Será uno de los temas de agenda del organismo que tendrá su última reunión del año dentro de un mes y medio en Washington. El país es uno de los impulsores de un cambio en la política de sobretasas que encarece la devolución de los créditos.
El directorio del Fondo Monetario Internacional avanzará en las próximas semanas en una discusión que los miembros del organismo concedieron a un grupo de países, entre ellos la Argentina, que viene presionando en foros internacionales: la política de tasas de interés sobre los préstamos y que para el caso de nuestro país le implica un sobrecosto de unos USD 1.000 millones anuales.
La última parte de la agenda de este año para el FMI estará marcada, entre otras cosas, por una definición de sus países integrantes sobre si llevar adelante un cambio en el interés que el organismo cobra por prestar dinero por encima de las “cuotas” disponibles para cada país. Este tipo de revisiones internas y de rediseño de las reglas del organismo suelen moverse a una velocidad de placas tectónicas (el último cambio de esta política tuvo lugar en 2016), ya que además de las revisiones técnicas, deben tener el visto bueno del board y de la Junta de Gobernadores. Para hacerse posible requerirá un consenso alto, del 70% de los votos.
En las próximas semanas se avecina un nuevo capítulo de la discusión sobre los sobrecargos de interés, que primero se realizaría a través de debates internos informales del directorio, según pudo saber Infobae en base a fuentes ligadas a esa conversación. Desde el organismo no confirmaron que fueran a tener lugar reuniones de ese tipo ante una consulta para esta nota y reiteraron la respuesta de la portavoz Julie Kozack, que reconoció que la discusión está avanzada en el seno del organismo. La idea que sobrevuela es que haya una posición tomada antes de la última reunión plenaria del FMI en Washington en la semana del 21 al 26 de octubre.
Las tasas de interés que el organismo aplica sobre los países que tienen créditos por encima de sus cuotas establecidas por el estatuto representan, para un grupo de países y académicos que presionaron en distintos foros internacionales en los últimos años, una carga adicional muy pesada que las naciones deudoras tienen que afrontar en el marco de crisis económicas o financieras con préstamos vigentes.
A grandes rasgos, hay dos tipos de tasas que influyen en el saldo pendiente con el FMI: uno de 200 puntos básicos (2% anual) porque el crédito tomado por la Argentina superó 187,5% del monto de la cuota que posee el país como miembro del organismo –fue incluso cercano a 1.200%–, y otro 1% anual por tener acceso a ese nivel de préstamo excepcional por un lapso mayor a 36 meses.
Las acumulaciones de estos sobrecargos terminan por tener un peso específico considerable en la hoja de ruta financiera del acuerdo. Según los datos provistos por el Fondo Monetario, de esos casi USD 60.900 millones a devolver hasta 2032, unos USD 13.300 millones corresponden al ítem considerado “cargos” mientras que los sobrecargos representarán poco menos de USD 5.800 millones.
La cuestión también fue tema de debate en la última cumbre de ministros y banqueros centrales del G20 en Río de Janeiro, en la última semana de julio. El documento final incluyó una mención a este tema: “Esperamos con interés la revisión de los cargos y recargos por parte del Directorio Ejecutivo del FMI y un resultado que pueda aliviar la carga financiera de los países prestatarios, preservando al mismo tiempo sus funciones de incentivo y salvaguardando la solidez financiera del Fondo”, plantearon.
Según los datos provistos por el FMI, de los casi USD 60.900 millones a devolver hasta 2032, unos USD 13.300 millones corresponden al ítem considerado “cargos” mientras que los sobrecargos representarán USD 5.800 millones
La última vez que el Fondo Monetario se había entregado a una revisión de este tipo el resultado fue de rechazo a cualquier tipo de cambios. En marzo de 2023 el directorio aprobó un aumento a los límites de financiamiento de los países miembro. La discusión en el directorio no incluyó en esa agenda el debate sobre los sobrecargos de interés que tienen sus programas, un reclamo habitual de la Argentina ante ese foro.
La última vez que el país hizo referencia a la cuestión de los sobrecargos fue durante la reunión del ministro de Economía Luis Caputo con la secretaria del Tesoro norteamericano Janet Yellen en el marco de la cumbre de ministros del G20 en Brasil. Sin el guiño de la Casa Blanca, será difícil que el organismo pueda aprobar un rediseño de sus pilares como el que buscan la Argentina y otros países.
“Cinco países son los que más dinero han pedido prestado al FMI: Argentina, Ecuador, Egipto, Pakistán y Ucrania. Pagaron 5.100 millones de dólares en recargos entre 2018 y 2023 y pagarán 7.200 millones de dólares adicionales entre 2024 y 2028 (…) Esos recargos aumentan marcadamente el costo de los pagos de intereses al FMI, llevando el financiamiento del organismo a tasas cercanas a las del mercado, muy por encima de las tasas concesionales que las instituciones financieras internacionales suelen ofrecer a los países necesitados”, dijo Hung Tran, ex vicedirector del departamento de Política Monetaria y Mercado de Capitales del FMI.
“El FMI debería considerar seriamente estas solicitudes y actuar con rapidez para reformar significativamente su política de recargos, idealmente aboliéndola. Esta política no ha cumplido sus propósitos y ya no es necesaria para aumentar las reservas precautorias del Fondo. En cambio, impone cargas financieras innecesarias a los países de bajos ingresos con problemas de deuda, los mismos países que necesitan toda la ayuda que puedan obtener”, concluyó. (Fuente: Infobae)