EL REPERFILAMIENTO DE LA SOJA Y EL MAÍZ EN EL NUEVO ESCENARIO DEL PAÍS

Tras las elecciones PASO, el cereal retrae su gran envión y la oleaginosa recupera área de siembra •  Proyectan una cosecha de 131,7 millones de toneladas.

La versatilidad del agro argentino está mostrando una nueva página; una vez más demostrando su forzosa adaptabilidad al contexto económico-político del país, que se modificó tras las elecciones PASO del 11 de agosto.

Así quedó reflejado en los números presentados por Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales. “Hasta hace un mes, el área de maíz iba a incrementarse 6,6%, alcanzando un potencial de siembra de 6,7 M/ha. Sin embargo, la reducción de márgenes y una peor relación insumo-producto, junto con la incertidumbre política impactaron en la toma de decisiones llevando la estimación del incremento a sólo 1,3%, o sea, de 6,3 M/ha en 2018/19 a 6,4 en 2019/20”, explicó el ejecutivo de la entidad porteña.

Así las cosas, “caería la producción de las 50,6 Mt del año pasado a 50 Mt en este ciclo, por la menor inversión en tecnología y posibles impactos climáticos”, informó Copati en el lanzamiento de la campaña agrícola 2019-2020.

Respecto de la soja, Copati aseguró que “hace dos semanas pensábamos que la soja iba a perder superficie” pero “la oleaginosa supo capturar el enfriamiento del maíz y las pérdidas del girasol” para tener hoy un mejor pronóstico de 17,6 M/ha versus las 17,4 de la campaña pasada”. Sin embargo, los analistas de la Bolsa no creen que la producción sojera alcance las 55,1 millones de toneladas de la campaña pasada. Creen que quedaría en 51 Mt, pero la siembra se definirá en los próximos dos meses, casi a la par del rumbo del país.

Con todo, la que viene sería una campaña récord en área sembrada. Contando dobles cultivos, es decir el aprovechamiento del campo más de una vez al año, alcanzaría las 34 M/ha (un incremento importante desde 2014/15 cuando se habían sembrado 31,8 M/ha). En producción total, serían 131,7 Mt, inferior al récord del ciclo pasado de 135,3 Mt.

Volviendo a la perspectiva histórica, Copati destacó que “hace cinco años se produjeron 112 Mt, y desde entonces se produjo un gran cambio, motorizado en gran parte por la evolución de trigo y maíz, con 61 y 63% más de superficie, respectivamente. En producción, el trigo aumentó 63% y el maíz un 81%, mientras que la soja redujo 9%.

“La campaña 2019/20 registra márgenes más ajustados, mayores restricciones de financiamiento y estará signada por la incertidumbre en las reglas de juego. Los precios hoy a cosecha de soja y maíz están por debajo de los precios que se registraban hace un año, muy por debajo de la campaña anterior”, descfribió en el mismo panel Milagros Ibarguren, economista de la Bolsa.

Respecto del uso de tecnología, Sofía Gayo, del Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la Bolsa, distinguió que “el nivel de adopción es una cosa, y está bien ponerle un número, pero el otro aspecto de esto es el uso concreto de estas herramientas”. Y agregó: “A veces, se simplifican procesos dentro de un sistema productivo que es complejo, lo que puede generar consecuencias indeseadas”.

En lo que Gayo llamó “ejes para un sistema sustentable”, destacó tres factores: la siembra directa, las rotaciones y el uso de cultivos de servicio. “En siembra directa, Argentina es referente, con más del 90% de la superficie con este sistema hace ya una década, en rotaciones estamos mejor, con 42% de gramíneas la última campaña, pero recién se está empezando con los cultivos de servicio”, dijo. Mostró que hasta la última campaña, sólo el 13% de los productores usaba este tipo de cultivos y que donde más se usa es en el norte del país, y otras regiones “de suelos frágiles”.

El líder de Investigación y Desarrollo de CREA, Federico Bert, propuso mirar el vaso medio lleno y el medio vacío. “Tenemos que estar orgullosos de algunas cosas logradas como es que se ha multiplicado por tres la producción en algo más de dos décadas”, dijo. Entre los “pendientes”, marcó que “no se le saca todo el jugo a las tecnologías, pasa en soja, pasa en maíz, donde los rendimientos están entre el 60 y el 70% del potencial alcanzable”. Por eso, cree que “hoy hay margen de mejora con lo que tenemos, no hace falta más, sino usar mejor eso que hay”. La aplicación variable de insumos es una herramienta. Pero “sólo un 10% de los productores la utiliza, más que nada en el norte del país”. puntualizó Gayo.

Concluyó Bert en que que “muchas veces lo que pone trabas es la falta de capacitación. La ingeniería agronómica está más vigente que nunca”. Recomendó que “la astucia de saber combinar todas las tecnologías es la llave. Porque la tecnología habilita, la técnica, realiza”.  (Fuente: Clarín)

Fuente: (valorlocal.com.ar)