EMPRESARIOS CHINOS ESCUCHAN PROPUESTAS PARA INVERTIR EN CRUCEROS TURÍSTICOS

Los multimillonarios asiáticos se reunieron con referentes argentinos, quienes los interesaron sobre las travesías por el río Paraná.

Tang Wenjie es empresario chino y llegó por primera vez a la Argentina. Califica entre la elite de los billonarios (que tienen un patrimonio de mil millones de dólares o más) del mundo, un puñado de entre dos y tres centenares de personas de todo el planeta. Ayer escuchó durante varias horas a un grupo de empresarios argentinos que lo interesaron sobre un pretencioso proyecto para llevar cruceros turísticos de lujo por el río Paraná, desde Rosario hasta Puerto Iguazú, en Misiones. "Queremos que ustedes inviertan, sobre todo en la compra de los barcos", plantearon de manera concreta los argentinos.

El magnate chino, acompañado por apenas un grupo de seis personas, escuchó, paciente, respetuoso, el planteo que verbalizaron Lisandro Cristiá y Eduardo Carey, representando a Dado Carey, el empresario turístico de Rosario que fundó la mayorista Free way, y que desde hace más de dos décadas incursionó en el rubro inmobiliario, entre otros emprendimientos.

"La plata la tenemos, ese no es el problema, queremos cooperar, pero necesitamos un plan de negocios bien detallado, y que esté listo en 60 días", dijo en un momento Tang Wenjie a sus interlocutores argentinos, en la mesa de un extendido desayuno que duró hasta el mediodía. Tras esas palabras, se produjo un silencio que de todos modos no pudo ocultar la conmoción. La escena (que no fue ficción) se produjo ayer en el Salón Río Paraná del hotel Panamericano, a metros del Obelisco de Buenos Aires.

El equipo empresario chino, como es común en el sistema político económico del gigante asiático, incluyó a un alto funcionario regional del Partido Comunista. Habló poco y nada, pero escuchó todo. "Acá estamos representados los empresarios y también el gobierno chino, si el gobierno participa de la inversión es todavía mejor, se nos facilitan las cosas con el banco de inversión en comercio exterior; que por lo demás, en nuestra región, lo preside una ex compañera mía de la facultad", confesó con increíble frescura el empresario billonario.

El proyecto turístico no convencional se plantea llevar a las aguas dulces del Paraná un negocio que crece sin parar en el mundo entero; el turismo a bordo de cruceros, verdaderos hoteles flotantes. El modelo proyectado para transitar el segundo río más largo del mundo tendrá varios escalones de lujo por encima de los cruceros masivos; y también muchos menos camarotes, unos 70. "Como si fuera un hotel boutique", abundó el vocero principal de los argentinos, Cristiá.

Para empezar, el proyecto cuenta con el compromiso del gobierno nacional de construir infraestructura portuaria en Rosario, Santa Fe, La Paz (Entre Ríos) y Corrientes, que serán cuatro de los puntos donde los barcos harán escala, en su travesía de cinco días. La inversión en la cabecera Iguazú será privada, e incluirá hoteles y paseos públicos, aunque sobre tierras fiscales cedidas a 30 años (adelantaron los empresarios argentinos).

La intervención china, de concretarse, se orientaría en la compra de al menos dos barcos, para poner en marcha un servicio que tendrá una tarifa promedio de 200 dólares por día de barco. Por caso, de Rosario a Iguazú, cinco días, mil dólares.

Los argentinos se entusiasman con vender, en una primera etapa, unos 35 mil pasajes por año. Pero los chinos preguntaron varias veces detalles por las proyecciones. Y también por el tiempo estimado de retorno de la inversión. "De tres a cinco años ya es un buen tiempo que la inversión empiece a dar resultados", estimó Tang en conversaciones con este cronista, luego de la reunión.

El mérito del enlace entre empresarios chinos y argentinos se lo lleva María del Carmen Alarcón, titular de la agencia "Estrategia y gestión de negocios con China". Alarcón, siempre vinculada al justicialismo, aunque ahora aplicada a la actividad privada, y alejada de la función pública y de la militancia partidaria, es ex diputada nacional por Santa Fe y se desempeñó como subsecretaria en el gobierno de Cristina Kirchner, durante sus dos mandatos.

"Viajé a China, y conseguí que nos hicieran esta visita, incluso estudio el idioma chino; las presentaciones, cuando estoy en China, las hago hablando en el idioma de ellos", contó ayer Alarcón luego de una jornada extenuante, que no paró hasta la noche. (Fuente: Diario La Capital)

16 de Enero (Valor Local)