El escenario climático, en el que la sequía es la actriz protagónica, y las vicisitudes políticas y económicas generan expectativas complejas de cara a la campaña agrícola 2022/2023.

El pesimismo de la situación se vislumbra en la percepción que tienen los productores para los próximos 12 meses.

Una reciente encuesta, realizada a fines de septiembre por la Universidad Austral, refleja que el 66% de los productores piensan que no es un buen momento para invertir.

El indicador, medido por el AgBarometer que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de esa casa de estudio, se ubica muy por debajo de los números alcanzados en los meses de marzo/mayo, cuando tuvieron lugar inversiones muy importantes en maquinaria agrícola y equipos.

Para consolidar esa posición, dentro de un universo de 406 productores consultados, 71% manifestó que no va a realizar inversiones en activos fijos dentro de los próximos 12 meses.

“Un 46% opina que el principal limitante a la inversión se debe al riesgo derivado del contexto político económico, un 24% lo atribuye a la inexistencia de financiamiento, un 21% a los riesgos propios de la actividad, un 10% a que ya realizó inversiones y un 9% al hecho de que no visualiza proyectos rentables”, precisa la encuesta.

Sin embargo, y más allá del mal momento que consideran los productores para invertir, en aquellos que tienen planificadas compras, la maquinaria agrícola es la principal preferencia.

Del 29% que tiene planeadas inversiones en bienes de capital, el rubro que encabeza es la decisión es la maquinaria agrícola, con 65%, seguido por la compra de hacienda, con 25%.

En que se invirtió con el «dólar soja»

Septiembre fue un mes caracterizado por la vigencia del “dólar soja”, un tipo de cambio diferencial que les permitió a los exportadores liquidar un dólar a $ 200 y poder pagar por la soja entre $ 70.000 y $ 73.000 la tonelada, alrededor de un 30% más que en agosto.

Según el sondeo de la Universidad Austral, un 73% de los productores mencionó que utilizaría dichos fondos para la compra de insumos y un 41 % indicó la posibilidad de realizar arrendamientos o saldar cuentas pendientes; apenas 11% de los casos quienes mencionaron la compra de dólar MEP.

En lo referido a las fuentes de financiamiento para la próxima campaña agrícola, las opciones que estimulan más a los productores apuntan a las operaciones de canje, tanto a cosecha (mencionado por un 34% de los productores) como disponible (33% de los productores), seguidas por los pagos al contado (utilizada por un 25%).

Las operaciones de financiación con tarjetas agro llegan al 25% y el uso de cheques de pago diferido, al 22%. Lo llamativo es la no utilización de créditos bancarios, debido a la fuerte suba que han tenido desde agosto las tasas de interés.

(Fuente: Campoenacción)