El país se juega buena parte de su futuro económico ante la Corte de Apelaciones, que revisará la sentencia en primera instancia que ya llega a USD 18.000 millones por la expropiación de la petrolera, en medio de una crisis de reservas y alta incertidumbre
Se realizará en Nueva York la audiencia de apelación en el juicio por la expropiación de YPF. El país enfrenta una condena en primera instancia que, con intereses que corren desde el fallo de primera instancia de 2023, ya asciende a unos USD 18.000 millones, una suma que resulta prácticamente impagable para una economía que atraviesa una etapa de incertidumbre y escasez de divisas.
La expectativa se centra en la sesión que tendrá lugar este mediodía en la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de la “gran manzana”, donde se revisará ese primer fallo de la jueza Loretta Preska, que entiende en las causas que involucran a empresas que cotizan en Wall Street, donde la petrolera de bandera está listada hace más de 30 años.
El proceso judicial, que se inició hace más de una década, ha atravesado los últimos cuatro mandatos (Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei) y se convirtió en el mayor litigio de la historia de Estados Unidos contra un Estado soberano. La causa se originó tras la expropiación de YPF en 2012, durante la presidencia de Cristina Kirchner, y acumula una serie de fallos adversos para el país.
El procedimiento prevé que tanto Argentina como Burford Capital —el fondo inglés especializado en financiación de litigios que adquirió los derechos para litigar en este caso— expongan sus argumentos. YPF, que fue eximida de la demanda hace dos años, también tendrá media hora para presentar su posición. Burford busca reincorporarla al proceso.
Se espera una jornada corta, pero “caliente”, con magistrados que podrían levantar la voz y hasta increpar a las partes. Parte del procedimiento, que no debería servir para sacar conclusiones rápidas, según Burford. “Intentar inferir la inclinación de un juez a partir de su comportamiento durante la audiencia no es un método confiable”, advirtió el bufete inglés en un comunicado de la semana pasada. Fue la primera vez que “habló” sobre la causa (suele referirse a ella en sus informes trimestrales antes sus inversores ya que es, por lejos, la mayor demanda de su cartera).
El equipo de defensa de Argentina estará encabezado por los subprocuradores de la Procuración del Tesoro de la Nación (PTN), Juan Ignacio Stampalija y Julio Pablo Comadira, junto con el estudio Sullivan & Cromwell LLP, responsable de la exposición ante la corte estadounidense. Los funcionarios argentinos no podrán intervenir directamente durante la audiencia.
La estrategia de la defensa argentina se centrará en cuestionar la jurisdicción de los tribunales estadounidenses y en impugnar tanto el monto total de la sentencia como el cálculo de los intereses. “La defensa va a ir por los carriles esperados. La realidad es que este juicio nunca debió hacerse en EEUU, no tiene jurisdicción. Tenemos argumentos técnicos para demostrarlo, también hay temas incorrectos como el monto total de la sentencia y los intereses aplicados”, señalaron fuentes cercanas a la PTN.
El desenlace de la apelación no tiene fecha: la Cámara puede tomarse el tiempo que crea necesario para decidir, aunque se cree que, según los antecedentes, no será antes de siete meses. La parte disconforme podrá solicitar una reconsideración ante el mismo panel o una revisión en pleno, aunque esta última es poco frecuente. Posteriormente, cualquiera de las partes podrá pedir la revisión del caso ante la Corte Suprema de Estados Unidos, que solo acepta un número muy reducido de casos cada año. (Fuente: Infobae)