Con duros cuestionamientos a las posiciones libertarias, Massa y Bordet abrieron la Jornada de la Industria en Paraná

El ministro de Economía y candidato a la presidencia por Unión por la Patria, Sergio Massa, fue el orador principal en la jornada nacional que la Unión Industrial Argentina (UIA) celebra junto a su delegación local. Tanto Massa como el gobernador Gustavo Bordet y el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, fueron muy críticos de las propuestas de dolarización, apertura indiscriminada de la economía y ruptura de relaciones comerciales que plantea el líder libertario Javier Milei.

“Defender nuestra soberanía, defender nuestra patria es defender nuestra industria y el empleo”, definió el candidato a la presidencia por el oficialismo al cerrar su exposición ante una gran cantidad de industriales y empresarios de todo el país que colmaron uno de los salones del Centro Provincial de Convenciones de la capital provincial.

Durante la intervención, que cerró el panel de apertura de la jornada que se realiza por primera vez en Entre Ríos, Massa hizo un repaso por la situación actual que enfrenta la Argentina producto de su alto endeudamiento y de “convivir con el síndico”, como definió al FMI.

Además, trazó una serie de políticas llevadas adelante este año (como las inversiones en infraestructura energética) y subrayó el cambio del contexto (por el fin de la sequía y el incremento de las exportaciones de hidrocaburos y minerales) que mejorarán sustancialmente el principal problema del país: la falta de dólares que empuja la inflación.

Pero el tramo más enérgico de su discurso fue cuando cargó contra las ideas de Milei y presentó sus posibles consecuencias en la economía real. Por ejemplo, citó que entregar la moneda nacional y dolarizar implica también tener que pagar energía, impuestos y tasas de interés en dólares muy por encima de lo que se pagan en el mercado mundial, lo que dañaría la competitividad de las empresas argentinas que hoy están acompañadas por el Estado con tasas negativas en pesos para poder financiar sus exportaciones al mundo.

Además, lanzó un dardo al bimonetarismo (la convivencia en circulación del peso y el dólar) que propone Juntos por el Cambio al calificarla de “dolarización cobarde”, porque en ese esquema la moneda fuerte se termina imponiendo a la débil. Y como ejemplo citó lo ocurrido a principios de siglo con los bonos y cuasimonedas que tuvieron que lanzar algunas provincias para financiarse, como el Federal de Entre Ríos, que terminó con una acelerada depreciación y repudio por parte de consumidores y productores.

“Los que quieran que en la Agentina haya un proyecto industrial, tienen que apostar a recuperar el valor de nuestra moneda”, desafió Massa mirando fijamente a los líderes fabriles que seguían su exposición en un marcado silencio, sólo interrumpido de tanto en tanto por algún aplauso.

“La Argentina tiene que defender la soberanía de sus decisiones”, subrayó reiterando que, en las negociaciones con el FMI, el organismo reclamaba una devalución del 100% y el congelamiento de exportaciones lo que hubiera implicado “recesión y pérdida del 30% del empleo industrial”, marcó.

Con optimismo, indicó que Argentina recuperará en 2024 “su libertad desde el punto de vista de la cuenta comercial”, debido al crecimiento de exportaciones y la reducción de importaciones energéticas.

Bordet, en  su discurso, le había dejado dos preguntas a Massa. La primera era que pasaría con la dolarización. Y la segunda qué efectos tendría terminar con las relaciones con China y abandonar el Mercosur, otras dos banderas de Milei.

Luego de responder a la primera , trasladó la segunda a los industriales presentes. Puntualmente, se dirigió a Héctor Motta, empresario avícola entrerriano, qué implicaría no poder venderle más pollo a esos dos mercados, los principales para la cadena aviar argentina. Y también interpeló a empresarios automotrices, poniendo el acento en lo implicaria la ruptura del vínculo con el Brasil para producir algunos vehículos y su correlato hacia las autopartistas nacionales.

Además, consignó que existe la necesidad de que Argentina tenga desde diciembre “un gobierno de unidad nacional” y resaltó una característica propia que muchos cuestionan como un defecto: su diálogo permanente con todos los sectores, políticos y económicos, indicando que en caso de llegar a la presidencia llamaría a radicales que compartieron su proyecto del Frente Renovador en 2015 y a peronistas PRO con los que tiene un diálogo aceitado.

También consignó que en ese armado, necesitaría de industriales y empresarios y los convocó a ser parte de la mesa nacional de unidad.

Funes de Rioja también fue duro con Milei. Afirmó que las fuerzas políticas deben conocer la industria nacional pero que algunos que “no la conocen o la desconocen” y dijo que el sector está dispuesto a abrirse al mundo a competir pero “sin entregarnos”.

En clave local

La apertura del evento, que comenzó sobre el mediodía, estuvo a cargo del presidente de la Unión industrial de Entre Ríos (Uier), Gabriel Bourdín. El dirigente fabril resaltó que estaban celebrando tres hitos: los 20 años de la Uier, a la que calificó como “un viaje colectivo”; el día de la industria, con su importancia en “el tejido económico y social del país” por lo que llamó a “unirnos y buscar soluciones conjuntas para asegurar el bienestar de nuestro sector y de la sociedad” y el tercero “los 40 años de democracia, que generó un espacio para el diálogo, participación y construcción colectiva.”

Luego, reseñó la coincidencia de los tres ejes en la “importancia de tender puestas en la búsqueda de consensos”. Tras consignar que estamos ante “vientos de cambio”, recordó que los planes de estabilidad requieren de “compromiso político unificado y de todas las fuerzas económicas, políticas y sociales para generar una red sólida”.

Por su parte, Bordet reseñó que se están culminando “8 años fructíferos que hemos trabajado con todos los sectores. Con los industriales hemos encontrado un diálogo fecundo, con puntos de tensión. Encontrar acuerdos no resulta sencillo, peor hay que insistir. Para eso tuvimos que buscar ordenamiento, equilibrio fiscal  del Estado y garantizar seguridad jurídica para promover ventajas competitivas”.

“Así vino la reducción de impuestos, como la Ley 4035, y que el 90 % de la industria esté exenta de ingresos brutos”, marcó, tras lo cual resaltó que “casi mil empleos nuevos se generaron a través de una iniciativa de la Uier”, en la cual el Estado provincial financiaba el 35% de cada nuevo empleo fabril.

Luego, destacó la inversión de 10 millones de dólares del parque fotovoltaico que irán al parque industrial de Paraná para generar energía más barata.

“El proceso político lo estamos viviendo en momentos difíciles. Hay que tener templanza y ser optimista. No hay que autoflagelarse. Hay que poner lo mejor de nosotros para construir una gran provincia y una gran nación”, sostuvo.

 

Fuente: APFDigital