Además, enero ya tiene el nuevo índice oficial que se aplica al segundo año de vigencia. Para el primer mes del año fue del 81,4 por ciento.
Alquilar en enero del 2023 en Rosario viene con un aumento por encima del 100 por ciento respecto a los valores locativos del año pasado y se estima que algunos acuerdos para comenzar a alquilar pueden elevarse entre el 150 al 180 por ciento. Además, quienes deben transitar el segundo año contractual deberán pagar una indexación establecida en el 81 por ciento para el año en curso.
Para el titular de la Oficina de Defensa del Consumidor del municipio, Antonio Salinas, los precios de los alquileres en la ciudad están en promedio entre el 150 al 180 por ciento más elevados que en 2022, con casos que han rozado el 200 por ciento.
“Hay inquilinos a los que se les terminó el contrato anterior y a la hora de pactar un valor nuevo se encuentran con éstos porcentajes”, remarcó.
El funcionario también expresó que se han reportado casos en la oficina de denuncias de incumplimientos, con intentos de indexaciones semestrales o aumentos para el segundo año del contrato.
“Las inmobiliarias aducen atrasos con la cuestión inflacionaria y van sobre las renovaciones, que es lo que no regula la ley y se acuerda entre particulares”, apuntó al referirse a que el 72 por ciento de las quejas recibidas en este sector de la dependencia son por irregularidades con los alquileres.
“Como la ley no regula el inicio de los contratos, nos llegan las quejas por este concepto. Lo que se pide en los nuevos acuerdos locativos, pese a que muchos son inquilinos ya conocidos y que han alquilado el mismo inmueble al propietario”, puntualizó Salinas.
Desde la Asociación de Inquilinos de Rosario, Emanuel Canelli brindó su estimación en la carga que se le aplica a los nuevos contratos de alquiler: aumentó casi 130 por ciento con respecto a enero 2022. “Los problemas que venimos arrastrando son con respecto al tema de las expensas extraordinarias (que las tiene que pagar el propietario), lo que pasa es que las administradoras no las liquidan o, si las liquidan, no las quieren pagar”, puntualizó para repasar que entre las quejas figuran los intentos de aumentar antes del plazo de 12 meses. “Pero los inquilinos se niegan, porque así es su derecho”, destacó.
Por su parte, el coordinador del departamento de estadísticas del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), Alejandro Bassini, estimó que el incremento en la suscripción de contratos nuevos “es del 100 por ciento”.
“Hablamos de nuevo valores promedio. Hay que entender la bajísima disponibilidad de oferta que sufre actualmente Rosario. Es una plaza de requerimiento locativo de universitarios, que en ésta época del año necesitan resolver su alquiler para continuar o comenzar sus estudios. Existe una incertidumbre a la hora de contratar, muchos propietarios estiman que se quedan cortos con los ajustes, que no se dan más en forma semestral y los impactos son recién en el primer y segundo incremento anual”, indicó.
Ya en otro sector del mercado, las unidades premium, Bassini alertó que en lugares neurálgicos hay una ausencia de oferta, en un segmento donde los valores son superlativos, pero la disponibilidad en muy baja en general. “El principal problema de los alquileres a la finalización de los contratos es que quedan muy desfasados a los valores de plaza y los números que se pactaron tres años atrás, pese a los reajustes, es complejo recuperarlos”, marcó.
- LA ACTUALIZACIÓN AL SEGUNDO AÑO
Luego del primer año de contrato, los alquileres se actualizan bajo el índice que mide el Banco Central, dispuesto por la ley de alquileres, de un 81,4 por ciento para el segundo o tercer año de contrato. Es el resultado de aplicar el Indice de Contrato de Locación (ICL), que por ley es la vara para readecuar los alquileres que analiza en partes iguales variaciones mensuales de la inflación y de los salarios que difunde el Indec.
Los ajustes son anuales una vez cumplido los primeros doce meses, según establece la ley vigente. Para medir la inflación se usa el Indice de Precios al Consumidor (IPC de Indec) y para medir la evolución de los salarios se mide por la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) que publica la Secretaría de Seguridad Social todos los meses.
Así, enero tuvo su índice de indexación anual para contratos ya firmados y vigentes: 81,4 por ciento. Es decir, si corresponde actualización del contrato de alquiler de un valor locativo de 30 mil pesos por un monoambiente, por citar un caso, se pasará a 54.400 pesos al mes. Alguien que pagó todo el 2022 unos 40 mil pesos de alquiler, pasa a pagar este 2023, 72.400 pesos.
La actualización del ICL se explica en parte por su aumento en el componente salarial. Noviembre y diciembre tuvieron marcados aumentos paritarios en varios sectores del empleo formal mientras que la inflación no podrá estar por abajo del 100 por ciento. De modo que muchos estiman que en los próximos ICL para los meses que se avecinan se sostenga el alza en los porcentajes.
Desde Concejalía Popular, Nire Roldán afirmó que en el marco de una economía que piensa que hay inflación inercial y hay que pararla, “todo el mundo le pide al Estado soluciones para frenarla. Y el componente alquiler no se toma con seriedad a la hora de evaluar aumentos cuando hay una renovación de contratos. Si bien el indicador dice 81 por ciento en enero, la mayoría de los trabajadores ajustaron salarios por debajo de éste porcentaje y cuando deben renovar un alquiler además de pagar los costos mensuales y anuales, comisión por averiguación de garantías se les pide un amento de entre el 130 y 150 por ciento promedio para los departamentos de una familia. Así, la mayoría debe cambiar de inmueble, no se puede quedar y de nuevo más gastos para alquilar otro lugar. Esto lo vimos en diciembre y proyectado a enero. Es sumamente preocupante”, cerró Roldán “más aún cuando vemos que sectores del gobierno nacional pretenden negociar la ley de alquileres dejándole al mercado libertad para ajustar”. (Fuente: La Capital)