Crisis en el sector vitivinícola: las principales bodegas abandonan la entidad creada por ley para dar impulso al vino

Una profunda crisis interna en el sector vitivinícola argentino, se suma a las complicaciones de rentabilidad de la industria del vino · La asociación Bodegas de Argentina, junto al Centro de Viñateros y Bodegueros del Este y  elaboradores de Neuquén, rechazaron la nueva conducción de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) que engloba desde la producción primaria, la comercialización hasta la exportación de vinos.

Los motivos que esgrimen es “el manejo arbitrario de los recursos económicos” que se generan a través de distintos aportes que hacen los asociados. Detrás de escena aparece en esta disputa la puja de poder por manejar un mercado que tiende a concentrase en pocas empresas.

El jueves por la noche fue electo el bodeguero José “Pepe” Zuccardi, actual titular de la Unión Vitivinícola (UVA), como presidente de la Coviar. Ganó por 7 votos contra 1 de las autoridades presentes que representan a distintas agrupaciones que integran la entidad conformado por el sector público y 13 entidades del sector privado. Su creación quedó plasmada en la Ley 25.849, promulgada en 2004. Para llevarlo adelante la promoción del vino en el mercado local e internacional, se creó el Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020 (PEVI). Para financiar este proyecto, todos los establecimientos inscriptos en el INV están obligados a realizar una contribución por litro de vino o producto vitícola producido.

Desde Bodegas de Argentinas, presidida por Patricia Ortiz (Fincas Patagónicas SA) y como vicepresidente Francisco Do Pico (Grupo Peñaflor) , respondieron con un comunicado en la tarde del sábado. Anunciaron que se retiran de Coviar y solicitan al Gobierno nacional y a las autoridades provinciales que" intervengan la entidad y tomen las medidas necesarias para atender nuestros reclamos”. El documento firmado por Bodegas de Argentina, el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este y representantes del sector privado vitivinícola de Neuquén, dice: “Manifestamos nuestra disconformidad respecto a la forma en que se conduce en la actualidad la Corporación Vitivinícola Argentina por decisiones y acciones ejecutadas por algunos de sus miembros representantes del sector privado qué si bien son legales, carecen de la legitimidad que exige el buen funcionamiento de una entidad público-privada como es la Coviar”. Cuestionan la asignación y ejecución de los recursos administrados y su oposición al “uso de la institución como entidad gremial empresarial de segundo grado, tal como pretenden algunas entidades privadas que la componen, utilizando a la misma como canal para la gestión de sus intereses en nombre del conjunto”.

La Coviar fue creada por Ley. Y las diferencias internas son cada vez mayores. El principal embate lo comanda Bodegas de Argentinas, que concentra a la mayoría de las 20 empresas que más facturan en el sector (concentran el 75% del mercado), quienes reclaman más protagonismo en las decisiones políticas y de promoción del vino argentino.  Explican en el comunicado, acompañado por el centro de Bodegueros y Viñateros del Este, y el sector privado  de Neuquén, que rechazan al nuevo directorio de Coviar porque no responden al pedido de renovación planteado y representan exclusivamente a estos mismos sectores cuyo proceder cuestionan. "Creemos que el nuevo triunvirato de autoridades, a la cual se agrega una vicepresidencia tercera de dudosa legalidad, choca de lleno con nuestros reclamos, que lamentablemente no tuvieron eco dentro del pequeño grupo de personas que hace años manejan la institución a su discreción (legalmente incuestionable) y que se adjudican el monopolio de la voz del vino”, según reza el texto difundido y publicado en la página de bodegasdeargentina.org.

Sin embargo, desde Coviar responden que el negocio del vino es distinto en todo el mundo: “La importancia de una marca no radica en el volumen de producción sino en la calidad, como es el caso de los pequeños viñedos de Francia”.

“El principal problema es el costo del financiamiento, con tasas al 70% no hay negocio que pueda sostenerse. A lo que se suma el precio de la uva y el vino, muy por debajo del aumento inflacionario, con sobre stocks”, dijo Zuccardi a Clarín. Y afirmó que su gestión pretenderá proteger al “eslabón más débil” que es el productor primario y generar condiciones para abrir nuevos mercados y atraer trabajadores al campo para desconcentrar las grandes ciudades.

Pero las tres entidades que se oponen a su designación, argumentan: “Eligieron responder a nuestros planteos con agravios y desvirtuando el reclamo como un conflicto entre grandes bodegas y productores, ninguneando simultáneamente a la mayoría de las entidades firmantes y a los miles de productores de uva que indirectamente representamos. Pero, el conflicto en el seno de la Coviar esconde una disputa por la representación de la vitivinicultura ante los gobiernos y la comunidad vitivinícola”. Y agregan que es difícil cambiar la situación vía votación, ya que “estos grupos minoritarios tienen, por un erróneo diseño de la ley que dio origen a la Coviar, un número de votos mayoritario que no condice con la realidad de la cadena”.

Se quejan desde Bodegas de Argentina por la falta de apertura para permitir que sean “las bodegas quienes lideren el programa de promoción del vino en el mercado interno, siendo desestimadas reiteradamente sus opiniones respecto al diseño de las campañas publicitarias o la contratación de proveedores”. “Se nos impone un costoso desayuno vendimial o un concierto en Buenos Aires solventado por todos nosotros. Si bien la asignación de los recursos de la Coviar es votada, no es fruto de una discusión democrática. Para colmo, sólo el 25% de los recursos se destinan a la tan necesaria promoción en el exterior, mientras que un 30% se destina a la cuestionada promoción genérica en el mercado interno, un 6 % a la comunicación que promueve a la Coviar, y un 20 % a la administración de la institución”, enumeran.

Sobre la polémica que han abierto sus pares bodegueros, el dueño de las bodegas Santa Julia y Zuccardi Valle de Uco cree que la única manera de resolverlo es dialogando dentro de Coviar o solicitando la modificación de la ley que la creó porque el funcionamiento de la entidad “no depende de las decisiones de un sector específico sino de todos los integrantes”.

Aún, dentro de un panorama de baja rentabilidad y problemas de supervivencia de los productores, Zuccardi destaca los buenos resultados que obtuvo la vitivinicultura en 2019: “ Subió un 5% la comercialización en el mercado interno, con un aumento del 4% en el consumo de vino per cápita (alrededor de 19 litros por años por persona), en un año en donde todos la mayoría de los sectores agrarios se desplomaron”.

Algunas políticas públicas acompañaron, como el subsidio de las tarifas de riego agrícola, la compra de uva por parte del Estado para mosto (jugo de fruta) o los recientes planes de financiación para el periodo de cosecha y acarreo, que está en pleno arranque. Sin embargo, no ha sido suficiente para este sector que engloba a mil bodegas con alrededor de 224 mil hectáreas de viñedos cultivadas, como el quinto productor mundial.

El año próximo se espera una merma de la cosecha, por condiciones climáticas, de hasta el 15%, alrededor de 21 millones de quintales de uva, que harían bajar el nivel de stock y podría mejorar el precio de la uva. “El vino puede crecer si se generan nuevos mercados, por eso la apuesta a consumidores con jóvenes con vino en lata o vino tirado como la cerveza. Y, por supuesto, aumentando su caudal exportador”, resume Zuccardi, que asumirá formalmente en su cargo el 7 de marzo próximo, en el tradicional desayuno de la Fiesta de la Vendimia 2020. (Fuente: Clarín)

Fuente: (valorlocal.com.ar)