Carne bovina: Cambio en la distribución y fin de la media res

La industria cárnica debe acatar la medida oficial que impone desde el 1 de Noviembre cambios en la forma en que se distribuye el producto en el país. Representantes de frigoríficos medianos y mataderos aseguran que la medida encarecerá el costo en las carnicerías.

Por Verónica Puig, especial para Valor Local


La carne vacuna en nuestro país, al salir de los frigoríficos y mataderos, se distribuye en camiones en corte media res. Y desde el camión al interior de los comercios, se traslada a tracción sangre, colocadas sobre los hombros de los trabajadores que descargan caminando un peso de más de cien kilos promedio.

La medida

Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informaron que desde la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), “a partir del  1 de noviembre los despachos de carne de todos los establecimientos faenadores del país destinadas a comercio minorista deberán hacerse en unidades resultantes del fraccionamiento de las medias reses en trozos, cuyos pesos individuales no superen los 32 kilogramos”.

La implementación del troceo para la media res entrará en vigencia a partir del 1° de noviembre.

Advierten desde la cartera oficial que la resolución conjunta 4/2021, “es de carácter obligatorio para todos los establecimientos faenadores de tránsito federal, provincial y municipal ubicados dentro del territorio nacional, sin excepciones”. De esta manera se modifica una forma de distribución centenaria.

En referencia al objetivo de la disposición, desde el Gobierno señalan que busca promover condiciones saludables para los trabajadores de la industria de la carne que se encargan de su descarga y mejorar la inocuidad del producto.

Quedan exceptuados de esta disposición cuando vaya a trasladarse medias reses desde establecimientos faenadores a plantas habilitadas oficialmente como despostadero, fábrica de chacinados y productos conservados, y depósitos frigoríficos prestadores de frío. Todos estos establecimientos deben estar inscriptos en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) y contar con la habilitación sanitaria y comercial correspondiente.

Desde el sector

Alberto Berardi, gerente de la Cámara de la Cámara de la Industria Cárnica de Entre Ríos (CICER), dijo a Valor Local que “la industria no se ha ido modernizando a ritmo similar al de otros sectores. Venimos trabajando en la media res en la inocuidad de la carne en los frigoríficos. La Provincia nos impone pautas que cumplimos”, refirió.

Berardi reconoció que desde los establecimientos faenadores saben que “esta nueva disposición además traza un antes y después para que se cumpla esto que marca que un trabajador no cargue más de 25 kilos de peso. Todo lo que supere esa marca, deberá realizarse de manera mecánica. Aquí se cruzan medidas, objetivos y como ocurre en estos casos, el objetivo final no está del todo claro. Por supuesto que si fuera sólo este el objetivo final, desde ninguna planta nos opondríamos porque es un cambio que favorece a los trabajadores”.

Advirtió que se trata de una medida nacional que desconoce la realidad de los frigoríficos medianos y de circulación provincial. “Nunca nos consultaron a los operadores de este sector industrial y a eso el Secretario Juan José Bahillo lo sabe”, refirió el dirigente provincial.

La aplicación de la medida divide las aguas entre un sector de la industria frigorífica vacuna y las autoridades.

En tanto, desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) expresaron su preocupación por la medida anunciada. “Desde nuestro punto de vista la medida resulta totalmente inviable. La mayor parte de las plantas faenadoras no cuentan con instalaciones adecuadas para realizar el corte de las medias reses”, advirtieron en un comunicado.

Asimismo, opinan que “los plazos establecidos para su adecuación no han podido cumplirse debido al alto costo y la complejidad de las obras a realizar”.

En referencia a los objetivos de la medida impuesta por el Gobierno, que dice trabajar para favorecer la inocuidad de la carne, desde la CAMyA señalan que “la medida propuesta no ofrece ventajas sanitarias por tratarse de cuartos sin ningún tipo de protección o envase”.

“Tampoco genera economías ni mejoras ambientales por mejor aprovechamiento de subproductos ya que los huesos y grasa seguirán siendo trasladados a las carnicerías y desde allí a las graserías, del mismo modo en que se lo hace actualmente con las medias reses”.

Senasa estableció a finales de agosto que los cortes mayoristas no superen los 32kgs.

Ariel Morales Anton, responsable de la Coordinación Federal de CAMyA, advirtió también que “se encarecerá el producto final, por mayores costos, para establecimientos de baja de capacidad productiva y faena. Mayor mano de obra, mermas del cuarteo, déficit de cubicaje en cámaras de frio y transporte, y amortización de inversiones que no tienen recupero económico en la etapa industrial”.

También señaló que comparten el objetivo de evitar que los trabajadores carguen sobre sus espaldas las medias reses pero “no compartimos la idea de que carguen del mismo modo inhumano y antihigiénico los cuartos de hasta 32 kilos, tal como lo propone la medida aludida, habiendo medios mecánicos sencillos y económicos de carga y descarga que podrían utilizarse para esta tarea. Y si los medios mecánicos son aptos para descargar cuartos también lo son para descargar medias reses, evitando el sacrificado esfuerzo”, concluyó.

(ValorLocal)