Bioetanol: De la recuperación a la incertidumbre

Tras un 2020 en el que la irrupción de la pandemia impactó fuertemente en el sector de bioetanol, el 2021 trajo una marcada recuperación tanto en la producción como en las ventas totales. La producción total de bioetanol alcanzó 1.008.057 t en el último año, un 25% más que en todo el 2020, mientras que las ventas sumaron 998.508 t, 30% por encima del volumen del año anterior. No obstante, tanto la producción como las ventas totales quedaron por debajo de años previos, es decir, aún no se recuperaron los niveles previos a la pandemia.

En cuanto al bioetanol en base a maíz, la situación evolucionó de manera similar. El total de toneladas producidas durante el último año sumó 522.606 t, registrando un incremento interanual de 26%, mientras que las ventas sumaron 474.128 t, 34% más que en todo 2020. Además, el diciembre último la producción de bioetanol en base a maíz alcanzó un récord histórico, obteniéndose 55.967 toneladas, superando el récord anterior de enero de 2020. De todas maneras, el acumulado anual quedó por debajo de los volúmenes de producción y ventas de los años 2017, 2018 y 2019.

No obstante si bien se logró recomponer favorablemente la producción de bioetanol fundamentalmente en el año 2021, el sector está inmerso en una situación complicada por la coyuntura que genera un fuerte aumento de costos así como también por decisiones de política económica. Los precios del principal insumo utilizado para su elaboración ha registrado un incremento sustancial por diversos factores desde el piso alcanzado en el mes de marzo de 2020. En este sentido, la cotización del maíz se ubica actualmente en US$ 0,29/kg en comparación a los US$ 0,12/kg arribados a comienzos del año 2020, es decir, una suba de nada menos que el 140% en dólares.

Mientras que, el precio del bioetanol, que se encuentra fijado por la Secretaría de Energía, ha aumentado solamente un 34% para igual período. De esta forma, la industria se comienza a encontrar en una posición más apremiante ante la presión que genera en la estructura de costos el aumento del precio de este insumo. La última actualización fue a comienzos de febrero de 2022 con un incremento de 10,2% en el precio del bioetanol a base de maíz hasta $ 65,42/l.

Sin embargo, para ese momento aún no se había desencadenado el conflicto entre Rusia y Ucrania que generó una gran convulsión en los mercados de granos. Desde entonces, el cereal registró un aumento aproximado del 20% en dólares arribando a US$ 0,29/kg en el mercado de Chicago. Por lo cual, de no obtenerse un recorte en las subas en las próximas semanas, sería muy necesario un nuevo aumento en el precio del bioetanol para no afectar el equilibrio operativo y que tenga repercusiones en la producción.

Si se realiza un análisis de largo plazo en la relación del precio del bioetanol a base de maíz y la cotización del cereal, salvo períodos específicos se obtiene una tendencia claramente a la baja en dicho indicador desde el año 2012.

Actualmente, se registra un ratio de 2,56 y casi sin variaciones a pesar la reciente suba en el precio de los biocombustibles en el mes de febrero. No solo se encuentra cercano a mínimos de la última década, sino que, al comparar con el promedio de tal indicador para los últimos cinco años, la relación entre ambas cotizaciones cayó un 37% en detrimento del precio del bioetanol. Por lo cual, este eslabón industrializador de granos se encuentra sopesando un aumento real en el precio de su principal insumo y consecuentemente de su estructura de costos.

Por otro lado, en materia de la legislación vigente, a mediados del año 2021 quedó aprobado el nuevo régimen de promoción de la industria de biocombustibles, que fue claramente perjudicial para la continuidad en el agregado de valor del sector agroindustrial fundamentalmente para el caso del biodiesel, dado que las ventas al corte en el último año cayeron a mínimos de la última década. Respecto al bioetanol, se estableció hasta el año 2030 una tasa de corte en naftas del 12% aunque dejando abierta la posibilidad de reducir dicho guarismo hasta el 9%, a partir de la baja en el corte de bioetanol de maíz. Por tal motivo resulta necesario que en el decreto reglamentario de la nueva ley de biocombustibles se establezca:

·    Que el E12 cuente con un corte mínimo y obligatorio del 12% y que la mezcla del etanol de maíz con las naftas no baje de 6% a 3%. Se necesita que el etanol de maíz quede fijo en el 6% por decreto reglamentario al igual que el de caña de azúcar.
·    La existencia de una fórmula de precios para el bioetanol que asegure cubrir los costos con una óptima y justa rentabilidad.

Si bien la producción en el último año logró retornar a niveles promedio luego de la gran caída registrada el año 2020 por el gran retraso en los precios que dejó en estado crítico a la industria de biocombustibles, habilitar una posible baja en los cortes de naftas no brinda estabilidad y certidumbre hacia el mediano plazo en esta importante industria.

Panorama Internacional: Francia y EEUU, dos caminos contrarios

A nivel global, la realidad es que no existe una línea común que sea seguida por un gran número de países, sino que hay ejemplos de todo tipo de políticas con diferentes resultados. Dos de ellos interesantes de analizar son Francia y Estados Unidos.

En Francia, la mezcla de gasolina más popular es la E10, que contiene un 10% de etanol renovable. Sin embargo, en los últimos años el consumo de E85 (que contiene hasta 85% de etanol renovable) ha exhibido un fenomenal crecimiento. Según cifras de la agrupación que representa a los productores de etanol en aquel país, el consumo de E85 creció 4% en 2020 (todo el resto de los combustibles cayeron producto de la pandemia) y un 33% en 2021.

Además, el número de flex-fuel kits (kits que permiten que autos estándar puedan utilizar combustibles de alto etanol) instalados en el 2021 se duplicó respecto al 2020 mientras que el número de estaciones de servicio que ofrecen este combustible creció un 18% y actualmente ya un tercio de las estaciones de servicio del país lo ofrecen como un combustible más. Incluso, para este año se espera que las ventas de etanol crezcan un 20% según informa Reuters. Es que los elevados precios de los combustibles fósiles, particularmente de los derivados del petróleo, tornan más atractiva a esta alternativa.

El país galo ha tenido una consistente política de fomento a la industria de biocombustibles, marcada por un paulatino incremento en la tasa mínima de corte de biocombustibles, así como también subsidios económicos y exenciones impositivas que incentivan su producción y consumo.

En sentido contrario pareciera que se plantea la política en Estados Unidos. Ya en diciembre último la administración demócrata había reducido la cuota mínima obligatoria de producción de biocombustibles. Sin embargo, de acuerdo con la agencia de noticias Reuters, el gobierno de Joe Biden estría considerando reducir nuevamente el corte mínimo obligatorio de biocombustibles en la nafta y el gasoil, en un intento de frenar la suba en los precios de productos alimenticios claves como el maíz y la soja que se dispararon con la escalada del conflicto bélico en la región del Mar Negro.

(Fuente: BCR)