LA DEMANDA DE ACERO SE ACELERA DE LA MANO DE LA NUEVA PLANTA DE GERDAU

La compañía prevé una suba de la demanda para 2018 de entre 7 y 8% producto de los créditos hipotecarios y la obra pública.

La empresa Gerdau nació hace 116 años con una fábrica de clavos en la ciudad brasilera de Puerto Alegre y hoy es uno de los productores de acero más grande del mundo. La compañía tiene presencia en 12 países y Argentina, más precisamente Santa Fe, es uno de los lugares elegidos para ampliar su red de negocios. En la vecina localidad de Pérez Gerdau levantó una nueva acería, la primera que se construye en el país en 40 años, y concreta este proyecto teniendo un horizonte de demanda de acero más que interesante.

El acero está presente en innumerables lugares y la incipiente actividad vinculada al plan de obras de infraestructura que encaró el gobierno nacional y la reactivación de las obras de construcción privadas producto del lanzamiento de los créditos hipotecarios atados al índice UVA comenzaron a mover la demanda. En Gerdau entienden que el acero puede transformar proyectos en realidad e impulsar el desarrollo de la sociedad en un lugar mejor para vivir, por eso advierten que en el país todavía hay mucho camino por recorrer y grandes obras de infraestructura que encarar, y a que necesitarán del acero.

La mirada de Gerdau no es a corto plazo, pero los últimos números del sector dan cuenta de la reactivación y entusiasman a los directivos de la firma que nació en Brasil en 1901. La producción de acero crudo correspondiente al mes septiembre de 2017 fue de 413.000 toneladas, un 28,2% superior con respecto a la de septiembre del año pasado cuando se ubicó 322.100 toneladas, según datos de la Cámara Argentina del Acero. La producción de laminados en caliente, en tanto, fue de 426.800 toneladas, un 20,6% superior a la de septiembre de 2016.

En este marco, desde Gerdau auguran un escenario positivo y para 2018 prevén un crecimiento de entre el 7 u 8%, teniendo en cuenta un repunte del PBI previsto en 3,5%.

André Gerdau Johannpeter, presidente de Gerdau, agregó además que la recuperación de Brasil apuntala a la región y Argentina sentirá el impacto de la salida de la recesión del vecino país.

Durante la inauguración de la planta, el máximo referente de Gerdau planteó que se abre una nueva página en la relación con Argentina. "En Gerdau siempre pensamos, cuando ejecutamos nuestros proyectos, en el largo plazo. Nuestro compromiso con Argentina se refuerza con el día de hoy. Estamos siendo pioneros en el mundo del acero, con la innovación digital, usando drones, inteligencia artificial, sensores", destacó.

El presidente de la compañía subrayó que "Argentina es un mercado estratégico" y dijo que "esta nueva planta fortalece la posición en la región". En se sentido, indicó que buscan crecer en el Mercosur.

Gerdau _que actualmente cuenta con plantas en Brasil, Uruguay, Perú, Colombia y Venezuela_ desembarcó en Argentina en 1998 cuando se asoció con Sipar, la laminadora de Pérez que perteneció a la familia Censabella, y actualmente controla totalmente esa operación. Con la puesta en marcha de la nueva planta la firma consolida una integración vertical entre la producción de palanquilla y laminaciones.

"Tomamos decisiones de largo plazo, a 10, 15 y 20 años. Pensamos que Argentina va a crecer. Este es un plan estratégico", detalló Gerdau Johannpeter.

Fernando Lombardo, director Ejecutivo de Gerdau para Argentina y Uruguay, destacó que la nueva acería _que demandó tres años de construcción y una inversión de 232 millones de dólares_ "no sólo es de relevancia para la compañía, sino que también resulta de gran importancia para la Argentina, ya que se logrará integrar el proceso de elaboración y laminación del acero, sustituyendo importaciones de materia prima por un monto equivalente a 100 millones de dólares anuales". En rigor, señaló que "eso implica un aumento de la capacidad instalada de producción de aceros largos en Argentina en un 34%".

"Es una apuesta a largo plazo. Hace 60 años que estamos en Pérez y esto refuerza para continuar presentes y continuar creciendo en Argentina", apuntó Lombardo al tiempo que indicó que el sector volvió a crecer y estimaron que en 2018 mejorará su performance entre un 7 u 8%, teniendo en cuenta la dinámica que se está generando en torno a la obra pública y privada, sector altamente demandante de acero.

"La industria del acero siempre crece dos o dos veces y medio más que el PBI de un país, estimamos para 2018 un alza de la actividad de entre el 7 u 8%. En los úttimos tres meses la dinámica de crecimiento que se generó por las obras de infraestructura es importante", precisó el directivo local.

Lombardo indicó que en una primera etapa el objetivo de la compañía es atender a la demanda local, pero luego también expandirse a otros mercados. "Si las condiciones ayudan tenemos la posibilidad de exportar", mencionó el director ejecutivo sobre un mercado global presionado por el ingreso de acero chino, al tiempo que se mostró cauteloso ante la posibilidad de que el acero del gigante asiático llegue al país.

"No tenemos una presencia significativa de China, pero es una amenza para todos los mercados", señaló.

Lombardo no dejó pasar la oportunidad de plantear las problemáticas del sector, que dificultan un crecimiento más sostenido, y explicó que el costo de la energía quita competitividad a la actividad, ya que hoy es entre 60 y 70% más caro que en Brasil, país "por donde pasa la competencia siderúrgica". También habló de la carga impositiva, aunque se mostró esperanzado sobre la reforma fiscal que se podría encarar este año a nivel nacional.

La planta

La construcción de la nueva planta de Gerdau demandó tres años, representó una inversión de 232 millones de dólares y emplea a 137 trabajadores, aunque genera 800 puestos de trabajo, entre empleo directo e indirecto.

La nueva acería, que se encuentra a 6 kilómetros de la planta de laminación de Gerdau ubicada en la misma localidad, tiene una capacidad instalada para producir anualmente 650.000 toneladas de acero a partir de la fusión de chatarra ferrosa, utilizando tecnología de última generación. La palanquilla resultante de ese proceso, luego se transforma en perfiles, alambre, clavos.

La planta cumple con los más elevados estándares de eficiencia energética, seguridad y medio ambiente. Se destinaron unos 20 millones de dólares en tecnología para contar con una producción limpia.

La nueva planta estará a pleno funcionamiento en diciembre y desde Gerdau precisaron que el objetivo es alcanzar un 70% de uso de la capacidad instalada. (Fuente: La Capital)

06 de Noviembre (Valor Local)