Tras un finde semana extralargo y con resultados positivos en todas la áreas que competen al turismo, el Presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicio de Concordia, Adrián Lampazzi, resaltó la afluencia de visitantes a la ciudad y el movimiento económico que ello representa.

No obstante, reparó en que Concordia «no tiene aún un comercio totalmente enfocado al turismo» y reconoció que «es una deuda pendiente del sector». A su vez, en épocas de movimiento turístico al 100% y circulación casi sin barbijo, Lampazzi lamentó que persista aún el cierre fronterizo Argentina – Uruguay y señaló: «No tenemos explicaciónes, fechas de apertura ni en qué condiciones. Se olvidan que hay familias en el medio y que no tienen ningún interés en lo económico ni comercial».

Tal como informaran los medios de prensa oficial, el presidente del CCISC confirmó una ocupación hotelera que superó el 100 % y aseguró incluso que hubo gente que se quedó sin alojamiento durante el finde de semana. «Si bien sabemos que la cantidad de plazas han disminuido respecto a la prepandemia, el sector se va recuperando y los que están vigentes trabajaron por completo», resaltó. Así mismo, comentó que aún hay muchos turistas que están en Concordia y no se fueron, «por lo que en ese aspecto los resultados fueron altamente positivos»

En cuanto al movimiento comercial, Lampazzi lo calificó de «relativo» y consideró que «se trabajó muy bien, aunque aún hay cosas que mejorar». En ese contexto, argumentó que «muchos negocios abrieron el feriado del viernes pero no el lunes, y eso se notó, por lo sabemos que todavía no un comercio totalmente enfocado hacia el turista». Por ejemplo, «los artesanos de las plazas trabajaron muchísimo todos los días y nosotros creemos que esa es la parte que deberíamos reforzar para desarrollar un comercio local acorde a la necesidades de los turistas. Es una deuda pendiente», asumió.

No obstante, el Lampazzi remarcó que «en general fue un fin de semana sumamente positivo, ya que en esta etapa post pandemia el movimiento de gente es muy importante y eso seguramente va a derramar de alguna manera en otros sectores de la cadena productiva del turismo y la gastronomía, que fueron los más beneficiados este fin de semana»

Más de 1.600.000 turistas en movimiento, sin restricciones ni barbijos, y las fronteras aún cerradas.

Respecto a la continuidad del cierre fronterizo Argentina – Uruguay, Lampazzi sostuvo que la situación es «inexplicable», y recordó que las autoridades pusieron fecha primero para el 1 de octubre y después la extendieron una semana más. Sin embargo, «sigue todo cerrado, sin fechas de aperturas, certezas, ni explicaciones»

En ese sentido, aclaró que «si bien es cierto que hay un público que no puede salir del país y eso refuerza el turismo interno, también hay cuestiones familiares, de trabajo y estudio que nada tienen que ver con lo comercial y hace casi dos años que viene reclamando». Y agregó: «Es realmente inentendible e inexplicable esta situación. Vemos por una lado que la situación sanitaria en Concordia es afortunadamente muy buena, de hecho la gente casi no usa barbijo y la una circulación es prácticamente normal, pero ellos siguen igual».

Haciendo hincapié justamente en el gran movimiento turístico de este fin de semana, el comerciante reiteró que no se entiende qué sucede con la frontera por el río Uruguay, ni Concordia y Salto. «Según las autoridades uruguayas, el problema es del lado argentino porque ellos ya tienen todos los protocolos armados y lo que concierne a la apertura, pero acá nada». A su vez, aclaró que tampoco entiende las exigencias sanitarias del lado uruguayo, «cuando es notoria la disminución de casos de Coronavirus a raíz del avance de la vacunación en ambas ciudades» .

«Es un tema que no se termina» resumió. «Dicen y anuncian muchas cosas, pero la realidad indica que hoy, 12 de octubre, después de un fin de semana con más 1.600.000 turistas viajando por todo el país, no sabemos cuándo se abrirá el puente ni con qué condiciones», concluyó.

Productos regionales: deben sobrevivir a la caída del poder adquisitivo, la pandemia, la competencia industrial y la falta de turistas

“En Concordia no tenemos una estructura comercial armada dirigida al turista. Esta el comercio que se dedica a la ciudad que recibe a los turistas. Pero no tenemos un comercio destinado al turista como Federación o Colón”, indicó a DIARIOJUNIO el presidente del CCICS (Centro de Comercio, Industria y Servicios) de Concordia, Adrián Lampazzi. “Había algunos comercios, sobre todo en la parte de Villa Zorraquín, que estaban dirigidos al turista pero cuando tuvimos la pandemia lamentablemente cerraron”, añadió. DIARIOJUNIO recorrió la feria de artesanos en la plaza 25 de Mayo y los vendedores expresaron que a veces les cuesta comercializar los productos. Muchas veces los visitantes comparan precios de los productos con los que se ofrecen en los supermercados, fabricados de manera industrial. Pero el producto hecho a mano tiene valor agregado. Por ello los precios son un poco más elevados. No obstante, también hay turistas que reconocen la calidad y pagan sin regatear.

Lampazzi sostuvo que en Concordia hay artesanos y empresas chicas de productos regionales como fábricas de alfajores o de dulces como mermeladas o de cervezas que no venden tanto acá como en las ciudades de los alrededores que los turistas suelen elegir con más asiduidad para un fin de semana largo como Federación, Chajarí, Colón o Gualeguaychú. “O en la misma ruta que tiene un corredor interesante para la venta de productos regionales”, dijo.

“Lamentablemente en Concordia no está tan desarrollado eso. Comercio de regionales hay muy pocos. Pero si hay una continuidad, eso se va a ir desarrollando y van a volver los que dejaron de estar”, indicó. Y remarco que el turista quiere consumir algo de la ciudad. “Esa es la gracia. Si le ofreces un jugo: el turista quiere un jugo de naranja exprimido de Concordia. No quiere un sachet o una gaseosa”, indicó.

Más adelante, Lampazzi sostuvo que los productos regionales más demandados, además de los dulces como las mermeladas los licores y los alfajores, son los cuchillos o la talabartería. “Tenemos unos cuantos productores pero han quedado menos de los que habían. No solamente por la pandemia sino que antes ya se estaban cayendo”, dijo.

Incluso, algunos cerraron antes de la pandemia. “Antes de la pandemia había dos empresas que fabricaban jugos de arándano y dulces de frutas y mermeladas pero cerraron”, indicó. “No vendían por cuestiones de mercado; no hay un desarrollo muy grande. Tenía otro trabajo, se cansaron de poner plata y se dedicaron a su trabajo. Están ganando plata con su laburo porque en lo otro perdían”, dijo.

El presidente de la entidad intermedia dijo que el “punto débil” es que la ciudad no tiene un mercado suficiente para esa demanda. “Es más. Tengo algunos que están abriendo locales en Federación y Colón y no tienen en Concordia porque acá les fue mal”, dijo en referencia a una conocida marca de alfajores “Nogal”. “El 95 % de lo que elaboran lo venden fuera de Concordia”, dijo.

“Eso va de la mano del desarrollo éste que falta. De alguna manera, Concordia absorbe muchas veces el turismo que no pueden absorber las ciudades de alrededor. Lamentablemente esto es una realidad. Esperemos que esto se vaya revirtiendo con el tiempo”, remarcó.

Lampazzi admitió que son productos “caros” que tienen más reconocimiento en ciudades vecinas que en Concordia donde los comparan con los productos que se encuentran en cualquier góndola de un supermercado. “Hacés una mermelada y quieren que sea más barata que las de Arcor. Lo mismo con una cerveza. Pretenden que el producto que haces a baja escala, cuidando el producto, con las mejores materias primas, con un volumen muy chico, trabajés mas barato que una empresa multinacional. Eso es una cuestión de Concordia. Lamentablemente sucede: la gente intenta, intenta e intenta, pero lamentablemente se cansa y termina cerrando”, admitió.

(Fuente: Diario Junio)