El dólar libre subió a $210,50 y el BCRA vendió otros USD 60 millones en el mercado

El dólar libre finalizó negociado este jueves con mínima ganancia de 50 centavos, a $210,50 para la venta, para despegarse de sus precios más bajos desde el 17 de enero. El “blue” mantiene un incremento de 3,50 pesos o 1,7% en el breve transcurso de 2022.

En el mercado mayorista, el billete se pactó a $107,38, unos 10 centavos arriba del cierre anterior. La brecha cambiaria con el dólar informal es de 96 por ciento.

El mes de febrero es, por factores estacionales relacionados a una merma en la liquidación de exportaciones, un mes complicado para acumular reservas, cuando son las compras de divisas al contado la principal estrategia del Banco Central para ese fin.

En una sesión con negocios por USD 310,8 millones en el segmento de contado (spot), la entidad monetaria debió aportar unos USD 60 millones a la oferta, según estimaciones privadas. El Banco Central encadenó así cuatro ruedas consecutivas con ventas netas y pasó a saldo negativo de unos USD 80 millones en el total de febrero dada esta tendencia.

En el transcurso de 2022, el BCRA anota un saldo negativo cercano a los USD 220 millones por su participación cambiaria. Y transita el cuarto mes seguido con resultado negativo por este concepto.

Con relación al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se pudo conocer por medio de un borrador de memorando de política económica y financiera que entre los detalles claves está el de mantener un nivel las tasas reales positivas, por lo que es esperable algún tipo de relación con la evolución de la inflación.

En este punto, la acumulación de reservas sigue siendo fundamental para determinar el nivel de fluctuación del tipo de cambio, es por eso que se esperan incremento de estas en USD 5.800 millones este año, USD 4.000 millones el próximo año y USD 5.200 millones en 2024.

Las reservas internacionales disminuyeron el miércoles USD 25 millones y terminaron ubicándose en USD 37.234 millones, cerca de los USD 37.189 millones del 4 de febrero, que fue un mínimo para los activos brutos desde el 16 de diciembre de 2016 (USD 37.086 millones).

La escasez de reservas líquidas en arcas del Central se volvió un factor de conflicto con los importadores, cuya demanda viene en aumento dada la reactivación de la economías post pandemia. Prueba de ello fue el desplome de 72% experimentado por el superávit comercial de Argentina en enero, producto de un crecimiento de las importaciones (+36,6%) muy superior al registrado por las exportaciones (+12,9%).

Desde CIRA (Cámara de Importadores de la República Argentina) alertaron que “a partir de las medidas tomadas por el Gobierno Nacional durante el mes de febrero, una gran cantidad de empresas cuya situación financiera, económica e impositiva no experimentó cambios, sufrió una disminución importante en su monto CEF (Capacidad Económica-Financiera) sin explicación aparente” de parte de las autoridades.

“La significativa disminución de los montos de CEF sumó un nuevo obstáculo al comercio exterior, con el consecuente impacto negativo que una medida de tal magnitud tiene en la operación de las empresas, generando incertidumbre sobre la posibilidad de reposición, creando distorsiones en la administración de los stocks existentes y en el manejo comercial de la cadena de valor de cada uno de los empresarios que debe importar una materia prima, un insumo, un bien de capital o un producto terminado”, añadieron desde CIRA.

(Fuente: Infobae)