Baggio convocó a una asamblea para excluir al socio mayoritario

La empresa entrerriana líder en jugos de frutas envasados vive una escalada en la disputa que enfrenta a los socios y hermanos entre sí. Ahora la compañía convocó a una asamblea general extraordinaria para excluir a Rufino Baggio, que detenta la mayoría accionaria, por ejercer competencia desleal. Los promotores de la expulsión son sus hermanos Alejandro y Aníbal, que manejan la empresa.

La interna familiar en la fábrica de jugos Baggio se agrava día tras día, con acusaciones y denuncias judiciales cruzadas que ahora podría desembocar en la expulsión del accionista mayoritario de la empresa, Rufino Pablo Baggio, acusado de competencia comercial desleal, en una nueva escalada de la disputa.

Es el último capítulo de una contienda que lleva años.

La empresa RPB SA, la nave insignia del grupo Baggio, convocó a sus accionistas una asamblea general extraordinaria para este viernes 11 de noviembre con un solo tema en agenda: “Considerar y resolver sobre la exclusión del socio Rufino Pablo Baggio”.

La convocatoria, que se publicó en el Boletín Oficial, está firmada por el presidente del directorio de RPB SA, Aníbal Román Baggio, hermano de aquel al que pretenden excluir; no explicita los motivos, pero desde la empresa se argumenta que Rufino, conocido como Pino y accionista mayoritario, ha ejercido “un despiadado proceso de competencia desleal que tiene por fin incrementar la posición en el mercado de productos comercializados por Bigar SA y Jugos del Uruguay SA”, dos empresas del mismo rubro que desarrolló cuando se alejó de RPB.

Eso motivó incluso el inicio de una demanda por competencia desleal y daños y perjuicios, avalada por la madre de los Baggio, que en ese momento mantenía el control de la empresa. Pero a poco de su fallecimiento, Rufino convocó a una asamblea para tratar de suspender la demanda en su contra, lo que no pudo hacer porque el resto de los socios, sus hermanos, decidieron que no computarían su voto.

Lo que dicen en la empresa es que no puede integrar el directorio alguien que tiene intereses contrarios, ajenos o se encuentra en conflicto con la sociedad. Por eso quieren excluir a Rufino Baggio.

Lo cierto es que esta intensa disputa reconoce sus inicios en el año 2006, aproximadamente, tras la muerte del patriarca y fundador de la empresa. Entonces las acciones se repartieron entre sus hijos, Rufino, Alejandro, Aníbal y Celia, en partes iguales; aunque la madre de ellos, Celia María Munilla, conservó los derechos sobre una mayoría de acciones y eligió a Alejandro como presidente del directorio.

Los desacuerdos entre los hermanos se agudizaron a través de los años. En 2013, Celia, la única hermana, decidió correrse de la disputa y le vendió todas sus acciones a Rufino, que pasó a detentar el 50 por ciento del paquete.

Sin embargo, Rufino no asumió como presidente de la compañía, ya que su madre había elegido a Alejandro para ese rol. Esa decisión enfrentó a tal punto a los hermanos que el socio mayoritario se alejó de la conducción y tenía prohibido el ingreso a la empresa.

La planta de jugos Baggio en Gualguaychú

Verdes que se fugaron y no manzanas

Con ese telón de fondo, se produjo la desaparición de 6.823.288 dólares, que fueron transferidos en forma irregular a una cuenta de la firma Hong Kong HRJ Trade Limited radicada en el Standard Chartered Bank de Hong Kong, en concepto de pago de “servicios” no especificados.

Las transferencias fueron realizadas por la jefa de finanzas de la empresa, que dijo haber recibido una orden confidencial, a través de una serie de correos electrónicos de una cuenta que creía le pertenecía a Alejandro Baggio.

La empleada dijo haber sido víctima de una maniobra de phishing a través de correos electrónicos que tenían la apariencia de proceder de una fuente de confianza; y que no advirtió el engaño hasta después de realizadas las transferencias bancarias.

Por su parte, Rufino Baggio denunció en la justicia federal una maniobra de estafa, vaciamiento de la empresa, lavado de activos, evasión tributaria e infracción al régimen penal cambiario en la que involucró directamente a su hermano Alejandro.

Juan Alejandro Baggio, el mayor de los hermanos herederos y presidente de RPB SA hasta junio pasado

La investigación determinó que el dinero ingresó a la cuenta del banco en Hong Kong e inmediatamente fue transferido a otras diecinueve cuentas de segundo nivel; y de allí a cuentas de tercer nivel en Hong Kong y Estados Unidos.

La empresa contrató a un buffet de abogados en China y pidió el congelamiento de los fondos transferidos al Standard Chartered Bank of Hong Kong. Cuando la justicia accedió a la cuenta quedaban solo 6.423,55 dólares. El resto se había esfumado. También instó una demanda en Estados Unidos y, según informó la propia empresa, “producto de las gestiones y diligencias de recupero entabladas en las jurisdicciones de Hong Kong y de los Estados Unidos, se logró recuperar un total de 709.100 dólares”.

Por esa maniobra serán enjuiciados dos empleados de la empresa: Diana Veronesi (jefa de finanzas) y José Ricardo Stefani (gerente financiero). También dos empleados bancarios. Alejandro Baggio fue sobreseído, pero a instancias de Rufino está pendiente de resolución su denuncia por defraudación por administración fraudulenta.

Sin embargo, una investigación realizada por un equipo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en el marco de los Pandora Papers, determinó que un año antes de la fuga de ese dinero, Celia María Munilla, la madre de los hermanos en disputa, había registrado LSH Global Ltd, una sociedad inscripta en las Islas Vírgenes Británicas.

La firma aludida fue creada con el propósito de realizar “inversiones líquidas”, cuenta con un poder firmado por Munilla a Alejandro Baggio. Pero el dato más resonante es que la empresa offshore tuvo movimientos de inversiones por valores similares a los que les habían esfumado de Baggio.

El escenario que rodea la asamblea general extraordinaria de este viernes está ensombrecido por acusaciones cruzadas y denuncias de un lado y del otro. Desde la empresa insistirán en la exclusión de Rufino Baggio, ya no de su derecho a votar sino una exclusión definitiva de la compañía; mientras tanto, sigue abierta parte de la investigación sobre el presunto lavado de dinero, evasión tributaria e infracción a la ley penal cambiaria por el giro de divisas al exterior. Así las cosas, nada parece indicar que pueda flamear una bandera blanca.

(Fuente: PáginaJudicial)