Preocupa una posible caída en los rendimientos del trigo

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) advirtió que los efectos de la falta de lluvia podrían dejar un escenario preocupante en la producción del cereal.

Los rendimientos promedios del trigo podrían caer en un 27% en las regiones subhúmedas. Un panorama desalentador para los productores, sobre todo porque hace unos días se conoció la noticia de que hay un 70% de probabilidad de un nuevo año Niña para el próximo verano. La escasa disponibilidad de agua en el suelo agrava el panorama del sector y podría traer consecuencias alarmantes para el campo, según un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

De acuerdo con los expertos, la escasez de lluvias sobre la región subhúmeda durante el invierno va a impactar de lleno sobre las 6,9 millones de hectáreas sembradas con trigo para la campaña 2021/2022. Estos a su vez brindaron una serie de recomendaciones y estrategias de manejo que requerirán los cultivos de verano y que permitirán optimizar el uso del recurso agua y evitar pérdidas.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó días atrás que las zonas más afectadas por la pérdida de humedad en los suelos son el NEA, el NOA y el centro-norte de Córdoba, lugares donde se registraron golpes de calor sobre cuadros en etapas reproductivas avanzadas. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en tanto, señaló que en una semana, la condición regular del trigo pasó de 50.000 hectáreas a 200.000 hectáreas en la región núcleo por la falta de agua.

Los especialistas sostienen que la actual campaña se presenta con una menor disponibilidad hídrica que en las anteriores, que se atribuye a una baja recarga por precipitaciones otoñales y un marcado descenso en el nivel freático en algunas zonas de la región pampeana. Frente a este panorama, la Bolsa de Rosario planteó un escenario de cosecha de 20,10 millones de toneladas.

Mirian Barraco, investigadora del INTA de General Villegas, comentó que si bien el rendimiento potencial del trigo depende, primariamente, de la radiación y la temperatura, en regiones subhúmedas, como el noroeste de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y noreste de La Pampa, esto responde a la disponibilidad de agua durante el ciclo. La experta también aseguró que los rendimientos “se encuentran fuertemente limitados”.

“Por la baja disponibilidad de agua, los rendimientos en trigo podrían llegar a ser, en promedio, un 27% menores, de acuerdo a las estimaciones realizadas con modelos ajustados para la región”, dijo el investigador y extensionista del INTA Laboulaye, Córdoba, Horacio Videla Mensegue. En ese sentido agregó que “la menor disponibilidad hídrica se observó en el Partido bonaerense de General Villegas, Sur de Córdoba y Noreste de La Pampa”.

Los expertos coinciden en que un 37% de los lotes mostraron contenidos de agua disponible que superan la capacidad de retención de agua de los suelos, lo que evidenciaba un potencial aporte de napa para los cultivos o la presencia de capas de tosca más o menos compactas que generan falsas napas. Por otra parte, comentaron que solamente en el 18% de los lotes se observó una importante cantidad de agua acumulada por debajo del metro de profundidad.

“La estimación de rendimiento, en función del agua disponible y sin limitaciones nutricionales, en las tres grandes zonas del área de estudio muestra una amplia variación de acuerdo a las condiciones de agua acumulada en el suelo y profundidad de la capa freática a la siembra, y posible precipitación para el período crítico”, observó Videla Mensegue.

  • IMPACTO POR ZONA

En la zona norte, como por ejemplo Laboulaye y Villegas, el rendimiento medio estimado, en una situación de lluvias normales es de 3.560 kilogramos por hectárea (kg/ha), mientras que en la zona centro como América y Roosevelt, el rendimiento medio esperado es 4.100 kg/ha. Además, en la zona sur como Pehuajó y Trenque Lauquen es la que mayor expectativa de rendimiento tiene con 6.000 kg/ha.

“Conocer el agua disponible permitirá diseñar estrategias de manejo que optimicen su uso en los sistemas de producción y permitan reducir el impacto”, expresó Barraco, mientras que Videla Mensegue destacó la necesidad de realizar un adecuado manejo de la fertilización nitrogenada y fosforada, así como implementar fungicidas preventivos para resguardar el área foliar del cultivo.

Por último, el técnico de Laboulaye aseguró que es clave tener en cuenta la disponibilidad de los recursos agua y nutrientes con los que se cuenta a campo a fin de tomar las mejores decisiones para evitar condicionar los rendimientos. En el sector empieza a notarse cierta cautela, ya que se vaticina el fenómeno de la Niña sobre Niña, por lo que esto podría implicar más restricciones de humedad a las que se presentaron durante la campaña anterior. (Fuente: Infobae)