La lluvia cortó el patrón seco, pero la tormenta generó pérdidas

Las precipitaciones llegaron en forma oportuna para floración de maíces. Sin embargo, eventos de viento y granizo obligaron a resembrar lotes. El trigo alcanzó una producción récord en 10 años en Santa Fe.

En un momento en el cual la campaña fina cierra en la provincia con números históricos al mostrar los mejores registros en diez años, el ciclo de granos gruesos sigue dando pelea contra las adversidades climáticas. Las últimas lluvias llegaron en forma oportuna para la floración de los maíces y quebraron el patrón seco de un año Niña, pero una franja del sur santafesino se vio seriamente afectada por fuertes vientos y granizo que provocaron daños de entre 50 y 100% en gran cantidad de lotes de maíz y soja, que en el último caso _en cultivo de primera_ obliga a encarar acciones de resiembra.

Los datos del Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Santa Fe que relevan el centro norte provincial, indican que Santa Fe concluyó “la mejor campaña de trigo en diez años”, tanto en superficie sembrada como en rendimientos promedio, con más de 19 quintales por hectárea (qq/ha) por encima de lo obtenido el año pasado.

Al final del ciclo de cultivo “se cosecharon 375.900 hectáreas, con un rendimiento promedio de 36,75 quintales y una producción total de 381.430 toneladas”, apuntó SEA. También que incidió “la buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra en el período de implantación y temperaturas adecuadas que permitieron el desarrollo de buen número de macollos, espigas y granos”.

“Los rendimientos promedio reflejaron el impacto de las lluvias heterogéneas, irregulares, variables, que se produjeron en alguna etapa del ciclo del cereal”, completó el informe.

En la zona núcleo que releva la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario, el trigo “está bajando el telón”. Con un 98% del hectareaje trillado se apuntala la producción récord de 7,7 millones de toneladas del cereal. “El rinde promedio se mantiene en 47,3 qq/ha”, apuntó GEA y señaló que “el sur santafesino y el norte bonaerense, que eran los rezagados días atrás, avanzaron a contrarreloj restándoles por levantar menos del 2% de la producción”.

En tanto, la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (Bcpbb) estimó un rendimiento de 2.900 kilogramos por hectárea de trigo en las zonas tradicionales para el cereal comprendidas por los distritos oeste, suroeste, centro y sur de la provincia de Buenos Aires y sectores de La Pampa.

“En los 45 partidos del área de influencia el área apta alcanza las 1,56 millones de hectáreas”, señaló la entidad en su último reporte sobre el trigo.

  • GRUESA CON MÁS AGUA PERO GOLPEADA

Por otra parte, la campaña gruesa recibió el agua suficiente para poder avanzar, pese a eventos climáticos adversos que golpearon el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires. “Las lluvias de los primeros quince días de diciembre han nivelado el aporte de agua prácticamente sobre todas las regiones productivas del país”, comentó José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas de GEA.

De hecho, se quebró el patrón seco en el este de la región que venía con pocas reservas. El martes 14 de diciembre se generó un evento muy importante que dejó acumulados de más de 20 mm sobre dos sectores de la región núcleo. Uno, la zona que abarca la intersección de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, y el otro al este; específicamente, sureste de Santa Fe y noreste bonaerense. Allí, hacía 20 días que la zona no recibía más de 15 milímetros. “Si bien la franja oeste de la región recibió menos agua en el evento del martes, fue la que estuvo acumulando milimetrajes durante los primeros días de diciembre”, indicó GEA y agregó que “en el sudeste cordobés comienza a haber interrupciones en las tareas de cosecha de trigo y siembra de soja de segunda por la falta de piso”.

Este escenario provocó una mejora en las reservas de agua para los cultivos, aunque aún falta humedad. “Los primeros maíces sembrados a mediados de septiembre ya se encuentran transitando su ventana crítica porque están en plena floración masculina y cualquier estés en esta etapa adquiere mayor relevancia, y el hídrico es uno de los principales”, apuntó GEA.

De este modo, el agotamiento de las reservas de agua en el este de la región comenzaba a manifestarse en el cereal. En Cañada de Gómez se necesitaban 50 mm para pasar diciembre sin bajar el potencial de rinde y si bien las últimas lluvias son un aliciente para el maíz, las reservas continúan escasas en el centro sur de Santa Fe y el centro norte de Buenos Aires, zonas donde los registros fueron muy bajos por estos días.

Por otro lado, en San Pedro esta semana los asesores expresaban la necesidad de una lluvia inminente para mantener la potencialidad de los cuadros, y recibieron entre 35 a 55 mm, “Nos pusimos en carrera”, comentaban. En el sudeste cordobés, los cuadros que no tuvieron problemas a la siembra están excelentes: “con 20 a 25 mm más de agua los maíces van a estar muy bien”, señalaron desde GEA .

En cuanto a soja de primera, los cuadros sembrados más temprano están cerrando el entresurco y comenzando a florecer. El cultivo aún no se encuentra en su periodo crítico para determinación de rendimiento, pero presenta muy buenas condiciones de base.

  • EL GOLPE DE LA TORMENTA

A pesar de ese buen escenario hídrico, la lluvia llegó con tormentas fuertes y en algunos casos caída de granizo. “Sobre el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, el cambio de las condiciones atmosféricas de la última tormenta fue tan repentino y abrupto que provocó consecuencias muy poco deseadas”, indicó GEA. En la franja que abarca desde María Teresa, Villa Cañas, Teodelina hasta Colón, el viento muy fuerte y una gran granizada devastó una gran cantidad de lotes de maíz y soja.

La localidad de San Jorge, en el centro santafesino, fue el epicentro de una tormenta de viento muy fuerte en combinación con granizo que provocó daños sobre los cultivos en sectores muy localizados. El informe de GEA indicó que “al momento no hay una estimación de la superficie afectada, pero los cultivos con mayor daño son los maíces tempranos y la soja de primera y sus pérdidas oscilan entre un 50 a 100%”. Puntualmente, “gran parte de los lotes de maíz temprano han quedado solo los tocones visibles y en otros lotes, donde ha quedado algo de cultivo en pie, se evalúa si continuar con el cultivo, apostando a rindes de 40 a 50 qq/ha o resembrar”.

Con relación a la soja de primera, el panorama es similar. En algunos lotes, comenzarían tareas de resiembra a contrarreloj para evitar que se pase la fecha límite.

En el centro norte santafesino ya finalizó la siembra de soja. Se implantaron 945.000 hectáreas, lo que representa un 1% más que la superficie alcanzada el año anterior. “Los cultivares presentaron muy buen estado, con un normal crecimiento, correcta germinación y emergencia, dadas las buenas condiciones ambientales ocurridas desde el inicio de la campaña”, indicó SEA. (Fuente: Agroclave)