LA NUEVA LIGA LÁCTEA, CON SEMILLERO EN CÓRDOBA

La pérdida de liderazgo de Sancor en el sector impulsó el desarrollo de pymes que captaron la leche que dejó la cooperativa.

Entre las que más crecieron, hay empresas de la provincia, en su mayoría de la zona de Villa María.

En la historia contemporánea de la industria láctea de nuestro país, muchos recuerdan el año 1999, cuando la empresa Sancor llegó a recibir 6,5 millones de litros diarios de leche.

Un conflicto comercial con Brasil había interrumpido las exportaciones y la sobreoferta de leche era absorbida en ese momento por la cooperativa. Fueron tiempos, según recuerdan productores e industriales, en los que la empresa llegó a mantener refrigerada la leche en los propios camiones y a madurar los quesos en cámaras de frigoríficos.

Hoy, la realidad que atraviesa la que fue la mayor empresa láctea del país es muy diferente. Con menos de la mitad de empleados, su volumen de recepción de leche apenas superaba en julio pasado los 800 mil litros diarios. Por estos días, esa cifra es aún menor y, según voceros de la empresa, rondaría entre 700 mil y 750 mil litros diarios.

Si tenemos en cuenta que la producción nacional de leche se mantiene estable en los últimos 20 años, en volúmenes que oscilan entre 9.500 millones y 11 mil millones de litros, cabe hacerse la pregunta: ¿A dónde fueron a parar los litros de leche que dejó de recibir Sancor?

De la respuesta son protagonistas varias pymes lácteas –muchas de ellas de Córdoba–, que han fortalecido su presencia en el mercado nacional.

De acuerdo con un ranking nacional realizado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), en junio pasado, La Serenísima encabeza la lista de empresas en cantidad de leche diaria recibida, seguida muy de cerca por la canadiense Saputo. Cada una participa con un poco más del 11 por ciento del total de la leche que recibe la industria. Luego se encolumna un grupo de pymes, en su mayoría ubicadas en las provincias de Córdoba y Santa Fe.

Si comparamos la foto que muestra el último ranking de la Ocla con otra similar confeccionada 13 años atrás, la composición es diferente. En 2006, Sancor lideraba junto con La Serenísima el listado nacional, con mucha diferencia respecto del resto.

¿Qué pasó a lo largo de estos 13 años? La comparación muestra que empresas como Saputo (con una planta industrial en Tío Pujio, donde elabora la marca La Paulina) y las cordobesas Punta del Agua (James Craik), Noal (Villa María), Adecoagro (Morteros) y Sobrero y Cagnolo (San Marcos Sud) han crecido en recepción de leche dentro de los 15 primeros lugares del ranking nacional. Al igual que las santafesinas Tregar (Gobernador Crespo) y Corlasa (Esperanza) (ver gráfico).

“Cuando una industria deja de comprar leche por algún motivo, las empresas que tienen mayor capacidad de captación regional se hacen de esa leche; en zonas de alta densidad de tambos, como pueden ser Villa María o Rafaela (Santa Fe), puede haber mayor captación”, aseguró Eduardo García Maritano, exgerente de producción primaria de La Paulina y productor lechero del sur de Santa Fe.

Desde 2006 hasta la fecha, la empresa cordobesa Punta del Agua es la que más creció en términos porcentuales en cantidad de litros recibidos. Su titular, Juan Carlos Gagliardi, indicó que la fábrica creció 10 por ciento en la recepción de leche durante el período de reestructuración de Sancor.

En la actualidad, y según informó el empresario, la planta en James Craik recibe 1,2 millones de litros diarios, con posibilidades de extender esa capacidad en 300 mil litros más en caso de ser necesario.

“Nuestro negocio está abocado al mercado interno”, aseguró Gagliardi. Con 50 años en el mercado, el fuerte de Punta del Agua es la producción de quesos de masa dura, semidura y blanda, así como de crema, manteca, dulce de leche y leche en polvo.

El mercado lácteo argentino es uno de los más atomizados del mundo. Se estima que existen más de mil CUIT (clave única de identificación tributaria) de empresas que procesan materia prima, pero que no la originan, aunque no todos estarían operando.

INDUSTRIA Y DESTINO

Según un relevamiento de la Dirección Nacional Láctea, del Ministerio de Agricultura de la Nación, durante el año pasado había 670 empresas lácteas, de las cuales 296 estaban ubicadas en la provincia de Buenos Aires, 185 en Córdoba, 99 en Santa Fe, 61 en Entre Ríos, 21 en La Pampa, y ocho en Santiago del Estero.

“El 89 por ciento de ellas elaboran quesos”, sostiene el relevamiento.

Precisamente, los quesos constituyen el principal destino de la leche que se produce en el país. Con un consumo por habitante que ronda los 12 kilos por año, la mayoría de la producción tiene como finalidad abastecer el mercado interno. La leche en polvo, y en especial la entera, es el segundo destino para la materia prima de los tambos, mientras que las leches fluidas completan el podio. Lácteos como manteca, crema, sueros, lactosa, entre otros, son considerados productos derivados de la estandarización de los productos principales.

El balance lácteo confeccionado por el Ocla para el año 2018 indicaba que cada argentino consumía 193 litros de leche por año, lo que representa una disminución del dos por ciento respecto a 2017. En la industria, aseguran que este año cerrará con un consumo por debajo de los 190 litros por habitante.

“Hay demasiada cantidad de industrias para la producción actual de leche. Por eso, vamos hacia una mayor concentración, no al extremo de Nueva Zelanda, y hacia una mayor eficiencia tecnológica”, aseguró un vocero de una industria láctea de primer nivel.

Si bien en la actualidad La Serenísima lidera el mercado nacional de recibo de leche, Saputo no le pierde pisada. Con inversiones en ambas plantas (Tío Pujio y Rafaela) y una fuerte presencia exportadora, en el sector aseguran que la compañía canadiense vino al país para ser la número uno y que está en condiciones de serlo.

EXPORTACIÓN: UN NEGOCIO DE EXCEDENTES

La lechería argentina se caracteriza por tener un perfil de alta dependencia del mercado interno. Según datos del sector, durante el año pasado 20 por ciento de la producción de leche se destinó a la exportación: alrededor de 2.180 millones de litros, mientras que la demanda doméstica se llevó 8.347 millones de litros. Analistas admiten que en la medida en que Argentina no tenga una política exportadora, la producción seguirá planchada. (Fuente: La Voz del Interior)

Fuente: (valorlocal.com.ar)