A partir del domingo, todo cambió, destaca la entidad. “Los pluviométricos acumularon desde mínimos de 28 a 30 milímetros y máximos de 85 a 90, con regularidad en la intensidad. Esto posibilitó la infiltración de cada milímetro caído, permitiendo así la lenta y eficiente carga de agua en los perfiles de los suelos”, destaca la entidad.
Estas condiciones, dice la Bolsa, revirtieron las difíciles situaciones, generándose nuevas y buenas expectativas por las futuras reacciones y respuestas de los cultivares al nuevo panorama.
Asimismo, destaca el informe que, entre el 19 y el 25 de enero, los pronósticos prevén máximas desde su inicio, inestabilidad climática y precipitaciones de variadas intensidades.
Los cultivos en la zona
Girasol: Está avanzando la cosecha en la zona, con rendimientos promedios que se mantuvieron y fluctuaron entre valores mínimos de 12 a 14 quintales por hectárea y máximos de 30 a 32 quintales (lotes puntuales de 34 quintales).
Maíz: Cambios de decisiones y cosecha. Se registró un intenso de equipos de picado/embolsado que se entremezclaron con el proceso de cosecha del cereal con destino comercial, lo cual inicialmente estuvo acompañado por las importantes marcas térmicas que así lo permitieron.
Algodón: Las condiciones climáticas de la semana fueron nuevamente muy desfavorables para el estado de los algodonales. Se acentuaron los síntomas de estrés hídrico y térmico. Cultivares en floración avanzada un daño importante en cuanto al número de cápsulas retenidas y con la caída prematura de las hojas y también otros en etapa de pimpollado con escasa generación de estructuras reproductivas y magro crecimiento.
Soja de primera y segunda: En el caso de la primera fecha de siembra, se estaría ante una posible reacción de los cultivares ante el cambio ambiental. Para la segunda, se observó mortandad de plantas por estrés.
(Fuente: Infocampo)
