LOS ALIMENTOS YA ACUMULAN UNA SUBA DE 9,8% EN EL AÑO, CON UN FUERTE AUMENTO DE LA CARNE

Más allá del impacto de las tarifas, los analistas destacan la aceleración de los aumentos que no incluyen servicios regulados ni productos estacionales.

La inflación de febrero subió a 3,8% y acumula en el primer bimestre del año un 6,8 por ciento. Más allá del impacto de la suba de tarifas, preocupa la aceleración de la inflación núcleo (que no incluye servicios regulados ni productos estacionales), que muestra la persistencia de la suba de precios, sobre todo en alimentos.

En febrero, la inflación núcleo se aceleró al 3,9%, desde el 3% que había registrado en enero, y es un reflejo de que los precios de los alimentos subieron 5,7% el mes pasado y acumulan un 9,3% en los dos primeros meses del año. Y 58,3% en el año.

No en vano ayer el Banco Central anunció medidas adicionales para endurecer su política monetaria, como reacción a estos números altos de febrero.

"El hecho de que la núcleo se mantenga alta implica mayor inercia inflacionaria, y por eso es siempre la principal preocupación a la hora de bajar la inflación. Los rubros regulados son anunciados por el gobierno, dejan de subir cuando el gobierno deja de anunciar aumentos o se consigue cierta estabilidad en precios relativos. Los estacionales suben, como su nombre lo indica, estacionalmente. Pero la núcleo es el termómetro que marca la tendencia real del proceso inflacionario", dijo Nicolás Crespo, economista de Elypsis.

La consultora espera que la inflación núcleo empiece a bajar gradualmente. "Es importante que no haya saltos discretos en el tipo de cambio, porque te revierten la tendencia y te implican mayores ajustes en precios de servicios públicos, naftas, etc., que no ayudan a mantener bajos registros de inflación", agregó Crespo.

Sin embargo, la aceleración de la inflación core se dio a pesar de que en febrero el tipo de cambio estaba estable, las tasas de interés estaban descendiendo, pero se entiende que las empresas trataron de trasladar parte de la devaluación del año pasado a precios que no habían podido realizar por la recesión.

"La inflación núcleo es parte de la inercia que cuesta romper. Explica lo costoso de desinflar en un contexto donde las empresas lentamente recomponen márgenes, trasladan la suba en los precios de las carnes y se empiezan a visualizar los impactos de segunda ronda de las tarifas sobre el índice general", dijo Juan Paolicchi, economista de EcoGo.

Dada la inercia de la inflación núcleo, LCG corrigió al alza nuestra proyección de inflación a diciembre desde 31,9% a 35,4% anual.

"La suba de Alimentos y bebidas fue determinante en la variación de la inflación núcleo", dijo la economista Melisa Sala, en el informe de LCG. "Esta suba de Alimentos (+9,3% en dos meses) indudablemente se reflejará en un deterioro de los indicadores socioeconómicos", explicó.

Alimentos

La inflación núcleo se acelera porque los alimentos sufrieron fuertes subas durante febrero, explicadas principalmente por la suba en los precios de la carne.

"Este mes puntualmente la suba de los alimentos impacta de lleno en lo que es la núcleo, por eso ves una aceleración al 3,9% (por encima del nivel general). Eso te lo explica el aumento del 5,7% de aumento en la categoría de Alimentos y Bebidas", agregó Paolicchi.

En febrero fue muy relevante el aumento en el precio de los cortes de carne: el cuadril subió 15,6%; la nalga, 15%; la paleta, 14,5%; el asado, 12,3%, y la carne picada común, 11,4%, según el Indec.

"La aceleración en los alimentos y bebidas se dio principalmente por la carne, porque hubo un aumento de demanda proveniente del exterior que hizo subir el precio local y subió la inflación", dijo Paolicchi.

Según EcoGo, la carne tuvo una incidencia de 0,9 puntos sobre el índice general de 3,8%. "El índice se acercaba a 3%, lo que sigue siendo una inflación muy alta", agregó Paolicchi. (Fuente: Infobae)

Fuente: (valorlocal.com.ar)