Aseguran que el esquema cooperativo en Santa Fe será fundamental para la reactivación pospandemia

Corresponsalía Santa Fe

En la provincia de Santa Fe hay 1.152 cooperativas, lo que representa el 10 por ciento del total de las que hay en Argentina. Mientras que las 704 mutuales radicadas en territorio santafesino son el 19,7 por ciento del total nacional. La historia y estos números del presente hacen que muchos consideren a la Bota como el corazón del asociativismo en la Argentina.

El desarrollo de la provincia de Santa Fe a fines del Siglo XIX se dio bajo esquemas asociativos. Cuando se empezaron a poblar los pueblos y comunas las cooperativas y mutuales fueron aliadas estratégicas para el desarrollo de esas comunidades y para la mejora de la calidad de vida y de los servicios en esas localidades.

Con la oleada inmigratoria de 1850 en la provincia se formaron las mutuales de socorros mutuos que permitían la colaboración entre los inmigrantes a través del financiamiento entre pares. El sistema era tan simple como solidario: el sobrante de una persona estaba disponible para aquella que necesitaba recursos para desarrollar su actividad. Esos espacios, además de resultar una buena herramienta de ayuda, se transformaron en espacios de vinculación de los pobladores.

Una muestra de la importancia de esos espacios se vio el 25 de junio de 1912. Ese día se realizó una asamblea en la Sociedad Italiana de Socorro Mutuo e Instrucción de la ciudad de Alcorta, en el sur de la Provincia de Santa Fe. Allí los productores de la zona decretaron un paro por tiempo indeterminado que se extendió en la región. Entre las demandas estaba la solicitud de bajar el costo de los arrendamientos de los campos y la libertad de la comercialización, entre otras demandas. El Grito de Alcorta se escuchó en otras provincias y hasta en la ciudad de Buenos Aires.

En gran parte, eso dio origen a la formación y fortalecimiento de las cooperativas agropecuarias que hasta el día de hoy son grandes referencias santafesinas en el país, como AFA (Agricultores Federados Argentinos) y ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas). Esas organizaciones contuvieron a los pequeños productores que tenían dificultades para comercializar sus productos, para cargar los trenes y llevarlos hasta el puerto.

Hoy por hoy

El movimiento cooperativo y mutualista creció y se diversificó en la provincia. De las mutuales santafesinas, el 26 por ciento está vinculada a servicios de salud; el 24 por ciento a ahorro y crédito; el 22 por ciento a servicios sociales y el 8 por ciento a provisión y consumo, entre las principales.

Mientras que el 62 por ciento de las cooperativas de la provincia son de trabajo; el 17 por ciento son de servicios públicos y el 10 por ciento están vinculadas a servicios agropecuarios, según datos correspondientes a 2020 condensados en un informe elaborado por el Ministerio de la Producción de Santa Fe.

La importancia de las cooperativas se puede marcar de diferentes maneras. Pero una que brinda una idea certera de su centralidad en el desarrollo de la provincia es que son el segundo proveedor del servicio de agua potable (llegan a 273.216 hogares), detrás de la empresa de mayoría estatal, Aguas Santafesina Sociedad Anónima. También son la segunda proveedora del servicio eléctrico después de la Empresa Provincial de la Energía llegando a 170.838 hogares.

El director provincial de Economía Social, Emprendedorismo y Agricultura Familiar, Guillermo Tavernier, le dijo a Valor Local que en esta coyuntura de pandemia el esquema cooperativo y mutualista vuelve a ser fundamental para la reactivación económica.

«Las cooperativas y las mutuales generan trabajo de manera autogestiva, ya que personas que comparten un mismo objetivo se pueden asociar para desarrollarlo de forma conjunta. Un ejemplo claro son las cooperativas de trabajo. Desde que asumimos, en diciembre de 2019, se armaron 250 cooperativas de trabajo en la provincia y eso significan más de 4.000 empleos», aseguró.

En ese sentido agregó: «En el interior de la provincia lo que vemos es que las cooperativas de servicios públicos y las agropecuarias no detuvieron la inversión. Cada peso que invierten implican nuevos puestos de trabajo y nuevos servicios. En ese aspecto, son grandes aliadas del desarrollo. Lo fueron en el pasado y lo son en el presente».

Trabajo genuino

En la actualidad, uno de cada cuatro puestos de trabajo del cooperativismo argentino es generado por cooperativas de la provincia de Santa Fe. Mientras que uno de cada tres puestos de trabajo del Mutualismo argentino es generado por mutuales de Santa Fe.

Tavernier no solo resaltó la importancia que tiene cada entidad para la comunidad en la que está inserta, sino también, la diversidad que tiene el sector cooperativo y mutualista de la provincia de Santa Fe. «El ecosistema de la provincia tiene todo. Tenemos desde el sector agropecuario, el crédito, la salud, vivienda, construcción, seguros, entre otros. La diversidad cooperativa es una riqueza de la provincia de Santa Fe. La otra fortaleza es la presencia territorial porque en el 90 por ciento de las localidades de la provincia hay una cooperativa o una mutual prestando un servicio», afirmó.

Además, el funcionario remarcó la cultura asociativa del santafesino porque en la provincia hay 10 millones de asociados a cooperativas y mutuales, cuando solo hay 3 millones de habitantes. Eso quiere decir que una persona está asociada a más de una cooperativa o mutual.

La provincia de Santa Fe tiene a la capital nacional del cooperativismo, que es la ciudad de Sunchales; la capital nacional del mutualismo, que es la ciudad de Rosario y a San Genaro, que es la capital nacional del cooperativismo telefónico. «Santa Fe es el corazón asociativo del país», definió Tavernier.

Al momento de hablar de la economía del futuro y de la inserción que pueden tener las cooperativas y mutuales, Tavernier dijo que este tipo de esquemas está siendo muy utilizado por los jóvenes para desarrollar sus proyectos.

Guillermo Tavernier

«Hoy vemos que el mercado laboral va hacia esquemas más participativos y más horizontales que verticales. Las empresas hablan de la responsabilidad social empresaria y eso está en el ADN del asociativismo, el cooperativismo y el mutualismo. Desde que nacieron tienen el compromiso con la sociedad. Hoy vemos cómo las grandes empresas están migrando a esquemas más cooperativos y eso nos fortalece como sector», expresó.

«El cooperativismo pone en el centro de la escena a la persona, no al capital. Y eso hace que cada asociado tenga su voz y su voto. Eso lo diferencia de otros sistemas empresariales», dijo.

«El cooperativismo y el mutualismo tienen ventajas impositivas porque acá no se busca la rentabilidad. Lo que se busca es resolver una necesidad. Cada peso que se genera en una cooperativa se vuelve a invertir en nuevos servicios, en nuevos sistemas de trabajo y en más puestos de trabajo. No hay una rentabilidad que se lleva una persona, una familia o un grupo de personas para otro fin. Por eso esos beneficios impositivos que tienen las cooperativas se transforman en nuevos servicios para su comunidad», concluyó. (Valor Local)