Ley de Biocombustibles: el proyecto oficial “mejorado” no conforma a las etanoleras de maíz

La nueva propuesta mejora el borrador anterior, pero mantiene un sesgo perjudicial para el combustible que se fabrica en Córdoba. La principal crítica de las empresas es la discrecionalidad que tendrá el Gobierno para manejar el mercado.

La nueva propuesta mejora el borrador anterior, pero mantiene un sesgo perjudicial para el combustible que se fabrica en Córdoba. La principal crítica de las empresas es la discrecionalidad que tendrá el Gobierno para manejar el mercado.

El bloque de diputados del Frente de Todos presentó este jueves en la Cámara Baja el proyecto final para establecer un nuevo marco regulatorio para los biocombustibles.

La novedad fue que los legisladores del oficialismo incluyeron algunas sugerencias emitidas por los cordobeses Pablo Carro, Gabriela Estévez y Eduardo Fernández, con el fin de que la normativa, que reemplazará a la ley de biocombustibles que vence el 12 de mayo próximo, no castigue tanto al etanol elaborado a base de maíz y del que Córdoba es el mayor productor nacional.

Actualmente, el 12 por ciento de las naftas se “cortan” con bioetanol: un seis por ciento de caña de azúcar y la otra mitad, de maíz. El borrador del proyecto kirchnerista que circulaba hasta el miércoles pretendía dejar el seis por ciento fijo para caña, bajar el porcentaje para el maíz a solo dos por ciento y que el cuatro por ciento restante quedara de libre disponibilidad para que las petroleras lo compren a cualquiera de los dos orígenes.

Lo que lograron los diputados locales fue que se acepte mantener un corte del seis por ciento para el maíz, aunque lo mismo quedó desfavorecido en relación al proveniente de la caña.

Sucede que la ley, si se aprueba tal como está formulada, permitiría que el Gobierno reduzca el corte al tres por ciento si existiera, como ocurrió en los últimos meses, un fuerte incremento del precio del maíz que “pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor”.

Traducido: la Secretaría de Energía se reserva la posibilidad de “cuando lo considere conveniente” reducir el corte total del 12 por ciento al nueve por ciento, pero esos tres puntos menos se ajustarán solo para el maíz.

Además, para el etanol del cereal se mantendría el sistema de cupos fijados por el Estado, mientras que la comercialización del etanol de caña se prevé que sea libre.

  • REACCIÓN EMPRESARIA

Esta posibilidad de que el Gobierno pueda manejar de manera discrecional las condiciones de mercado es lo que genera desconfianza entre las empresas cordobesas, que si bien reconocen que el proyecto nuevo es superador del anterior, todavía pretenden algunas modificaciones que les permitan seguir en actividad y pensar en un horizonte de crecimiento.

“El proyecto mejoró mucho con respecto al borrador anterior, pero es muy pro caña. El maíz debería tener el mismo tratamiento. Y es muy discrecional con respecto al precio”, señaló Manuel Ron, presidente de Bio 4.

Por su parte, el director de Insumos Agropecuarios de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), desde donde encabeza las operaciones de ACA Bio, Víctor Accastello, consideró que el corte total de etanol en las naftas debería mantenerse fijo en el 12 por ciento.

“Se debe eliminar la discrecionalidad de bajar al nueve por ciento por cuestiones de precios de las materias primas. Si el maíz alcanzara valores muy elevados, se podría poner como tope del precio a uno que surja de la paridad de importación de etanol de Brasil o Estados Unidos. Pero es una locura que el Gobierno pueda bajar el 50 por ciento el volumen, es imposible planificar las actividades de las plantas industriales sin certezas”, remarcó.

  • SCHIARETTI

También coincidió en que no tiene razón de ser que el etanol de caña tenga un régimen más favorable y reclamó “un precio superior a la suma de todos los costos de producción, incluidos las amortizaciones y el interés sobre el capital de trabajo”. “Como fue siempre, aunque sea mínima, debemos trabajar cubriendo el 100 por ciento de los costos y con una pequeña rentabilidad”, completó.

Más crítico fue el director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam: “Es un proyecto anti Córdoba y anti bioetanol de maíz, que implica el cierre de empresas y pérdidas de cientos o miles de empleos. Es decididamente malo porque implica un retroceso ambiental, económico y regional”.

Para Adam, la nueva propuesta del kirchnerismo “discrimina arbitrariamente al bioetanol de maíz”, porque “por una simple decisión del regulador, se puede reducir el corte del 12 por ciento al nueve por ciento, y esa baja se aplica exclusivamente al etanol de maíz”. (Fuente: La Voz)