El impacto del conflicto Rusia-Ucrania en las empresas argentinas

En comunicación con el programa Desde el Otro Lado (Radio Milenium), el analista y director de la consultora internacional Porter Novelli, Aldo Leporati, brindó declaraciones sobre el impacto que genera el conflicto entre Ucrania y Rusia en el empresariado argentino. También reflexionó sobre el accionar de las compañías extranjeras radicadas en el país asiático.

Inicialmente Leporati sostuvo que “hoy hay más de 100 empresarios argentinos que tienen negocios con Rusia y están en graves problemas porque las navieras están redefiniendo (sus rumbos) y no están yendo”. También destacó que “la devaluación del rublo hace estragos en el tipo de cambio y los giros bancarios están frenados, con lo cual se hace imposible que alguien quiera hacer negocios con Rusia”.

Respecto a las empresas extranjeras, el analista explicó que su salida del país asiático se deben “más por miedo a sanciones de los Estados Unidos” o porque es lo “políticamente correcto” y no por reales consecuencias productivas.

Leporati también recordó que el valor accionario de las compañías que cotizan en Wall Street “es un 85% intangible”. “Es lo que la gente piensa de esas marcas, si están haciendo las cosas bien o no, es decir, su reputación”, aclaró.

En este sentido el analista ejemplificó la situación relatando que la empresa textil japonesa Uniqlo continúa trabajando en territorio ruso bajo la consigna de que “la vestimenta es necesaria para la vida”, pero al mismo tiempo “donó 10 millones a la Agencia de Refugiados de la ONU para quedar bien y minimizar las críticas de cierta gente. Es una cuestión de perspectiva”, mencionó.

En esta misma línea Leporati recordó que, cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Coca Cola retiró su presencia de Alemania pero las fábricas locales continuaron funcionando mediante la reconfiguración de su producción.

“El CEO de Coca Cola Alemania les dice (a los científicos) en el laboratorio: ‘hagan una ‘fantasía’. Crean una nueva bebida de cola con desechos de algunas frutas y después termina siendo la Fanta que tenemos hoy actualmente. Es decir, la Fanta pasa a ser la gaseosa que se usó en la época del nazismo”.

También trajo a colación que cuando Rusia invadió Crimea en 2014, las empresas internacionales radicadas en Rusia “no tomaron ninguna acción y siguieron haciendo negocios igual”.

Finalmente, Leporati concluyó con una reflexión: “En un país donde no se respetan los derechos de las minorías desde la Caída del Muro, ¿por qué estas empresas no salieron antes?”.

(ValorLocal)