Cayeron las importaciones de energía en agosto

Según estimaciones preliminares, ese rubro demandó casi USD 1.000 millones menos al BCRA que en julio. El Gobierno e industriales vuelven a la discusión sobre el flujo de insumos para la producción.

Uno de los indicadores que más preocupación generó en el Gobierno nacional en los últimos meses aflojó en agosto y dio un alivio parcial a las arcas del Banco Central. Se trata del ritmo de importaciones mensuales, que en junio y julio fue tan alto que la balanza comercial externa del país fue deficitaria dos meses seguidos.

De acuerdo a cifras preliminares que circulan en los despachos de política económica, en agosto las importaciones habrían terminado cerca de los USD 7.850 millones, lo que implicaría una desaceleración respecto a los USD 8.210 millones que registró el Indec para julio. Un reajuste de las compras al exterior fue uno de los objetivos que se planteó el equipo económico que llegó con Sergio Massa al Ministerio de Economía, ya que consideraba que un grupo de importaciones “no prioritarias” deberían ser menores e insumir una menor cantidad de divisas.

En ese sentido, hubo durante junio y julio una cuenta que puso una enorme presión sobre el nivel de reservas: las importaciones de energía. Por cuestiones estacionales y por la suba del valor internacional de ese insumo, el Estado tuvo que destinar poco más de USD 4.200 millones para este rubro (USD 1.950 millones en junio y USD 2.280 millones en julio), que además el BCRA paga al contado porque no se puede abonar de forma financiada.

En agosto, según estiman los primeros números que manejan en el equipo económico, las importaciones de este tipo se desplomaron hasta unos USD 1.350 millones para el rubro Combustibles y lubricantes, que es la clasificación que hace el organismo estadístico. El dato oficial se conocerá dentro de dos semanas.

En el Banco Central estiman que además de la desaceleración marcada de importaciones de energía de agosto, en septiembre ese número debería ser incluso menor por el aumento de temperatura en todo el país que baja la demanda de GNL desde el exterior. Esto, según la tesis de Miguel Pesce, implicará un alivio a la fuerte presión que sufrieron las arcas de la autoridad monetaria.

El resto de los rubros de la importación, según las primeras cifras preliminares, tuvieron en todos los casos subas en la comparación con el mismo mes del año pasado. Los bienes intermedios, que en agosto del 2021 habían demandado unos USD 2.300 millones de reservas en este caso requirieron casi USD 3.000 millones. Los bienes de capital pasaron de USD 800 millones a unos USD 1.180 millones. Además, los bienes de consumo crecieron desde unos USD 590 millones hasta USD 760 millones.

La cuestión de las importaciones volverá a aparecer este miércoles en la agenda en una reunión que tendrá lugar en la Unión Industrial Argentina entre la plana mayor de la entidad y el secretario de Comercio Matías Tombolini, que tiene a su cargo la administración del comercio exterior. Los dirigentes fabriles aseguran que están “apretados” por la falta de insumos, maquinarias y repuestos.

Las dificultades para contar con importaciones de materia prima aparece desde hace meses en el tope en la agenda de preocupaciones de los ejecutivos fabriles. En una conferencia de prensa, la UIA, el principal directivo industrial mencionó que “estamos muy apretados por tema de insumos”, y dijo que “nos sentamos (con Tombolini) con el mismo espíritu que con la Secretaría de Energía: hicimos una mesa de trabajo, funcionó y estamos llegando a la primavera con problemas menores”, mencionó Funes de Rioja. Respecto a los insumos, el también presidente de Copal se preguntó “cómo no nos va a preocupar”, porque “no queremos que se pare una sola fábrica”. “Seguiremos dialogando, no es cuestión de pelearnos”, aseguró Funes de Rioja.

“La discusión está compleja y apremiante. Vamos a mostrar dónde tenemos los problemas y las angustias y las vamos a transmitir con todo realismo. No queremos que el país se pare. Pedimos insumos, repuestos y maquinaria, no estamos hablando de otra cosa. No es una advertencia ni amenaza”, concluyó sobre el tema el directivo fabril. (Fuente: Infobae)