Casi 2 millones de hectáreas implantadas con trigo se encuentran en condiciones regulares a malas

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que fallaron las lluvias y se enciende la alerta sobre los casi 2 millones de hectáreas de trigo en condiciones regulares a malas.

Había grandes expectativas por el agua que podían dejar las tormentas anunciadas para el pasado fin de semana, pero las insistentes alertas por fuertes lluvias no se cumplieron, indicó la entidad.

En este sentido, la BCR advierte que hay casi 2 de los 5,4 millones de hectáreas implantadas con trigo en Argentina en condiciones regulares a malas.

El saldo de agua fue muy poco con registros inferiores a los 10 mm como en Santa Teresita o Capital Federal. Fueron solo lloviznas y chaparrones aislados.

Con excepción de la zona núcleo y algunas áreas del este de Buenos Aires y Entre Ríos, donde las lluvias del primer fin de semana del mes (1 al 4 de setiembre) fueron muy importantes, los pronósticos se siguen con angustia.

El problema de la extensa falta de agua

«Recibir 20 a 50 mm detendría el deterioro del trigo y renovaría las expectativas productivas. La incertidumbre de no contar con un trigo que deje margen positivo y, por lo tanto, un ingreso en diciembre para cumplir obligaciones y llegar a marzo no deja dormir al productor que quedó fuera de los acumulados del primer fin de semana de setiembre», indica el informe.

En esas zonas ya hay signos de deterioro y estrés hídrico marcado. En otros casos el cultivo sigue en buenas condiciones, pero «está aguantando», afirman los técnicos. Advierten también que sin lluvias en una o dos semanas más, la caída de sus posibilidades productivas será marcada y abrupta.

La falta de agua también afecta a la siembra del maíz temprano. Un técnico lo explica así: «septiembre siempre es una extensión del invierno, deja acumulados escasos. El gran problema es que febrero, marzo y abril, hasta mayo, eran meses de acumulación de agua en el perfil. Pero esto no pasó este año, ni en los anteriores que estuvimos con (el efecto de) ?La Niña’.

«El problema no es septiembre». El problema es la deuda de agua de 3 años y 9 meses, señalaron.

Fuente: con información de Agritotal y CRA.