Agricultura familiar: El desafío de producir en tierras recuperadas

Pablo Benetti, técnico de la Secretaria de Agricultura Familiar delegación Entre Ríos, dirige proyectos para generar alimentos de autoconsumo en diferentes zonas del norte entrerriano. Uno de los más emblemáticos lo llevan adelante junto a un grupo de familias en terrenos recuperados del Ex Frigorífico Santa Elena.

Por Verónica Puig

«Después de años de pedidos a los diferentes estamentos del Estado, logramos el comodato de una hectárea para trabajar produciendo hortalizas de estación«, dijo a Valor Local Pablo Benetti, técnico de la Secretaria de Agricultura Familiar delegación Entre Ríos.

Alimentos

Las verduras que se producen tienen como destino el autoconsumo y el excedente, es para vender. Generan de esta manera un ingreso económico. «Las familias participantes reciben asesoramiento técnico, herramientas para labores, semillas y apoyo personal para la organización integral del emprendimiento”, explicó el ingeniero Benetti.

Pablo Benetti, técnico de la Secretaria de Agricultura Familiar delegación Entre Ríos.

El desafío radica en generar verduras de estación y de calidad en terrenos degradados, que en su historia reciente fueron trabajados por los ladrilleros ubicados en esta zona.

“Cuando pudimos finalmente acceder a la tierra, nos encontramos con lotes con escaso valor productivo porque quedan verdaderamente degradados en su estructura luego de las prácticas a las que fueron destinados por años. Así es que el primer trabajo fue recuperar la estructura y convertirlos en suelos aptos para producir, utilizando sólo recursos amigables con el medio ambiente”, describió el profesional, integrante de la Secretaría de Agricultura Familiar.

En esta hectárea crecen especies de invierno, como lechugas y acelgas, las de mayor demanda de comercialización.

La infraestructura que requieren para trabajar contempla también la necesidad de contar con energía eléctrica y agua potable para el riego. Recursos que son gestionados a la municipalidad de Santa Elena.

Trabajo social

Pablo Benetti, técnico a cargo de los proyectos, es hijo de productores minifundistas del norte entrerriano. Es egresado de la Escuela Normal Rural Alberdi de Paraná y de la Facultad de Agronomía de Oro Verde. Su valor humano radica en la capacidad de llevar adelante estos proyectos que requieren de una empatía especial para su ejecución, además de conocimiento y manejo agronómico.

La acelga y lechuga, entre los productos más comercializados.

La mayoría de las personas que llegan a la Secretaría buscando una oportunidad están carentes de opciones para trabajar de lo que saben hacer y que por alguna razón se han quedado sin poder realizarlo. Nos encargamos de poder conducir estos destinos y encontrar, no sólo los medios sino la contención para que puedan recuperar este trabajo”, relató.

Los proyectos que se llevan adelante en diferentes zonas de la provincia asisten a familias que tienen sus propias tierras, a quienes alquilan para trabajar y a quienes, como los que están en Santa Elena, logran generar alimentos en terrenos fiscales recuperados.

“En algunas localidades las intendencias rentan terrenos y lo ceden para que las familias puedan trabajar generando alimentos allí”, explicó también Benetti.

Oportunidad

La Secretaría de Agricultura Familiar, delegación Entre Ríos, recuperó recientemente su presencia en territorio, luego del fuerte recorte que sufrieran en los últimos años.

«Durante el gobierno de Mauricio Macri quedamos los técnicos afuera, sin trabajo Pero más allá de esto, que nos afectó en lo personal, dejamos a ciento de familias a las que asistíamos sin ninguna oportunidad. Por eso ahora, con este retomar de los proyectos, sentimos que estamos frente a un nuevo tiempo que permite más acceso al trabajo a muchas personas”, describió.

La agricultura familiar tiene como objetivo la asistencia alimentaria, de educación, de herramientas y medios. Incentiva el arraigo en las zonas de origen y promueve el crecimiento personal y colectivo.

“Sueño con un tiempo donde ninguna persona se quede sin alimento, donde todos tengamos oportunidades de crecer y vivir dignamente. Para eso trabajamos todos los días al sol, al frío y a la intemperie. Porque a las oportunidades hay que aprovecharlas poniendo el cuerpo y el alma”, concluyó Pablo Benetti.

(ValorLocal)