La compraventa de campos cayó el mes pasado más de un 30% y la actividad no logra despegar

Se trata del quinto mes consecutivo de merma. Según la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, las últimas estadísticas reflejan la compleja situación económica del país.

La compraventa de campos para la producción agrícola o pecuaria está lejos de despegar. En febrero de 2022 se registró, según los números aportados por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), el quinto mes consecutivo de baja que exhibe la actividad del sector inmobiliario rural. En un comienzo de año donde el campo debió enfrentar una situación climática compleja, con la profundización de la sequía y los incendios en las provincias del litoral.

La entidad que agrupa a las compañías del sector inmobiliario rural relevó un nivel del 19,76 puntos en su índice de actividad en el segundo mes del año, resultado que se presenta muy lejos de los 97,5 puntos de base que se constataron como pico máximo en septiembre de 2011.

“El mes de febrero marcó la quinta baja consecutiva del mercado inmobiliario rural”, señalaron en un comunicado los integrantes de la CAIR, tras informar sobre los resultados que presentaron las empresas asociadas a esta actividad en todo el país en el informe número 100 desde que se comenzó a evaluar la ocupación sectorial.

Además, desde la CAIR se indicó que con un nivel de 19,76 puntos para el mes pasado, se constató un 31% menos de actividad que el promedio registrado otros años, “lo que claramente es un indicador de la compleja situación económica que reporta la Argentina”. De esta forma y tal como se admite en el mercado local, la compra venta de campos no despega pese a los bajos precios que reportan los valores de la tierra destinada a la producción agropecuaria y a la importante suba que ofrecen los valores de los granos tras el conflicto bélico vivido en Ucrania tras la invasión de Rusia.

  • INVERSIÓN

Para el sector, el desincentivo a la inversión condiciona hoy al mercado, el cual se encuentra en los niveles más bajos de actividad de la última década. Allí pesa mucho también la situación política y económica por la que actualmente atraviesa la Argentina, con continuos ajustes en los impuestos y cambios en las reglas de juego para el sector agroindustrial. A todo esto hay que agregar, que en momentos también los productores están expresando su malestar por la política agropecuaria del Gobierno de Alberto Fernández, con críticas a la alta presión impositiva, la intervención en los mercados y el permanente cambio en las reglas de juego,

Por ello, los operadores del sector inmobiliario rural consignaron que “pese a que el valor de la tierra en la Argentina quedó por detrás de los precios que se registran en el resto del mundo, la coyuntura local es la que inhibe decisiones de inversión en el país. En este contexto, el mercado de tierras, sigue siendo de requerimientos muy puntuales y oportunidades de precio, con grandes diferencias entre inversor y propietario”, manifestó la Cámara a través de un comunicado.

En 2021 la actividad inversora se centró en la compra de lotes agrícolas y también campos mixtos, y en menor medida para la opción de la ganadería. Además, la CAIR relevó que el valor de lo campos mantuvo una tendencia de baja, y sin poder reducir más posiciones, se consolidó un nivel de amesetamiento, solo apoyado por el estímulo que logró aportar el buen nivel de precios que reportaron los granos en el mercado internacional y también los precios cárnicos. (Fuente: Infobae)