La superficie sembrada de girasol creció un 17,6% y llegó a los dos millones de hectáreas

Especialistas reunidos en la 4ta. Conferencia Internacional de Semillas y Aceites de Girasol destacaron la potencialidad de este cultivo para aumentar las exportaciones debido a su resistencia a la sequía y a un contexto geopolítico favorable a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania.

El girasol emerge como un nuevo cultivo “estrella” en el país, impulsado por un contexto geopolítico favorable y condiciones que lo hacen más resistente a sequías como la del ultimo tiempo, tras diversas circunstancias que lo dejaron en un segundo plano.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) la superficie destinada a la oleaginosa creció 17,6%, al pasar de 1,7 millones a dos millones de hectáreas, con una previsión de producción que se ubicaría en 3,9 millones de toneladas.

Así lo destacaron especialistas, representantes gubernamentales y empresarios que se hicieron presentes en la 4ta. Conferencia Internacional de Semillas y Aceites de Girasol (Issoc) que comenzó este miércoles y se desarrollará durante los próximos tres días.

Participa del evento, que se desarrolla en el Hotel Hilton de Buenos Aires, una importante delegación del extranjero, en especial desde la India, país que -frente a la caída del suministro desde Ucrania y Rusia (que acaparaban 80% del comercio mundial) por la guerra- ve a la Argentina como un potencial sustituto para recibir aceite de girasol.

“Este congreso tiene una delegación muy grande de la India; Argentina e India son socios estratégicos; en el aceite de soja, Argentina es el proveedor más grande de India”, explicó el embajador de India para el país y Uruguay, Dinesh Bhatia.

Ambos aceites son claves dentro del comercio bilateral entre ambos países: de los US$ 6.400 millones de intercambio, 70% fueron exportaciones de Argentina y, de dicho porcentaje, 85% consistió en aceite de soja y girasol.

Según Bhatia, pese a que India intenta promocionar su producción doméstica, en una fuerte expansión demográfica “el bache entre la producción y el consumo continuará por varios años” y, por ende, “Argentina tendrá un rol muy importante”.

“Hoy vino aquí una de las delegaciones más importantes de la India en los últimos años; esta es una oportunidad para Argentina que la tiene que capitalizar, mejorando su oferta y calidad”, subrayó el diplomático en la conferencia inaugural.

De acuerdo con el sector, el país actualmente ocupa el cuarto lugar en el ránking internacional, al producir 9% de aceite de girasol del mundo.

El creciente rol de Ucrania en el comercio del cultivo y el traslado hacia otros cultivos transgénicos con mayores rendimientos provocó que el país perdiera el predomino que ostentaba hacia comienzos del milenio.

Pero hay motivos para pensar en una nueva época dorada y se considera que la producción nacional tiene la capacidad de absorber más de 50% de la demanda futura global de los próximos años.

“Sobre las bases de circunstancias lamentables como un conflicto bélico se generaron circunstancias favorables para el comercio ya que nos permitió abastecer a otros destinos. A India ya la veníamos abasteciendo, pero se incrementaron de manera importante los flujos”, explicó el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.

El funcionario valoró al evento como una oportunidad para “Intercambiar experiencias dentro de lo productivo” y para que los países demandantes “conozcan nuestro proceso productivo, demostrándole la calidad de nuestros productos”.

Además del espacio vacante en el comercio que dejaron los dos países involucrados en la guerra, el girasol se convierte en un cultivo atractivo por haber resistido los embates de las condiciones climáticas.

“Si el girasol termina como lo previsto, va a cumplir sus expectativas de producción o va a estar cerca cuándo nuestras colegas están sufriendo pérdidas estrepitosas”, manifestó Enrique Moro, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).

Esto se debe a las propias características del girasol, que permiten una mejor resistencia a las condiciones secas con raíces que le otorgan un mayor acceso a la humedad del suelo, entre otros motivos.

“Hace treinta años solíamos ser el principal exportador mundial; la idea es recuperar eso porque es un cultivo muy resistente al cambio climático», afirmó a Télam Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), para quien “este año el productor se dio cuenta que la sequía es un condimento nuevo que se puede replicar en los próximos años”.

“Es muy auspicioso que se abra un mercado como el indio; acá también requerimos de la política para que haya una madurez para evitar idas y vueltas porque conquistar un cliente requiere de mucho sacrificio y perderlo es muy fácil”, explicó a Télam, el presidente de la BCBA, José Martins.

“Ya muchas producciones tienen esta mirada sin entrar en una disputa interna que les puede poner un techo al crecimiento”, afirmó el funcionario, quien destacó que el girasol “está cumpliendo con los objetivos, rendimientos y volúmenes en un contexto muy adverso en lo climático”.

Y agregó que la responsabilidad ahora es “ganar nuevos mercados” aprovechando expectativas de crecimiento que son “buenas y alentadoras”.

La conferencia fue también escenario para que diversas empresas presenten sus productos y soluciones.

“La campaña de girasol que está terminando va a culminar con rindes bastante buenos; se esperan 3,1 millones de toneladas y que este año y el próximo sean de importante crecimiento de la superficie de este cultivo”, comentaron voceros de la química BASF. (Fuente: Télam)