Estado”, señaló. En relación a este punto, hace unos años en Rosario prosperó un proyecto que hizo posible que las empresas de transporte público de pasajeros utilizaran 100% biocombustible.
Aunque la iniciativa no pudo sostenerse en el tiempo por el aumento en el valor del poroto de soja y las reglas del capitalismo que marcan el ritmo de los precios, se pudo mostrar que el biodiesel es un producto confiable y que se puede utilizar. Todo indica que este es el camino.
(Fuente: ValorLocal)