Vicentin: El juez Lorenzini cuestionó el trato desigual a los acreedores

El rechazo al pedido de homologación de la propuesta de Vicentin se centró en el desequilibrio del esfuerzo a asumir por los distintos actores.

El juez Fabián Lorenzini rechazó la homologación de la propuesta de pago que presentó Vicentin porque distribuye “en forma desigual” el esfuerzo derivado de la reeestructuración del pasivo concursal. Según interpretó, este peso es menor para la propia empresa que para los acreedores. Y dentro de este grupo, los más perjudicados son los que están sometidos a mayores plazos de recupero.

El juez llegó a esta conclusión por entender que la propuesta no ofrece “pautas claras” para los acreedores que deberán esperar 12 años para cobrar el saldo de su crédito. Tampoco permite la libre disponibilidad de las acciones que la concursada promete emitir para “asociarlos” al fideicomiso que se crearía para administrar sus activos ni establece mecanismos de actualización de las acreencias. El plan presentado a su juzgado no presenta, además, un plan concreto para la continuidad operacional y laboral de las empresas del llamado Nodo Norte (Avellaneda y Reconquista).

Lorenzini sí ponderó el ofrecimiento de acciones a todos los acreedores, el aval de los “interesados estratégicos” (Bunge, Viterra y ACA), el compromiso de estos inversores de aportar mercadería para procesar, el pago inmediato a los acreedores “más vulnerables” y la dolarización de créditos al tipo de cambio de $ 60,67. También destacó que la oferta haya alcanzado las mayorías requeridas por la ley. Pero aclaró que el número “no es suficiente” si no se integran otros intereses que subyacen en la finalidad del concurso. A saber: concurrencia igualitaria en el sacrificio, viabilidad de la empresa en marcha, plan de reorganización razonable, continuidad operativa de los establecimientos y resguardo de la capacidad de pagar los créditos en forma satisfactoria.

El juez valoró que la oferta de pago presentada por Vicentin era mejor que la liquidación. Y en base a los informes de las consultoras sugeridas por el comité de acreedores, expuso que en este último caso, el valor no excedería los u$s 354 millones, mientras que el plan contenido en la propuesta (venta de activos e inyección de capital de trabajo) totalizaría una inversión de u$s 1.000 millones.

En cualquier caso, uno de los puntos objetados es que al no aplicarse intereses sobre los saldos de capital, el valor actual neto de los créditos sería inferior al nominal. A esta depreciación se suma que los accionistas de Vicentin están en mejores condiciones para aprovechar la propuesta que el resto de los acreedores, los cuales ni siquiera tendrán decisión sobre aspectos como distribución de dividendos ni pagos de contingencias. Un agujero este último en el que podrían ingresar ventas de activos “non core” por debajo del valor, pagos a acreedores de Vicentin Paraguay y flujos negativos del Nodo Norte. “Se descansan en los hombros de los acreedores contingencias inclusive posteriores al concurso”, advirtió Lorenzini.

El magistrado evaluó que, según la oferta de la empresa, 816 acreedores cobraría el 100% de la deuda con el pago inicial de u$s 30 mil que se ofreció, mientras que 117 cobrarían más del 80% con las cancelaciones propuestas en los dos primeros años después de la homologación. Luego las posibilidades de recupero van mermando, constituyendo escalones de cobro que “equilibrados mediante algún esquema que permita su convivencia armónica” con los siguientes 12 años de espera que establece la propuesta.

Lorenzini no vio en la oferta presentada por Vicentin “mecanismos para morigerar” esta desigualdad. Por eso decidió habilitar el cramdown. (Fuente: La Capital)